El rapero Ecko reflexionó sobre las presiones que persiguen a un artista que se “acostumbra al éxito” y señaló que tuvo que aprender sobre la marcha a “andar con cuidado” para mantenerse al resguardo de ciertos peligros.
El rapero habló sobre la presión en la industria musical, sobre la decisión de La Joaqui y sobre su nuevo álbum "Mafia Lirical".
El rapero Ecko reflexionó sobre las presiones que persiguen a un artista que se “acostumbra al éxito” y señaló que tuvo que aprender sobre la marcha a “andar con cuidado” para mantenerse al resguardo de ciertos peligros.
Así explica el artista en respuesta a una consulta de Télam sobre el retiro temporal de La Joaqui, quien comunicó que dejaba los escenarios hasta nuevo aviso para atender “un estrés postraumático”, y el grave accidente que su colega y amigo Kaleb Di Masi protagonizó en abril en la Autopista del Oeste, cuando estrelló su auto contra una patrulla municipal.
“Pude superar por suerte esos momentos en los que se me atormentaba un poco la cabeza y afectaba mi vida personal. Sí me han agarrado bajones, porque uno llega a cierto punto en el que ya no sabe para dónde ir y piensa ‘¿y ahora qué hago con mi música?’. Uno se acostumbra al éxito, a que todas las canciones tengan que ser número uno y tengan que estar sonando”, sostuvo.
Y agregó: “La realidad es que hay mucha competencia y mucha música y no solamente entre colegas argentinos sino que ahora ya entramos en una competencia con el mundo, con niveles y una vara que dejan artistas como Bizarrap que clava todas las canciones y son número uno mundial, pero que a la vez también viene del mismo lado, de Argentina”.
Para el rapero, con historia dentro de las páginas doradas del freestyle y reconocido como un artista versátil capaz de cruzar fronteras entre diversos géneros urbanos, el furor detrás del productor musical que llegó a la cima de los charts con sus sesiones con Shakira, Quevedo y Peso Pluma puede servir como un alimento para la motivación del resto de la escena argentina, pero también una presión que le imprime vértigo a sus carreras.
“Estuve leyendo lo de La Joaqui y justamente estuvimos hablando hace poco de hacer algo juntos, pero no sé en qué punto de su vida está. A Kaleb lo aconsejé mucho porque es verdad que se pegó un palo por el que casi pierde la vida. Es difícil y hay que andar con cuidado, teniendo siempre en cuenta que somos jóvenes, que hay toda una vida por delante y que hay que disfrutar el presente pero teniendo ciertos cuidados”, añadió el músico en comunicación desde Puerto Rico.
De regreso al trap con un nuevo disco titulado “Mafia Lirical”, tras varias temporadas aportando su flow en el rkt (“es lo más nuestro”), sentenció que “ese movimiento de barrio tomó mucha más fuerza con la aparición de L-Gante” pero que para él siempre fue natural recaer en esa fusión de cumbia, reggaetón y trap.
“Ahora, por ejemplo, estoy en Puerto Rico, voy a los estudios y me preguntan por el rkt. No entienden cómo acomodamos la pista, y les explico que cuando vamos al boliche bailamos versiones remixadas, que todas las canciones se ajustan al tempo del rkt. Eso es lo interesante que me pasa en todos los lugares: que nadie supo crear el rkt fuera de Argentina, porque tiene nuestro toque pero que afuera gusta”, señaló.
Ecko fue uno de los primeros argentinos en tejer alianzas con artistas boricuas como Eladio Carrión (que nació en el estado de Misuri, EEUU, pero tiene raíces y crianza puertorriqueña), quien hoy está en la primera fila de aquellos artistas latinos que están conquistando terreno en países como Estados Unidos: “Eladio llegó a niveles muy grandes pero no me sorprende, porque siempre supe de su calidad de artista desde la primera vez que lo conocí”.
“Incluso creo que él se pegó primero en Argentina que en Puerto Rico; me acuerdo de que la primera vez que vino para Argentina fuimos Cazzu, Khea, Omar Varela, Maxi El Brother y yo, en esa época que estábamos todos juntos en Mueva Records, a recibirlo al Aeropuerto. De ahí nacieron canciones como ‘Mi Cubana Remix’ que, por ejemplo, con Cazzu y Khea escuchábamos desde antes de grabarla cuando Eladio todavía no estaba pegado en Puerto Rico”, rememoró.