Viernes 26.7.2019
/Última actualización 19:27
Para algunos en la industria era un secreto a voces, una práctica dudosa de la que no se hablaba abiertamente y que ahora ha visto la luz. Live Nation, la compañía de entretenimiento más grande del mundo y dueña de Tickemaster, ha confirmado que envió miles de entradas de conciertos directamente a portales de reventa a petición de los artistas, con Metallica en la lista de implicados.
No ha sido, en realidad, un gesto de arrepentimiento o de sinceridad repentina. Live Nation ha dado un paso frente tras lo obtenido por la revista Billboard, que se hizo con una grabación del presidente de la empresa para conciertos en Estados Unidos, Bob Roux, hablando por teléfono con un promotor de Metallica. Este solicitó el envío de 88.000 entradas a portales de reventa sin pasar por la taquilla regular.
"Tickemaster no lo va hacer", dice Roux en la charla, que en su lugar le ofreció la alternativa de camuflar las entradas bajo un paquete como los que reciben patrocinadores o clubs de fans. "Básicamente agarra estos y los colocas en una misma cuenta", explica el alto ejecutivo.
Vaughn Millette, entonces socio de Live Nation y ahora CEO de su propia promotora de conciertos, Outback Presents, fue parte de la conversación entre Nueva York y Houston que grabó sin el conocimiento de Roux. Millete envió la grabación a una junta de Live Nation en un correo electrónico alertando de las prácticas de la empresa. Ahora se dedica a hacerles la competencia.
El modus operandi no es nuevo pero sí la confirmación de primera mano de un abuso al consumidor que cuesta creer que no haya generado antes una lluvia de denuncias. Se trata del escamoteo de miles de entradas de primera mano a aficionados que han tenido que pagar el doble o el triple por conciertos.
Live Nation reconoció en un comunicado del que se hace eco Billboard, que entre 2016 y 2017 "sobre una docena de artistas dentro de los miles con los que trabajamos, nos pidieron que hiciéramos eso". Sin embargo, explicaron que es una práctica que ha ido perdiendo fuelle con el auge de paquetes VIP y asientos preferenciales "que han demostrado ser más efectivos recuperando el valor que antes se perdía en el mercado secundario" o de reventa.
Los dueños de Ticketmaster aclararon que nunca han distribuido entradas en otros portales sin el consentimiento explícito de los artistas. Mientras, representantes de Metallica indicaron que no estaban al tanto del acuerdo del promotor, Tony DiCioccio, con Millette y Live Nation.
Michael Rapino, el CEO de Live Nation, se hizo con los derechos de promoción del tour en Norte América de la banda de heavy metal a cambio del 95% de los ingresos por entradas. Después, Roux comenzó a negociar por su cuenta con DiCioccio el envío de 88.000 entradas a la reventa para que la tajada fuera aún mayor.
De DiCiccio se sabe que es considerado como "familia" para la banda de Los Ángeles, por lo que se hace difícil creer que el resto del grupo no estuviera al tanto de sus chanchullos para engordar los beneficios. Al parecer, el promotor de confianza de los músicos se dio cuenta del botín que se podía obtener con la reventa tras un concierto en Minneapolis en 2016. Para ese concierto se despacharon 10.000 entradas en el mercado secundario, sin participación alguna para la banda.
Billboard indica que DiCioccio acordó quedarse con el 12% del pastel de la reventa y Millette con el 8%, pese a que fue él el que filtró la grabación. Entre ambos establecieron un plan para colocar 4.400 entradas fuera del alcance de la taquilla convencional para los 20 conciertos de la gira, un plan maestro que ahora ha quedado expuesto.