Parece que Alexia de Holanda está decidida a ganarse el sobrenombre de 'princesa rebelde' por méritos propios. Si hace unos días la hija de los reyes Guillermo y Máxima se convertía en noticia por una publicación en TikTok, la nueva aplicación de moda, ahora ha sido Instagram el cómplice de su último desliz, que además ha llegado hasta sus padres, con el consiguiente disgusto para ellos. Y es que, por mucho que ambos quieran que sus tres hijas vivan su adolescencia plenamente, hay situaciones que a ningún padre -sea rey o no- le gustaría presenciar.
Hace solo unos días comenzó a circular una foto de Alexia con un grupo de amigos. Hasta ahí todo bien, si no fuera porque la joven sale fumando en la imagen. Y claro, aunque no se ha confirmado si solo la información o también la prueba gráfica, Guillermo y Máxima se han enterado del nuevo hábito de su hija, un tanto cuestionable por su corta edad (a punto de cumplir los 15) y porque, en principio, no es lo que se esperaría de una princesa. Y hay que tener en cuenta también que en Holanda no está especialmente bien visto que la gente fume tabaco, mientras que sí es legal y habitual el consumo de cannabis, por lo que no habría que descartar que esta última sea la opción elegida por Alexia y compañía para su reunión.
Lógicamente y como suele pasar en estos casos, la imagen parece haber desaparecido misteriosamente. Lo mismo sucedía con la publicación en TikTok referida anteriormente: muchos periodistas la habían podido ver, pero nadie puede compartirla, publicarla o distribuirla sin exponerse a un problema con el Servicio de Información del Gobierno, que cuida mucho todo el material relacionado con las tres hijas de los reyes, habiendo llegado a vetar a algunos redactores y sus correspondientes medios de comunicación por incumplir el código de conducta impuesto a la prensa por Guillermo y Máxima para salvaguardar la intimidad de sus tres hijas.
Ahora bien, hay situaciones que ni siquiera este organismo -para muchos, un método de censura en toda regla- puede controlar. Sin ir más lejos, la princesa Alexia también se convertía en protagonista de un vídeo viral en el que decía la misma palabrota tres veces seguidas, al caérsele el bastón de esquí, poco antes del posado familiar en Lech. La anécdota fue presenciada por varios periodistas que la contaron tal cual. El resultado fue que en los medios holandeses no se le dio mayor importancia, sin que se reprobara la actitud de la joven. Pero ahora parece que la nueva situación que ha protagonizado Alexia sí que preocupa a los reyes, a juzgar por la rapidez con que la imagen de la princesa con sus amigos ha desaparecido de las redes.
Mientras, en videos publicados por sus amigas se la puede ver, por ejemplo, cantando y bailando.
No es la primera vez que Alexia de Orange desobedece a sus padres. En 2018, se descubrió que la princesa tenía una cuenta anónima en Instagram en la que invitaba a sus seguidores a opinar sobre su ropa. Aunque Alexia dejó de usar esa cuenta, también se supo que utilizaba otra para destapar aquellos perfiles falsos que se hacían pasar por ella. "A ver, sube un selfie", retaba la princesa Alexia a uno de ellos para demostrar que su identidad era falsa.