Raúl Emilio Acosta
Raúl Emilio Acosta
Es con esdrújulas pero es agudo. El espectáculo se llama “Fátima es Mágica”. Recuerdo un viejo poema de Neruda donde habla de la lúnula, plúmula y trémula. Muero de envidia con “Construcción”, la oda al obrero albañil de una San Pablo cruel, que es un tema inapelable de Chico Buarque. “Cache’endié”, como lo envidio a ese Chico Buarque. Que testigo. Que poetazo. “Construcción” se llama el tema.
Quiero detenerme. El tema fue presentado a la censura oficial. Pasó. Cuando lo cantaba cambiaba las esdrújulas (todas las frases terminaban con una esdrújula) y era una canción denuncia. Mi dios. Vuelvo: las esdrújulas son algo especial en el lenguaje. Usaré otro desvío: “No me esdrujulicés la vida...”, frase de Carlos García Moreno, el guan, guan.
En las páginas de Internet dice: “‘Fatima es Mágica’ cuenta con la participación estelar del mago N° 1 de Argentina: Emanuel, quien presenta sus nuevos y sorprendentes grandes trucos de ilusionismo y escapismo, recién traídos de Las Vegas. También, en esta oportunidad, acompaña a Fátima, un artista de lujo, el gran imitador Ariel Tarico, con su divertida paleta de personajes, desde el presidente Macri, hasta el carismático Carlitos Tevez. En unos sketchs súper divertidos que harán estallar de risas a la platea desde el comienzo hasta el final.
Completa este tridente genial, otro grande de la imitación, Fernando Samartín, quien también formó parte de ese gran éxito que fue ‘Fatima Superstar’, y que, como no podría ser de otra manera, volverá a emocionar a todos con un poutpourrí maravilloso del inolvidable Sandro de América, y otros grandes de la canción que suma a su galería de éxitos, como Paul McCartney y Elton John”.
Escribo mal, pero el encomillado anterior indica que el texto, mal escrito, es de una página de Internet porque, como dije, el día que fui a ver el espectáculo, del que hablo en esta página, llamado “Fátima es Mágica”, la situación no fue trágica ni plácida, solo ridícula: no había programa de mano y las que acomodaban en las plateas pedían disculpas. Se las aceptábamos. El imitador agrega una María Martha Serra Lima que parece espontánea y Tarico sorprende con los políticos Alberto y Mauricio que deberá ampliar por verídicos.
El ritmo es básico. No para. Los músicos en vivo son sólidos y pródigos. Pum. Pum. Pum. Ella entra y sus imitaciones son múltiples y fantásticas, usando esta palabra como derivado del original: fantasía. Imitaciones clásicas. Perfeccionadas por el trabajo y la técnica, que dan resultados fantásticos.
El mago es emblemático y el cómico es irónico. El imitador de cantantes trae históricos, trae clásicos, trae cálidos momentos de música.
El lío se arma cuando una pregunta se plantea por lo visto en el escenario. Es un espectáculo de Fátima que es mágica, que tiene cómicos y magos lúdicos y bailes y canciones y más imitaciones pero... qué es...
Fátima es esdrújula. Que lleva el acento en la antepenúltima sílaba. “‘Pájaro’ y ‘mecánica’ son palabras esdrújulas; las esdrújulas siempre llevan tilde”.
¿Fátima es music hall?: Espectáculo de variedades que está formado por números musicales, cómicos y otras atracciones de carácter diverso...
Para ser espectáculo de revista le faltan las chicas impúdicas y el capocómico maléfico y zafado. Los esquicios son óptimos, la secuencia plácida, el resultado es lícito, muy válido.
“Fátima es Mágica” es un espectáculo clásico, sólido, básico, técnico, pródigo, con una duración diferente que lo vuelve único en la temporada. No tiene esdrújula en su definición. Hay respuesta. Es agudo. Es agudísimo. Es un viejo y querido varieté: teatro de variedades, espectáculo de variedades o espectáculo de variedad es un formato de... (Se denomina así por que tuvo su origen en un teatro llamado Théâtre des Variétés, abierto en París en 1790). Rara cuestión la de Fátima. Una esdrújula que es aguda. Un fenomenal varieté. Entusiásmese. Véngase. Es apto para todo público.