Miércoles 31.7.2019
/Última actualización 16:37
En su voracidad, las llamas no entienden de nombres propios, ideas, o historias. Consumen todo lo que hallan a su paso y suelen llegar donde más duele. Todo los incendios representan pésimas noticias, pero algunos lastiman más que otros. El que afectó esta madrugada al Centro Cultural y Social El Birri es uno de ellos, no sólo por las pérdidas materiales, sino por lo que representa para las decenas de personas que a diario aportan su granito de arena para las diversas actividades que allí se desarrollan.
El Birri (así se lo conoce) debe su nombre al cineasta Fernando Birri, uno de los padres del Nuevo Cine Latinoamericano y creador de obras fundamentales para la filmografía argentina como “Tire dié” y “Los inundados”, que visibilizaron a Santa Fe en el plano internacional allá por finales de los 50’ y principios de los ‘60. El hecho mismo de que sus impulsores hayan elegido a este referente para dar denominación al ámbito de trabajo es ya una buena síntesis de lo que significa: un espacio independiente, de construcción autogestiva, donde también se brinda contención a mucha gente de los barrios que encuentra donde encauzar sus inclinaciones culturales.
En mayo pasado, El Litoral se hizo eco de una de las iniciativas que se realizan en las, ahora afectadas, instalaciones de El Birri, el taller “Detripacorazón”, coordinado por Ulises Bechis. Allí el teatro comunitario es la excusa para juntarse, trabajar y para aprender a convivir y participan personas de distintas edades, desde niños hasta ancianos, bajo la premisa de que “cualquiera puede ser artista” si tiene interés y ánimo para expresarse. Esta propuesta resume, en grandes rasgos, lo que implica El Birri para la vida de una amplia porción de la ciudad.
“Somos cultura popular”. Esa es una de las consignas del Centro Cultural y Social ubicado en la Estación de Ferrocarril Mitre (General López 3600) cuyos impulsores hoy atraviesan un momento difícil. Será tarea de toda la comunidad reconstruir lo que se perdió, cada uno desde el lugar que pueda y quiera. Para que la tarea transformadora de los trabajadores culturales siga en pie.