Pablo Tibalt y Gloria Piñero estrenan en la ciudad este montaje conjunto. Será los viernes 18 y 25 de marzo, en dos funciones por noche, a las 21.00 y a las 22.30. Para el reestreno el equipo contó con la asistencia técnica en dirección de Valeria Folini, de Teatro del Bardo.
“El Espejo Teatro” y “IV Mujeres Escénicas” dos grupos de teatro independiente de las ciudades de Rosario y Santa Fe respectivamente realizaron juntos el montaje de esta obra que une al teatro de las dos ciudades con sus equipos de trabajo. Los asistentes de dirección, Pablo Pizarro y Carina Ojeda son de Rosario y los responsables de la realización del dispositivo escénico y el vestuario del espectáculo, Federico Toobe, Ignacio Estigarribia y Gerardo Casas, de nuestra ciudad y Paraná. El estreno se realizó en el Teatro de la Manzana (San Juan 1950 - Rosario) en marzo de 2019 y esta semana se estrena en Santa Fe.
El espectáculo habla de dos hermanos que están lejos uno del otro casi toda la vida. Anahí, a los 15 años “desaparece” de la vida familiar, sus padres la pierden y se pierden para siempre, pero es Chany, que en aquel momento tenía 7 años, quien ha seguido toda su vida “pegado” a esta ausencia. Él le ha escrito cartas a su hermana durante 40 años y para él ha llegado el momento de escribir la última.
“¿Cómo saliste de Rosario? ¿Alguien te llevó? ¿Quién? ¿Quién te ayudó? ¿Te fuiste porque quisiste? ¿Qué cosas te pasaron? ¿Cómo fue tu vida? ¿Por qué nunca volviste? ¿Nos abandonaste?” Estas han sido las preguntas sin respuestas de una familia en espera, las preguntas mil veces escritas en las cartas y los dibujos que Chany hizo para su hermana. Este personaje “detenido” en un pequeño departamento de la ciudad de Rosario en el que el tiempo pasa, pero nada cambia. Allí un principito tiene su minúsculo planeta en un universo inmenso de preguntas, recuerdos, silencios y cartas sin sobres.
“Perdí a mi hija en un hueco del mundo” repite Hilda como un mantra en varios momentos de su vida sin Anahí, su hija. Es que como la Alicia de Carroll a Anahí parece habérsela tragado la tierra y como aquella un mundo de fantasía parecerá “salvarla” de una familia cuyas particularidades avanzan sobre su deseo.
Por su parte, para Anahí -nuestra Alicia- empiezan a contar y a pesar las horas. Escribir es lo que ha deseado y hecho toda su vida. Ahora ya no puede. El reloj le ha comenzado a decir que tiene cosas pendientes más urgentes para hacer.
Es particularmente especial el universo sonoro de la obra. El clima de la puesta se enriquece con las composiciones e interpretaciones para piano de Silas Bassa, músico santafesino radicado en París desde hace varios años.
Entonces el espectador, como lo han hecho los realizadores de Vas a estar aquí, “espía y construye” la historia a partir de los fragmentos de algunas cartas, de recuerdos, de algunas escenas que lo llevan en el tiempo, con imágenes y cierta poesía. Es casi un juego de rompecabezas en el que las emociones van hilando las piezas, un juego profundo y dinámico que interpela las pérdidas, las ausencias, el modo de amar de los que están lejos y lo que deja la distancia.