¿"De noche con el diablo" puede volverse un clásico del terror?
Es una película de “metraje encontrado”, ambientada en Halloween de 1977. Mezcla horror, crítica social y búsquedas bizarras en un programa de televisión en vivo. Con reminiscencias de obras cumbre como "El exorcista" y "El bebé de Rosemary", este filme podría marcar un antes y un después en el subgénero de posesiones demoníacas.
En “De noche con el diablo”, el intento es agregar una nueva dimensión al género, al mirar el terror a través de la lente de un programa de televisión en vivo. Foto: Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures
“De noche con el diablo” se estrena el 11 de julio y todo indica que marcará un nuevo mojón dentro del género del terror en su vertiente de posesiones demoníacas. Ambientada en la noche de Halloween de 1977, en el set del programa de televisión "Night Owls", la película mezcla varios géneros, incluso lo bizarro y la crítica social, pero lo que prevalece es el horror.
La trama sigue a Jack Delroy, un presentador televisivo que está decidido a aumentar el rating de su show, aun con métodos extremos y a través de fuerzas que, como dice uno de los personajes, no comprende del todo. Así, invita a Lily, una joven que cree estar poseída, y pretende convocar “en vivo” al propio príncipe de las Tinieblas. Lo que empieza como una estrategia (controvertida al máximo) para ganar audiencia, se convierte en una noche aterradora cuando las fuerzas diabólicas “toman el control” del programa en vivo.
Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures
La forma es, claramente, creativa. No tanto el contenido. La tradición del cine de posesiones demoníacas lleva varias décadas, es un subgénero que mezcla elementos que tienen que ver con la fe, la psique humana y el mal sobrenatural. El filme modélico es “El exorcista” (1973). La historia de Regan, una niña poseída y los intentos de dos sacerdotes por salvarla aterrorizó al público (que concurrió masivamente a los cines) y estableció un estándar para las películas de exorcismo.
Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures
Pero en realidad, el argumento no era del todo novedoso. Años antes, “El bebé de Rosemary" (1968), la obra maestra de Roman Polanski, estableció un precedente de horror psicológico relacionado con un culto satánico. La atmósfera paranoica y la vulnerabilidad de la protagonista (genial interpretación de Mia Farrow) crearon un nivel de terror que surge de lo cotidiano y la desconfianza en los seres queridos: el demonio puede estar en el departamento de al lado, donde vive una simpática pareja de ancianos.
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Mucho más acá en el tiempo, merece una mención “El exorcismo de Emily Rose (2005)”, de Scott Derrickson, interesantísima combinación de terror y drama judicial, cuando un sacerdote, el padre Moore, es acusado de homicidio por negligencia ante un exorcismo que sale mal. Basada en una historia real se pregunta hasta dónde llegan los límites de la fe y la medicina, a través de una narrativa realista y matizada respecto al tema de las posesiones demoníacas.
Nueva dimensión
En “De noche con el diablo”, el intento es agregar una nueva dimensión al género, al mirar el terror a través de la lente de un programa de televisión en vivo, que emula las características de las tertulias televisivas de los años setenta. Lo hace a través de la variante de “metraje encontrado”, que popularizó hace un cuarto de siglo “El proyecto Blair Witch” y se consolidó después en “Cloverfield”, “Actividad paranormal”, “REC” y “Los huéspedes”, entre otras.
Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures
El punto de partida es el siguiente. Un presentador señala que “la noche de Halloween de 1977, Estados Unidos se reunió para un evento televisivo en vivo que conmocionó a una nación. Lo que pasó fue real. Lo que están a punto de ver es la cinta maestra, recientemente descubierta, de lo que salió al aire esa noche”. Lo que sigue, es la película.
Future Pictures, Image Nation, Spooky Pictures
La combinación de un entorno mediático y la presencia de fuerzas diabólicas augura una experiencia interesante, al colocar la paranoia y la vulnerabilidad del “directo” con el miedo ancestral de la posesión demoníaca. Según buena parte de la crítica, logra hacerse eco de la atmósfera y el terror de sus predecesoras, por lo cual “De noche con el diablo” puede convertirse (con la perspectiva necesaria que brinda el paso del tiempo) en una nueva referencia dentro del género.
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