Lunes 15.7.2024
/Última actualización 22:54
Para hacer un balance de lo que dejó la edición 2024 del Festival de Teatro de Rafaela, es útil seguir un relato cronológico y comenzar destacando la performance inicial dirigida por Juan Parodi el miércoles 10 en la Plaza 25 de Mayo y sus calles adyacentes. El planteo para los espectadores fue dejarse guiar, al igual que la Alicia de Lewis Carroll, por un conejo blanco para ingresar en una Rafaela cotidiana convertida de pronto en un “país de las maravillas” gracias a la magia del teatro. Esta metáfora se mantuvo viva hasta el cierre del último espectáculo programado. Tal como tituló El Litoral en la primera de las crónicas, la ciudad del oeste provincial se rindió ante la potencia de las artes escénicas, que cambiaron su pulso habitual para comenzar a latir con más fuerza.
“Lugar secreto” es una propuesta artística de la Plataforma Libélula junto a artistas rafaelinos. Foto: Gentileza FTR24El Festival de Teatro de Rafaela se consolidó como un evento clave en la agenda cultural de la provincia, ofreciendo una diversidad de espectáculos que abarcó desde comedias y dramas hasta performances interdisciplinarias y teatro documental. Todas las propuestas dejaron un aporte significativo, destacando especialmente la calidad de las propuestas gestadas en Rafaela, como el audio tour dramatúrgico “Cartografías de lo sensible”, “Hermanas tejedoras” de Marcelo Allasino, “Lugar secreto” de Silvina Grinberg, planteada en un espacio alternativo como el Bosque Educativo Norberto Besaccia, y “La singularidad de lo mismo”, una indagación sobre el proceso de la actuación.
"Hermanas tejedoras", el último trabajo de Marcelo Allasino. Foto: Gentileza FTR24La cantidad y variedad de temáticas abordadas fue un rasgo sobresaliente. Creatividad, vida y muerte, sátira social, relaciones personales, amor y amistad, dolor y encanto de las experiencias humanas, historias ocultas en entornos urbanos, justicia, violencia de género, femicidio, decisiones morales, memoria, complicidad, poder, conflictos familiares, percepción, fantasía, realidades alternativas, desesperación, angustia existencial, intimidad, secretos urbanos, identidad, amor y música, por mencionar algunas. Otro acierto del festival fue incluir propuestas destinadas al público familiar, como “Salpiclown”, “Había una vez canciones de María Elena” y “Les Volátiles”, ampliando la llegada a distintos públicos de la ciudad y la región.
Érica Rivas en el unipersonal "Matate amor", donde despliega muchos recursos actorales. Foto: Gentileza FTR24El FTR24 demostró ser un espacio vital para el intercambio y la creación artística, reflejando la diversidad y riqueza del teatro contemporáneo. La participación de talentosos actores y la variedad de obras garantizaron nuevamente una experiencia inolvidable para el público. La organización impecable y la entusiasta respuesta del público confirmaron el éxito de esta edición del festival.
"Salpiclown", una de las propuestas dirigidas al público familiar. Foto: Gentileza FTR24Al final de la novela de Lewis Carroll, Alicia se despierta de su sueño tras una serie de aventuras surrealistas y encuentros con personajes extravagantes. Las cartas vuelan por el aire y Alicia está de vuelta en el mundo real. Descubre que estuvo soñando todo el tiempo, mientras su hermana todavía está sentada junto a ella. Luego, reflexiona sobre la capacidad de soñar despierta. Lo bello es que ese recorrido, aunque imaginario, la modificó. Lo mismo habrá ocurrido con los espectadores rafaelinos cuando cerró el telón el domingo por la noche.
"Breve enciclopedia sobre la amistad", pura belleza en escena. Foto: Gentileza FTR24