Telefe renovó su grilla de programación con su gran apuesta para el prime time: Masterchef Celebrity. Con la conducción de Santiago del Moro, 16 participantes famosos ya empezaron a demostrar sus habilidades culinarias en el reconocido reality gastronómico. En este primer programa se armaron dos grupos, cada uno integrado por cuatro de los concursantes, quienes debieron dividirse tareas y armar “un menú armonioso de cuatro platos”.
El equipo azul estuvo integrado por Fede Bal (el capitán), Sofía Pachano, Boy Olmi y el Mono de Kapanga. Mientras que en el rojo estaban Claudia Villafañe (capitana), El Polaco, Belu Lucius y Nacho Sureda. Si bien todos estaban nerviosos por ser su debut en el programa, la performance del hijo de Carmen Barbieri se distinguió entre las demás, y no precisamente por haber superado las expectativas.
Ni bien lo designaron capitán, Fede demostró tener personalidad para ponerse al frente de su equipo y designó las tareas para sus compañeros, a pesar de que no todos estaban de acuerdo con sus decisiones. Él se puso al hombro, el primer plato, la entrada. Hizo tres focaccias: una de palta y mango, otra de queso y pastrón, y otra de jamón cocido. Pero ya desde un comienzo mostró dificultades: durante la preparación se cortó un dedo y debió recurrir a una curita para tapar la herida.
El momento más difícil tuvo lugar un rato después, cuando se acercó a su mesa Germán Martitegui, uno de los integrantes del jurado (junto a Damián Betular y Donato De Santis). El chef, quien en un comienzo había hecho referencia a la importancia de tener limpio y ordenado el lugar de trabajo, notó que el joven actor no estaba cumpliendo con su pedido al pie de la letra.
“Había hablado del orden en la mesada. Esto es un despelote”, le dijo Martitegui, demostrando que no va a ser muy paciente con los participantes.
“Pero las cáscaras de palta están en el cesto”, atrevió a contestarle Fede, a modo de demostración que, para él, no había hecho un gran desorden. “Podés escuchar lo que quieras escuchar…”, le respondió el jurado, con cara de pocos amigos.
“Bueno, bueno, tranquilo… ¿Esto está desordenado?”, le preguntó el actor, sorprendido por la observación del jurado. “Eso no va en el recipiente. La cebolla no va ahí. No te lo digo más”, siguió dando órdenes Martitegui.
“Qué modos tiene, ¿no?”, se preguntó Fede después, mirando a cámara, dispuesto a acatar las palabras de Martitegui sin quejarse.
Una vez finalizados los 50 minutos que tenía cada equipo para presentar sus platos, Fede presentó sus focaccias… Que en realidad no eran focaccias, sino bruschettas, como le indicó el jurado. Al probarlas, Martitegui nuevamente no tuvo piedad con el participante: “Te felicito… Por la vincha: te queda muy bien”.
Luego, le hizo una devolución a todo el equipo: “Cada cosa que les decimos, ustedes tienen que escucharlas muy bien. Cuando decimos ‘un menú armonioso de cuatro pasos’, estoy seguro de que ustedes se olvidaron. Y le hablo al equipo azul: ustedes se olvidaron de que el menú tenía que ser armonioso. Fede, me parece buenísimo cómo elegiste los talentos para los platos, pero a la hora de armar el menú, ninguno de ustedes hubiese comido esos cuatro platos, uno al lado del otro. Todos tuvieron mucha imaginación y muchísima voluntad y esfuerzo, pero faltó eso”.
A pesar de las críticas y los duros comentarios, el equipo azul liderado por Fede Bal se consagró ganador en este primer enfrentamiento ante el grupo de Claudia Villafañe. En contra de todos los pronósticos, el hijo de Carmen Barbieri terminó el programa con una sonrisa, y una curita en el dedo.