Viernes 2.12.2022
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Hijo de Jorge “Pipa” Higuaín, un zaguero central reconocido décadas atrás por su actitud en la cancha y hermano del delantero Gonzalo “Pipita” Higuaín, era obvio que la vida de Nicolás Higuaín iba a estar marcada por el fútbol. Y así fue: en su adolescencia, jugó en la primera división del Club Atlético San Telmo y más adelante fue mánager. Sin embargo, hace un tiempo decidió dar un vuelco a su vida y dedicarse de lleno a su otra gran pasión: la música. Lo hizo con tal dedicación que fue capaz de armar un disco con canciones de su autoría, “Amistad es lo primero”, que se presentó en vivo días atrás. El álbum fue producido por Pato Lange y se grabó con músicos destacados de la escena emergente argentina.
El paso a la música por parte de Nicola (tal es el nombre que eligió para su vertiente artística) no es casual, ya que él mismo asegura que además de fútbol en su familia había mucha música, en especial tango y rock argentino. Cuando, en una charla con este medio, se le consultó respecto a los músicos que más influyeron sobre su producción artística, señaló entre los argentinos al Indio Solari (tanto en su etapa con los Redondos como en la que luego emprendió como solista), Fito Paéz, Andrés Calamaro y el grupo Viejas Locas. En el plano internacional, mencionó a Joaquín Sabina.
“Siempre fui una persona cercana a la música, tengo un montón de amigos músicos. Siempre estuve muy cerquita. El paso del tiempo y el retiro de Gonzalo me hicieron tomar la decisión de empezar a componer mi música. Sentí que el fútbol había sido una etapa para mí. Algo que me dio mucho y me sacó mucho. Y si bien esta nueva profesión también da mucho y quita mucho, percibo que me llena emocional y espiritualmente. El fútbol fue todo, pero ya no sentía placer en ir a la cancha o en ver un partido. Antes veía veinte por semana, ahora solo veo a la Selección y algunos partidos puntuales. No lo siento como antes y la música me mantiene activo. Siempre fui inquieto, de buscar cosas nuevas. Esto me dio la posibilidad de reinventarme y estoy feliz”, señaló.
Foto: Agustin DusserreCrear, inventar, arriesgar
“En todo lo que hice me arriesgué. La edad nunca fue un factor determinante. Me siento un niño aunque esté un poco más arrugado por fuera. Tengo hijos grandes, comparto muchas cosas con ellos. Nunca me sentí viejo para encarar este proyecto, esta aventura. Siempre disfruto de crear, de inventar cosas, de meterme y explorar otros terrenos fuera de mi zona de confort, que siempre fue el fútbol. A partir de esa decisión, se generó este disco, que culminó con la presentación en vivo, ante una sala llena. Una experiencia espectacular en la cual me sentí muy cómodo”, explicó Higuaín.
Obviamente, el camino de la música es un desafío cotidiano. “Entro a un vestuario y sé cómo tengo que comportarme. Entro a un estudio y me tengo que ir adaptando a las circunstancias. El fútbol, en ese aspecto, me dio un aprendizaje. Cuando te metés en un terreno que no es el tuyo, tenés que hablar lo menos posible y escuchar. Todas las charlas que tuve con músicos fueron de respeto, preguntas y sugerencias. Eso me hizo sentir cómodo”, expresó.
Portada del disco. Foto: Gentileza N.G.Las siguientes ocho canciones pertenecen al disco son “Vamos”, “El último round”, “Marinero”, “Tan espiritual”, “Lo bueno”, “Lo que nunca fui”, “Gafas desordenadas” y “Yo me acuerdo”. “Primero compusimos dos canciones, con el mismo grupo de músicos con los cuales grabamos. Después, armamos 16 maquetas que se resumieron en las seis canciones restantes del disco. Cuando volvimos a convocar músicos y estuvieron los mismos de las primeras canciones, empecé a reconocer al proyecto como algo importante. Eso me dio seguridad para seguir, para poder desenvolverme en este mundo nuevo. Fue un envión muy grande”, apuntó Nicola. “La idea que tengo ahora es difundir el disco lo más que se pueda, tocarlo donde me abran las puertas. Y luego armar otro, porque es algo muy gratificante”, manifestó.
Efervescencia por el Mundial
Pese a que está enfocado en la música, Higuaín no está en modo alguno abstraído del clima que se genera por estos días en torno a la competencia futbolística de Qatar. “El clima mundialista, para los que fuimos, somos y seremos futboleros es un momento hermoso que disfrutamos. Obviamente que, con el correr de los años, uno va creciendo, madurando y le quita un poco de dramatismo. No es lo mismo vivir un Mundial a los 17 años como hincha que a los 42. Hoy, si la Selección gana me pongo muy contento por los jugadores, pero sobre todo por mis hijos. Si los veo contentos, estoy más contento. Lo veo desde otro lado. Un Mundial es una experiencia hermosa. Me tocó verlo de cerca tres veces, cuando fui con mi hermano y es inolvidable. Gracias al fútbol pude conocer países nuevos, culturas diferentes a la nuestra y eso te enriquece como persona”, cerró.