El coro de rock & pop de Santa Fe, presentará su renovado espectáculo dedicado a la obra del consagrado músico argentino, denominado “Un hombre alado - Capítulo II: cosas imposibles”. En la previa, el director Rodrigo Asselborn habló con El Litoral sobre este ambicioso proyecto, como así también del presente artístico de la agrupación.
Gloriana, coro de rock & pop de la ciudad de Santa Fe, dirigido por Rodrigo Asselborn
Gloriana, el coro de rock & pop de Santa Fe, se presentará el sábado 26 y domingo 27 de noviembre desde las 21, en el Teatro Luz y Fuerza de Santa Fe (Junín 2957). La agrupación dirigida por Rodrigo Asselborn mostrará su renovado espectáculo dedicado a la obra de Gustavo Cerati, denominado “Un hombre alado - Capítulo II: cosas imposibles”. En la ocasión contarán con algunos de los músicos que habitualmente colaboran en sus actuaciones, y alguna participación instrumental de los propios coreutas. Las entradas están disponibles en ticketway.com.ar y sus puntos de venta.
Antes del concierto, El Litoral conversó con Asselborn para conocer más sobre la propuesta y el presente de este coro diferente.
Reencuentros
-Vuelven a Luz y Fuerza, donde estuvieron en junio con “Reset”. ¿Cómo es volver a esta sala tan apta para el desempeño de una formación coral e instrumental, en este caso en doble función?
-Es la primera vez que hacemos una doble función; así que, estamos con eso. La sala nos queda bastante cómoda esta vez (teniendo en cuenta los resultados de “Reset”) para optimizar un poco lo que lo que queríamos para este show: vamos a tener un poco mejor más sonido. Buscamos un sonido un poco más polenta, más luces: queremos que sea un show mucho más impactante. Siempre tratamos de evaluar lo que va pasando en cada show y cómo mejorarlo para el siguiente.
-Reestrenan “Un hombre alado” en esta versión llamada “Capítulo II: cosas imposibles”. La última vez que charlamos contabas que va a tener más elementos electrónicos de Pato Druetta, que va a tener otros aditamentos. ¿Qué se puede contar de lo que fue el trabajo para preparar este concierto?
-Fue bastante arduo, porque empezó más o menos a mediados de año, ya ha avanzado, casi agosto; y no tuvimos demasiado tiempo, así que tuvimos que meterle ahí en tiempo récord todo el trabajo. Surgieron versiones muy interesantes, desde el aporte de los músicos que están invitados, siempre contamos con su parte creativa: cada vez que trabajamos con músicos invitados les damos la libertad de aportar su talento; no solo de ir a tocar, sino de que ellos se involucren en la parte creativa del show.
Así que tenemos un recorrido muy amplio a nivel de lo que es el sonido, porque hay como siempre canciones donde el coro muestra que puede cantar a capella sin ningún instrumento; y toda la complejidad que pueda abordar desde lo simplemente vocal. Hasta momentos íntimos, muy acústicos, con una instrumentación muy tranquila. Y después toda la batería de recursos, desde la electrónica la percusión y todo; así que la paleta es muy amplia, y tratamos de distribuirla a lo largo del show para que la gente siempre esté interesada, manteniendo la variedad, y que el público se enganche todo el tiempo.
-Decías que el nombre “Cosas imposibles” también era un juego con el desafío que es hacer todas estas cosas de manera autogestiva, y lo que fue hacerlo en tiempo récord: arreglar, ensayar, preparar las visuales y todo lo demás.
-Sí, el nombre le queda como anillo al dedo, porque fue un desafío total desde todos los aspectos. Obviamente como vos decís está el tema de la autogestión y de ser un grupo chico, que no tiene una mega producción, como suelen suceder en otro tipo de espectáculos. Es todo el averiguar, el ver cómo conseguir cosas, por ahí el aporte de algunos sponsors, de gente que nos hace algún canje.
Tratamos de hacer las cosas con la mejor calidad posible, pero siempre dentro de un presupuesto que siempre suele ser acotado en este tipo de agrupaciones.
En equipo
-Recién hablabas de los músicos invitados; ustedes ya tienen cierto grupo de artistas con los que saben que pueden llegar a colaborar. ¿Quiénes van a ser de la partida en esta ocasión?
-Siempre el equipo habitual con el que trabajamos, con los que ya nos llevamos muy bien, y nos entendemos muchísimo; que son el mismo equipo de la vez pasada, de “Reset”. Que son Pato Druetta en las bases electrónicas, Walter Yones en el vibrafón y el Tinchofón, que es como un sintetizador con placas; y esta vez también va a aportar bastante en percusión. Después está Mario Spinosi en el piano, que va a tener un momento para el solo, para mostrar una faceta de Gustavo desde ese instrumento que no es el habitual.
Está el Lauti Daneri, el guitarrista, que también es ex integrante de Gloriana; va a ser una uno de sus “momentos estrella”, porque la guitarra en la música de Gustavo Cerati siempre fue muy preponderante; así que va a estar muy expuesto en este show: está trabajando muy bien, está haciendo cosas muy lindas.
Y también los chicos del coro, que desde la parte instrumental en algunos de los temas que vamos a hacer también están tocando en algunas versiones. Así que es bastante interesante toda la paleta de músicos, que es el equipo de siempre, y aportando también desde otros lugares.
-Esto lo venías destacando: que hay cosas que se van arreglando y tocando instrumentalmente desde los propios integrantes del coro.
-Sí, es así: el aporte de los chicos siempre suma un montón, porque no solo colaboran desde la parte compositiva cuando hacen algún arreglo de algunos de los temas que se van a utilizar para cada una de las propuestas, sino que también se involucran instrumentalmente: estudian las canciones, buscan las sonoridades, lo más parecidas posibles al original; y tratan de que la instrumentación sea muy fiel, para que se replique ese espíritu que tiene cada canción.
Hay sonoridades de las canciones que nos quedan en el inconsciente, y que cuando logramos escucharlas nuevamente, reproducidas de una manera fiel, nos evocan esos recuerdos. Así que siempre estamos persiguiendo un poco eso: que el espíritu de cada canción (a pesar de que el formato sea diferente: en este caso con un coro, y con otro tipo de instrumentos) haya momentos musicales que evoquen ese recuerdo del original. Y eso me parece que es lo que engancha mucho a la gente cuando uno interpreta una canción, aunque el formato no sea el mismo.
Renovación
¿Cuánto hay de canciones que incorporaron nuevas, y cuántas reversiones de alguna que ya tenían transitadas?
-Reversiones tenemos tres o cuatro; de canciones que ya estaban en el show, pero que les dimos una vuelta de tuerca: a algunas que eran a capella les incluimos instrumentos. y canciones nuevas tenemos más o menos seis, así que el espectáculo es bastante larguito: dura más o menos una hora 40, por ahí; es re interesante porque pasamos por bastantes temas, y tratamos de abarcar toda la discografía, toda la obra de Gustavo.
-Habían hecho “Lago en el cielo” con el Ensamble Sinfónico del Litoral, pero decías que la idea era preparar una versión más íntima. ¿Por dónde va ahora?
-“Lago en el cielo” ahora va a tener guitarra, bajo, y también Walter le preparó un set de percusión; así que quedó no tan imponente como cuando la habíamos hecho en ese momento con el Ensamble, que era descomunal; pero quedó bastante similar al original: no tiene toda la parte tan electrónica, pero sí está también Lauti Daneri tocando ahí. Así que es una versión un poquito más acústica, que la original: quedó muy linda.
Identidad
-Gloriana ya es una marca registrada en la música santafesina: es como el coro diferente, con una identidad propia. ¿Sentís que “llegaron” a un lugar donde querías estar, o donde querían estar, o están en la búsqueda constante?
-Creo que estamos llegando, no sé si ya estamos instalados en ese lugar. Pero creo que la gente ya nos empieza a identificar; y estamos muy contentos, porque fue un proceso bastante largo esa búsqueda.
Me parece que también tenemos muchas cosas por ir mejorando, por ir optimizando: no nos queremos quedar con esa cosa de ya estar en un lugar, sino siempre seguir. Somos muy autoexigentes, y queremos mejorar cada día más; así que veremos de aquí en más si estamos en ese lugar, si todavía nos falta un poquito más para llegar a ese lugar.
Pero nos resulta muy halagador que la gente ya nos ubique como ese coro que propone algo distinto, que rompe algunos paradigmas, y eso es un poco el objetivo que teníamos desde el principio. Así que estamos muy contentos de estar casi (creo yo) en ese lugar.
-La otra vez que charlábamos contabas un poco puntualmente qué proyectos para espectáculos tenían. Pero más allá de eso, ¿qué te gustaría lograr con el coro en un mediano plazo?
-Creo que como desafío tenemos todavía lograr un sonido un poquito más profesional con las voces. Seguir trabajando en ese sentido: en la técnica, o el sonido particular de cada cantante, como un solista que integra un colectivo. Eso es una cosa que tenemos que seguir mejorando: poco a poco lo vamos logrando, pero siempre queremos un poco más.
Y a nivel de los espectáculos: ir puliendo cada detalle, ir profesionalizándolo (dentro de lo posible) cada vez más, para aceitar ese mecanismo y que cada show que presentemos sea más interesante, más preparado, más afiatado en ese sentido. Que ese desarrollo y esa producción que tenemos que hacer en cada una de las de los espectáculos sea cada vez más pulida, más fácil; que no nos implique tanto trabajo y tanto sacrificio llegar a esos resultados. Pero estamos por buen camino: me parece que estamos llegando a este lugar.