Sábado 17.9.2022
/Última actualización 16:01
Gloriana, el coro de rock y pop santafesino regresa a Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) el viernes 23 a las 21, con un concierto ecléctico y vibrante, recorriendo distintos climas musicales con el estilo y la energía que caracterizan al grupo. La agrupación presentará una selección de temas que incluyen clásicos y nuevos hits, transitando por diferentes atmósferas y géneros. Sonarán versiones únicas de canciones de Foo Fighters, Radiohead, Evanescence, Adele, David Guetta, entre otros, sumado a un bloque especial dedicado a Gustavo Cerati, como adelanto de "Un hombre alado", el histórico concierto de Gloriana que estrenará su "versión 2.0" en diciembre.
Participarán también del recital Mario Spinosi en piano y Pato Druetta en mezclas electrónicas, quienes se suman a las voces para sumergirse en una noche especial llena de emociones, con todos los condimentos que ya definen al estilo Gloriana.
Las entradas están a la venta en la boletería de Tribus (miércoles a domingo de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos). Para adentrarse en este concierto especial, El Litoral conversó con Rodrigo Asselborn, director de esta formación vocal con vocación de futuro.
La casa del rock y el pop
-Vuelven a presentarse en Tribus, un lugar que tiene que ver con la propuesta de rock y pop de ustedes. Sin desmerecer a los teatros y otros espacios de nuestra ciudad, es una oportunidad también para atraer a unos potenciales espectadores que por ahí no han ido a otras presentaciones.
-Claro, Tribus es un lugar totalmente diferente, y realmente ir con un coro digamos es como una cosa bastante nueva: está muy asociado al rock y al pop, a todo ese tipo de espectáculos. Para nosotros está buenísimo poder encajar en ese ambiente, que se sienta como una cosa no traída de los pelos, no fuera de lugar. Lo hicimos anteriormente en 2019, estuvo buenísimo, porque mucha gente que no nos conocía, que no era de ir a un teatro o de ir a ver un coro nos descubrió ahí; incluso algunos integrantes del coro entraron porque nos conocieron en ese lugar. Así que está bueno, es otro contexto, muy interesante.
-En junio estuvieron con “Reset” en Luz y Fuerza, ya lo habían estrenado a fin de año en el Anfiteatro. Ahora prometen nuevas canciones y adelantos del próximo espectáculo. ¿Qué se puede contar de esto?
-El concierto de Tribus va a estar bueno en el sentido de que es un poco más relajado: no tiene un hilo conductor, o una cosa que le exija a la gente demasiada concentración; va a ser un poco más variado, más en comunicación con el público, teniendo en cuenta que la gente va, se sienta en las mesas, toma, come. Captar la atención, pero tampoco no exigir demasiada atención. Y bueno, el repertorio va a ser variado porque va a tener algunas cosas que nos gustaron de “Reset”, algunos adelantos de lo que va a venir a fin de año: si sale todo bien vamos a estar reestrenando “Un hombre alado”, el espectáculo que habíamos hecho de (Gustavo) Cerati, que tuvo mucho éxito; lo estamos renovando un montón, cambiándole muchas canciones, haciendo versiones nuevas de las canciones que nos gustaron y quedaron.
También en este concierto van a escuchar varias canciones que no entraron en los otros shows, en las otras ideas conceptuales que hemos tenido; son canciones que nos gustan mucho pero que las tenemos ahí sueltas para otro tipo de ocasiones como esta. Y vamos a estrenar también un par de canciones que teníamos armadas: un arreglo de Mario Spinosi, el pianista que toca siempre con nosotros, de Evanescence: es un tema que la arregló para el coro. Y un bis que lo tenemos ahí guardadito, de sorpresa: una canción bastante actual.
Vamos a estar haciendo una canción de Radiohead que nunca hicimos en concierto. Así que va a ser variado, porque va a tener de lo viejo, de lo que viene y de lo que nunca hicimos.
En equipo
-En diciembre reestrenan “Un hombre alado”. Si bien es un repertorio que tienen transitado, hay cosas nuevas y demás ¿Cómo se va tejiendo este trabajo conjunto entre los arreglos, los ensayos con el coro, trabajar las visuales, etc.?
-Hemos tenido algunas reuniones de producción, donde estuvo también la gente que trabaja siempre: los músicos, Alejandro Martín (que es la persona que se encarga todas las visuales y todo eso). Estuvimos pensando, dándole forma a este nuevo “Hombre alado”, que le ponemos “Capítulo 2: cosas imposibles”: como está la cosa hoy en día es tan difícil llevar adelante todas estas cosas, con los presupuestos, con lo que cuesta, haciéndolo todo a pulmón. Así que le pusimos ese nombre un poco para ver si podemos lograr el desafío (risas).
Es un espectáculo que va a ser un poco más electrónico: va a tener mucho el aporte de Pato Druetta, que es de este músico que hemos encontrado en los últimos tiempos que nos vino como anillo al dedo. Porque toda su impronta muy tecnológica nos viene bien, nos gusta mezclar eso; así que varias canciones van a tener el trabajo de él. Y los músicos de siempre, más Lea Valdez que vuelve: no sé si en esta ocasión o el año que viene vamos a estar agregando un quinteto de cuerdas, o una pequeña orquesta de cuerdas, para algunas de las canciones: estamos ahí en tratativas.
Hay varias canciones nuevas que estamos arreglando; las tenemos que hacer en tiempo récord, porque se viene el estreno y hay muy poco tiempo para ensayar.
-Nombraste a los músicos que suelen colaborar con ustedes. ¿Quiénes van a ser de la partida en la fecha de Tribus?
-En esta ocasión lo tenemos a Pato, que va a estar haciendo toda la parte más electrónica; lo tenemos a Mario Spinosi en piano, como decía vamos a estrenar un arreglo suyo y va a tocar algunos temas de los que ya hacíamos con él (incluso de Cerati hacíamos alguno con él). Y después vamos a emplear una pequeña bandita que armamos con los chicos del coro, algunos tocan muchos instrumentos; que va a ser más la participación de ellos para un par de temas. Vamos a hacer una versión nueva de “Lago en el cielo” de Cerati, que lo habíamos hecho hace mucho con el Ensamble Sinfónico del Litoral, era una bestialidad; ahora hacemos una versión más íntima, así que es distinta la propuesta.
Vamos a hacer otras cosas que llevan guitarra y un poco de percusión también. Son los chicos del coro los que arman eso. Más Pato y Mario.
Desarrollo humano
-En “Reset” presentaron arreglos más jugados y al mismo tiempo solistas del coro (amén de también de esta participación de los invitados), se nota un crecimiento artístico tanto grupal como individual.
-Creo que con cada espectáculo se van afianzando más las cosas. Mirando un poco los videos de lo que fue “Reset” me llama mucho la atención la soltura que está logrando el coro: cómo se afianzan ellos, cómo se sienten cómodos en el escenario una vez que tienen todo ensayado. Cuando las cosas están seguras, cuando están bien armadas yo también me libero de un montón de cosas, no tengo que estar dirigiendo cada cosa que sucede porque eso ya saben cómo van los temas, cómo son las entradas y todo; entonces nos concentramos más en la parte expresiva, en la comunicación con el público, en la comunicación entre nosotros, y la verdad que se disfruta un montón.
Creo que eso se ve ahora mucho en el escenario, porque los chicos están realmente muy relajados: se miran entre ellos, cantan mirando al público; es un crecimiento artístico bastante importante que me pone muy contento porque se disfruta un montón.
-En su momento nos habías contado cómo habían sufrido cuando no se podían juntar, y ya tener todo este tiempo de poder ensayar regularmente y verse tiene que ver con eso.
-Sí, incluso humanamente el grupo está muy unido. Creo que este regreso les hizo mucho bien: están muy contentos, disfrutando; se juntan aparte de lo que es la cuestión del ensayo. Están muy compañeros entre sí, y eso también se nota mucho a la hora de hacer música: cuando vos hacés música con alguien con el que tenés una complicidad, con una persona con la que te llevás bien, que no tenés conflictos, que tenés una buena relación. Eso es muy importante, sobre todo en un coro que es un instrumento humano, donde la cuestión sentimental también influye.
-Aparte es notable también es la continuidad de la mayoría de los coreutas, siendo que es una actividad vocacional y lo que los une es el placer de compartir el repertorio y de estar juntos. No hay compromisos más allá de las ganas.
-Sí, creo que también el hecho de que ellos aportan mucho musicalmente a lo que es la construcción de todo lo que hacemos; que no es una cosa que depende de mí solamente, sino que ellos sienten que están armando cosas, que están aportando a la parte creativa, no solo a la parte interpretativa; me parece que también les da un sentido de pertenencia.
El hecho de decir “bueno, este arreglo lo hice yo”, porque hay chicos que hacen arreglos de las canciones; o “esta instrumentación la hice yo”. Porque les doy mucha libertad: digo “esta canción la vamos a hacer con guitarra, con percusión, con un cajón peruano”; y ellos van, escuchan la canción, arman la instrumentación. No les digo cómo tienen que hacerlo, pero son muy aplicados, y en ese sentido todo eso que se logra tiene que ver con una construcción más bien colectiva y no tanto dependiendo de la cabeza, que yo sea el que dice “esto es así o asá”. Ellos aportan un montón y creo que por eso también sienten que son un poco dueños de todo lo que sucede.
Pensando el futuro
-Recién hablábamos de que para diciembre se viene se viene este “2.0” de “Un hombre alado”. ¿Hay otras ideas para otros espectáculos conceptuales?
Sí, la idea está dando vueltas. Tenemos un par de ideas conceptuales, que una vez que suceda esto de “Un hombre alado” (que creo que lo vamos a hacer ahora a fin de año y también el año que viene a principios) ya tendríamos que empezar a pensar en armar el próximo, que sería a fines de 2023 y lo que sigue.
Tenemos la idea rondando de hacer algo de Coldplay, justo en este momento que la banda está en un pico muy importante y que va a venir a Argentina a hacer diez River. Pero vamos a testearlo: depende de si la gente queda harta de Coldplay o si se queda entusiasmada. Así que bueno, está ahí la idea de hacer un concierto con canciones de Coldplay, que tienen muchísimas, y creo que le quedaría muy bien al coro.
Y otra idea que hemos estado pensando hace un tiempo es hacer un espectáculo donde hagamos versiones de canciones de rock mezcladas con el gospel o algo así; pero no canciones que tengan que ver con la cuestión religiosa ni nada de eso: la parte gospel pero de canciones más rockeras, un poco una mezcla de eso.
Siempre conceptos nos sobran, lo que no nos sobra a veces es tiempo o el presupuesto que implican.
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