Parece lógico pensar que un rey o una reina necesita estar pendiente de su teléfono móvil. Pero no tiene por qué ser así. El rey Harald de Noruega ha conseguido prescindir de él hasta los 83 años. Exactamente fue el año pasado cuando tuvo su primer teléfono móvil, y no porque hubiera tareas urgentes que le requirieran estar pegado al móvil, sino que la pandemia le obligó a hacerle hueco en su vida.
Él mismo lo ha confesado esta semana durante el discurso pronunciado en la tradicional cena con los miembros del Parlamento ofrecida en el Palacio Real. Haciendo balance sobre este último año y lo que ha significado estar aislados, ha dicho el monarca: “Si hay algo que realmente hemos aprendido desde marzo del año pasado, es la importancia de la tecnología moderna para poder estar en contacto. Por lo tanto, fue grande la alegría en mi familia cuando obtuve un teléfono móvil. Solo me llevó 40 años”.
Tras la revelación, el rey se echó a reír lo que provocó la risa general y la sorpresa ante lo revelado por el monarca. Incluso la reina Sonia pareció sorprenderse con las palabras de su marido. Respecto a cuándo sucumbió ella a la llamada del móvil no lo sabemos pero hace años que usa smartwatch por lo que es de suponer que el móvil es parte de su vida desde mucho antes que el rey.