Lunes 14.10.2024
/Última actualización 14:20
La jornada dominical de cierre del Harlem Festival comenzó calurosa; pero al menos en el Main Stage Indoor, en la nave de la Estación Belgrano. Lo hizo con la actuación de Crema, los rosarinos que en el verano ganaron el Concurso de Bandas de Tribus y ahora llegaron a través de la convocatoria del portal Banda Invitada. Pudieron mostrar su propuesta funky moderna a los tempraneros. Presentaron canciones de su reciente disco, y anunciaron regreso para noviembre.
Mucho público llegó temporano para no perderse ninguna de las propuestas, tanto de las rockeras como de las urbanas. Foto: Carolina NiklisonEl escenario exterior fue abierto por Feli Ruiz, salido de la escena del “manso indie” mendocino, con un disco debut en preparación. De pelo rojo y voz suave, salió a la pasarela a enfrentar el sol de la siesta. “Esta canción la escribí cuando me mudé a Buenos Aires”, presentó “Capital Capital”; también mostró “Converse All Star” y “Siempre es para siempre”.
Entre amigos
El Escenario Alternativo, cruzando los galpones, debutó con los raperos santafesinos De las Chapas Crew. Pero al mismo tiempo en el Indoor (los escenarios principales fueron en continuado, como en la mayoría de los festivales) arrancó El Purre, para un público incipiente, pero celebrarorio. Al frente de una formación eminentemente rockera, el actor y cantante José Giménez Zapiola (chaleco y pantalón elastizado) salió a defender las canciones de “Nuestro Truman Show”, como “Soledad”. “La siguiente canción la escribimos con un amigo, Muerdo, de España”: se trataba de “No me sueltes”.
Invitó a Mery Granados (compañera de gira) para cantar “No me mires así”, y “La verdad” sonó con algo de La Vela Puerca. Prometió “una que conocemos todos” y encaró “Tu cárcel” de Los Enanitos Verdes (la misma que Franco Rizzaro un día antes). Encaró “Saber cómo estás”, grabada junto a los Cruzando el Charco, y cerró con “Nuestro Truman Show”, la que da nombre a la placa.
Las chicas no dudaron en retratar el momento compartido en el festival que cada vez atrae más gente de fuera de la ciudad y su entorno inmediato. Foto: Carolina NiklisonAfuera, Sofía Mora afirmó estar nerviosa por su primer festival y su primera visita a la ciudad. De saquito rosa abierto, corpiño negro y jeans anchos, interpretó “Medio cliché” con las inflexiones vocales del R&B. Un beatbox del tecladista dio comienzo a “Me siento tan bien”, con solos de cada instrumento, y “La última que salió” (“Voy a estar bien”).
A pedido hizo “Segunda opción”: comentó que triste es serlo, pero cuando aparece alguien especial se le puede decir “Kiero ke te kedes”. El tramo final fue con “360 al mundo” y “Mi mundo entero” (dedicada a su novio), cerrando con “Salamaleco”.
Los Un Verano invitaron a El Purre “para una de rock nacional”: “Costumbres argentinas” de Los Abuelos de la Nada. Foto: Carolina NiklisonUna voz sintetizada recibió al público de Un Verano, quienes estuvieron en la previa porteña del Harlem: ellos Flexo (voz,) Renzo Luca (guitarra, teclados y producción), La Duke (guitarra, cada vez más parecido al Pájaro Caniggia), Gero Peguino (batería), y Milán (bajo), sumando un saxofonista.
Interpretaron la nueva “Rosa”; invitaron a El Purre “para una de rock nacional”: “Costumbres argentinas” de Los Abuelos de la Nada y un Calamaro de 17 años; e invitaron a Pablo Giménez, guitarrista de El Zar, para interpretar “Foto” (originalmente grabada junto a Asan y Lautaro López)
Recordando su tiempo como músicos de Chano Moreno Charpentier, le dedicaron “Adiós”, antes de una versión de “Voy a olvidarme de mí” de Carlos Vives. Viajaron al comienzo con “Tímida”, y Flexo presentó una canción de amor que ahora es triste: “Cómo estás? :$”. “Vamos a hacer algo que hace Freddie Mercury”, apuntó, antes de invitar a repetir sus frases. El agite final fue con “De abajo para arriba”, que grabaran recientemente con Chano.
“¿A Cris Morena la conocen?”, preguntó Facundo Lago de Cruzando el Charco, antes de “¿Por qué?”, versión de un tema de “Floricienta” que salió hace poco. Foto: Carolina NiklisonTodos los ritmos
Los platenses de Cruzando el Charco salieron a la tardecita, iniciando el tramo de más expectativa de la jornada. Los encabezó como siempre Facundo Lago, con remera de Paul McCartney y camisa a cuadros blancos en la cintura.
“Hoy” arrancó folkeada y se puso rockera y coreada. “Estamos presentando disco nuevo. Un poquito de rock and roll”, dijo el referente antes de “Cada error”, con las guitarras de Nahuel Piscitelli y Maxi Abal al frente, acompañados por Juan Matías Menchón en el bajo.
“El verano” vino en plan cuartetero; un dembow reggaetonero en la batería de Matías Perroni se vistió de cumbia para “Dueños del ritmo”, que supieran hacer con Gustavo Cordera. Nahuel (en shortcitos mínimos (salió a la pasarela a saludar e invitar a bailar una cumbia: cantó “Cartagena”, apoyado en la percusión de Ignacio Marchesotti y el teclado de Damián “Ticky” Rodríguez.
Tocaron una canción que grabaron con Chano, “Nada nace”, dedicada para él. “¿A Cris Morena la conocen?”, preguntó Lago, antes de “¿Por qué?”, versión de un tema de “Floricienta” que salió hace poco: la audiencia se erizó de celulares para capturar el momento, uno de los más coreados, entre las guitarras afiladas de Piscitelli.
El canto popular siguió en la baladística “El trato”, con solo de Maxi; “Lo nuestro tiene magia” pasó en tiempo de reggae, seguida por “Volver a nacer”. “Llevamos cinco días de gira, nos cruzamos con varios amigos de La Plata: esta no es la excepción”: convocaron a Renzo de Un Verano (“productor de puta madre”) para “A mil” (“Hoy te tengo así / Los ojos en frente / No soy tu país / Ni vos mi presidente”); todos los “ambulantes” fueron a la pasarela a celebrar el solo del convidado”
Empezaron a cerrar con “Para mucho más”, apta para las canchas. “Nos vemos quién sabe cuándo”, saludó el cantante, antes de “Terminales”
Willy Bronca en formato banda probablemente fue uno de los más convocantes del escenario lateral. Foto: Carolina NiklisonSin armadura
Willy Bronca en formato banda probablemente fue uno de los más convocantes del escenario lateral. Pero a la misma hora Saramalacara salió a defender “Heráldica”, su reciente álbum, en su tercera visita al Harlem (contando la de la RipGang el año pasado). La princesa oscura de la música urbana (del club de las “incorrectas” como Taichu), lo hizo sola sobre el escenario, apoyada en pistas decididamente electrónicas; con su pequeña figura enfundada (es una manera de decir) en remera, culotte, mitones y polainas negros.
Tras la “Intro” del disco, pasó “Humo”. “Gracias por este pogo, gracias por todo en el horizonte”, afirmó antes de “10percs”. “Loquísimos del demonio, sangre, infierno”, tiró como un saludo, para pasar a “Fotolove!”. También comentó sobre Santa Fe: “Es todo muy lindo: pajaritos, nadie me rompe las bolas. Me mudo acá”.
“Xqsi” ya metió oscuridad (“Si me muero mañana, nada va a pasar / Three stars en el cielo, me van a guiar”). Pidió que bajen las luces para “un momento íntimo”, con “Diamantes & Kalashnikov” (“Cuando pienso papá, la verdad, yo no sé nada / Pienso en mamá, ojalá me perdonara”) y armó rueda de pogo para la uptempo “Guchi Polo”. “Quiero que se vayan bendecidos”, afirmó antes de “Twilight” (cover de Carzé y Rojuu) con AutoTune violento y muchos BPM. Se prendió un “divertido” antes de cantar “Tu droga”, y remató el set (ya de buzo) con “Darksouls” y “Sola” (con algo de canción de porristas, a lo “Mickey” de Toni Basil, pero con otra presencia de espíritu).
Saramalacara salió a defender “Heráldica”, su reciente álbum, en su tercera visita al Harlem (contando la de la RipGang el año pasado), afianzándose como la princesa oscura de la música urbana. Foto: Carolina NiklisonRioplatenses
La Vela Puerca, en su regreso a Santa Fe después de varios años, era uno de los dos nombres fuertes de la jornada, “el rockero”. Los uruguayos coparon el patio entre banderas y chicas a cococho, encabezados por los “Sebastianes” (el “Enano” Teysera y el “Cebolla” Cebreiro).
Arrancaron con “Llenos de magia” y siguieron con “Por la ciudad”, con agite en la melodía de las guitarras de Rafael Di Bello y Santiago Butler, con Teysera en la rítmica. Vinieron “Escobas” y “Jugando con fuego”, con Butler (de remera de Pixies) metiendo su solo, y los dos vocalistas cantándose entre ellos con la química de los comienzos. “El huracán” arribó con la precisión de los vientos (Carlos “Coli” Quijano en saxo y Alejandro Piccone en trompeta) subrayando cada frase, antes de hacerse cargo de la melodía de voz.
En “Jugando con fuego”, los “Sebastianes” de La Vela Puerca (el Enano Teysera y el Cebolla Cebreiro) se cantaron entre ellos, con la química de los comienzos. Foto: Carolina NiklisonSiguieron con “Casi todo”, con vientos al palo y el Cebolla en acústica para “Y así vivir”. “Vamos La Vela de mi corazón”, entonó la multitud, antes de “La pastilla” y “El soldado de plomo”, apostando al histrionismo de Cebreiro. Teysera arrancó “Va a escampar” escoltado por Di Bello (momento muy filmado), que se abrió a toda la banda desde las teclas de Diego Méndez, rematando en solo de Rafael y la monada saltando.
El Sebastián de la gorra tomó el protagonismo nuevamente en “Polidoro”. “Hace un montón de años que no veníamos a Santa Fe, gracias por el cariño de siempre”, saludó el Enano; fueron a “Burbujas”, arrancando con ritmo festivo y acelerando en la viola de Di Bello. En “Sin avisar” cantaron los compañeros lado a lado nuevamente; melodía nació como un himno en la guitarra para que el Cebolla le entre a “Haciéndose pasar por luz”. “Todo el karma” se erigió entre la densidad del arpegio de guitarra y el órgano y los vientos para arriba.
Quijano, ya acompañado por voces, dio largada a “Zafar”, en la que el Enano se fue a la pasarela para cantarle a las banderas ondeantes. El furor creció con “El viejo”, cantada directamente por la gente, sumando más las voces de los cantantes (especialmente el color rasposo de Teysera) y un solo de Butler.
Remataron el bloque con “El profeta”, “¿Están para una más?”, preguntó el Sebastián de la barba (el concuñado de Emiliano Brancciari, el compañero de surf de Luis Lacalle Pou), acompañándose con la acústica en “Vuelan palos” junto a los vientos, que tocaron la melodía para que se vuelva a escuchar “Vamos la vela de mi corazón”.
Agustín Cruz, aka Acru, apareció de campera de jean, al frente de un mix de DJ y power trio (guitarra, bajo y batería) y disparó sus rimas a una velocidad imposible. Foto: Carolina NiklisonRimas afiladas
Agustín Cruz, aka Acru, apareció de campera de jean, al frente de un mix de DJ y power trio (guitarra, bajo y batería). Junto a ellos repasó buena parte de su repertorio, como “Kien?” (“A veces solo soy un globo entre las roca’ / El que sabe, sabe. El de visera flota”), entre columnas de humo; “Estuve ahí”, “Malibú”, “Throw Up Session #2” (“Borracho caigo en el baile, yeah, suelto bars en el cypher / En vez de frontear low riders, ah, dale cash al ghost writer”, a una velocidad imposible) y Throw Up Session #3”.
Pero estaba por venir el otro nombre fuerte de la noche, el de la música urbana. Mateo Palacios Corazzina, Trueno para todo el mundo, entro con un pasacassette boombox/ghettoblaster como un gansta rapper de los 80 (se mechó “Gansta’s Paradise” de Coolio) de la mano de “Plo plo”. De musculosa y bermudas negras, el pelo trenzado a lo “Million Dollar Baby”, estuvo acompañado por una formación de batería, percusión, teclados/bajo, guitarra y segunda voz a cargo de Kmi420.
Saludó a Bizarrap, anticipando que venía la “Bzrp Freestyle Sessions, Vol. 6”. La base de “Killing in the Name” de Rage Against the Machine dio comienzo a “Fuck el Police”, con mucha gente saltando y agitando las manos. Pidió cuidar a la gente, especialmente a los chicos. Subió a la tarima para el slowtempo de “Night”; un pasaje de piano jazzístico hizo la transición a “Rain III”, con intenso solo de guitarra.
¿La gente vino ready para hacer quilombo?”, preguntó Kmi. Trueno saludó a Duki antes de “Panamá”, el feat que los unió. Trueno agradeció a su gente por cada disco, y habló de esta gira, el Último Baile World Tour. “De regalo” trajo “Real gangsta love”, con un camarógrafo encapuchado filmándolo de cerca en la pasarela, entre luces naranjas. La hitera “Tranky Funky” salió bien ídem; con llamaradas en la pantalla la dupla se mandó al rap duro de “The Roof Is on Fire” y “No Cap - A Colors Show”.
El Harlem es una ocasión ideal para pasarla con amigos o parejas, en una tarde de música y entretenimientos conexos. Foto: Carolina NiklisonDespués de que Kmi se llevara el boombox, Corazzina dejó “bien el claro los valores de este movimiento”, y de la recepción “desde el disco ‘Bien o mal’ en adelante. El hip hop borra las fronteras, la música está para unir. Acá somos todos hermanos de la misma madre: la ‘Tierra Zanta’”. Ahí fueron al hit de raigambre latinoamericana, con la percusión y la batería a full para pasar por el candombe en el estribillo y crecer en el final, con la voz de Víctor Heredia sonando en el fondo.
El viaje latino siguió en la intro de “Pull Up”, que viró en reggaetón y funk, enganchada con la centroamericana “Como antes” El saludo a Tiago PZK indicó que venía otro hit conjunto como “Salimo de noche”, que mutó en “Ñeri”, entre luces y pantallas verdes, en el miso segmento reggaetonero que pasó por “Los aparatos” (feat con El Alfa).
“¿Estamos para que la gente salte un poquitito?”, preguntó, para viajar a un registro más disco con “Ohh Baby”. Nuevamente entarimado, afirmó: “Estoy orgullo de hacer esta gira en mi país; la dejo para lo último porque les quiero dar lo mejor”. “La nota” se fue a unos colores de electrónica house, con el camarógrafo fantasma ya instalado en el escenario. El enganchado fue con “Mamichula”, con la voz de Nicki Nicole grabada.
De ahí se corrió a “Cuando el bajo suena”, con llamas en las pantallas, improvisando con Kmi un baile cosaco. “¿Están las guachas atrevidas y los guachos atrevidos de Santa Fe o no?”, fue la pregunta que antecedió a “Atrevido”, con el solista vistiendo la camiseta argentina. Ya al límite del horario anunciado, dijo que tenía una más: se quedó en cuero para “Dance Crip” (y su cita a “Rapper’s Delight”), con músicos y cámara en la pasarela, y terminando con unos pasitos a lo James Brown en la plataforma. Hubo una última invitación a saltar juró al groove de la banda, y un saludo final brazos en alto, como un boxeador
Así termino el último concierto del festival. Pero llegando a la madrugada del lunes, no pocos se acercaron a la fiesta Picheo 808 para cerrar bailando y desafiar a la semana que comenzaba.