Miércoles 12.5.2021
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En octubre de 1968 un desconocido llamado George A. Romero estrenó “La noche de los muertos vivos”. Había zombis, pero estos poco tenían que ver con aquellos que habían mostrado Edward y Victor Halperin en “White Zombie” (1932) o Jacques Torneur en “I Walked with a Zombie” (1943). Ahora estas criaturas “sin alma” eran la excusa para dialogar, desde los esquemas del género del terror, sobre las problemáticas de la sociedad contemporánea. Detrás de las fachada gore era posible leer miradas ácidas sobre el racismo, la contracultura y hasta la guerra de Vietnam. Como señala el escritor y Adisakdi Tantimedh, “ésta es la película de terror que elevó el listón del género en la segunda mitad del siglo XX y alejó las historias de las anticuadas convenciones góticas del pasado, para arrojarlas a la luz fría y despiadada del presente”.
Romero, quien consiguió una enorme repercusión con su film, mantuvo sin embargo su impronta independiente y dio continuidad al subgénero zombie en seis oportunidades hasta 2009, cuando presentó “La reencarnación de los muertos”. Falleció en 2017, pero dejó un proyecto a medio camino. Junto a Paolo Zelati, había comenzado a preparar los primeros borradores del guión de “Twilight of the Dead”, que iba a ser el gran cierre de su saga. Ahora, entró en el juego Suzanne Romero, viuda del cineasta, quien continuará trabajando junto a Zelati para poner a punto el guión. “Le di mi bendición absoluta siempre y cuando pudiera estar ahí en cada paso del camino para que se mantuviera fiel a la visión de George”, dijo Suzanne Romero. “Puedo garantizar que George estaría tremendamente feliz de verlo continuar. Quería que este fuera su broche final en el género zombie”, aseguró según consta en Hollywood Reporter. Suzanne adelantó que “la historia se desarrolla en un mundo diezmado. La vida casi ha desaparecido. Pero todavía puede haber esperanza para la humanidad”.
Las influencias que tuvo el cine de Romero son difícil de mensurar. Cientos de cineastas se inspiraron en su legado para modelar sus películas, ejemplos son David Cronemberg, Tobe Hooper y Sam Raimi. Pero su ascendiente llega incluso hasta Argentina y específicamente a Santa Fe donde, por ejemplo, se rodó “Animalia” serie de terror con zombis, creada por los santafesinos Laura Mó y Agustín Falco. Consultada respecto a la figura de Romero, Laura Mó, señaló que Romero “logra una reinvención del subgénero a través de una nueva narrativa, que mezcla elementos del cine de terror y de la ciencia ficción. Asimismo, propone metáforas visuales que plantean una resignificación de la figura del zombi, que opera cómo símbolo del lado más salvaje de la Humanidad”.
D.R.“Romero se aleja del zombi surgido en el vudú, para desarrollarlo como una representación del lado más oscuro de los humanos, proponiéndolo como un ser individualista y voraz. A través de sus películas, nos conduce a reflexionar sobre el racismo, el tratamiento misógino hacia la mujer, incluso sobre la sociedad capitalista. Desde esta narrativa moderna, que pone en foco en los conflictos y dramas humanos, logra expandir las fronteras del subgénero volviéndolo atractivo para una mayor cantidad de público”, remarcó.
Otro argentino influenciado por Romero es el cineasta Pablo Schembri rodó “Zombies en el cañaveral. El documental”, una entretenida ficción sobre una película perdida de 1965 que cosechó éxitos en Estados Unidos y Brasil, pero que en Argentina fue censurada por el flamante ente censor del gobierno de facto de Juan Carlos Onganía y que habría servido de inspiración, cuando no de plagio, para George Romero.
D.R.“Más allá de la innovación en cuanto a lo que significa el avance en el género, en proponer una nueva forma de ver a los zombis, Romero tiene dos cosas muy importantes. Primero, la vocación de realizador independiente. Recordemos que ‘La Noche de los muertos vivos’ está hecha en forma absolutamente independiente, con recursos mínimos, lo que le permitió a él y al guionista trabajar en forma mucho más libre que si lo hubiera hecho para un estudio”, remarcó el cineasta en diálogo con este medio.
“Como segunda cosa, está la visión política que impone en el género. Desde la inclusión de un personaje afroamericano como protagonista, siempre hay una segunda lectura en lo que podemos ver en ‘La noche de los muertos vivos’. Muchos hablan de ‘El amanecer de los muertos’ como su película más importante. Yo creo que su debut es el que rompe realmente las reglas del cine de género. Lo que hace él después es afianzar esta forma de trabajar.
Es un artista que respeto mucho por haberse manejado a lo largo de toda su vida en forma independiente, pudiendo en más de una ocasión haber trabajado para grandes estudios. Es un artista que dedicó su vida a hacer películas muy personales dentro del género. Es un creador único”, finalizó Schembri.
D.R.