Miércoles 1.9.2021
/Última actualización 15:47
“Ese cementerio es la patria con cuerpo y alma, la patria del mañana. Allí volvemos a estar todos juntos: allí es el valle de Josafat, donde cabremos más tarde, reunidos para ser juzgados por la Historia”. Esta frase de Domingo Faustino Sarmiento, contenida en “Vida de Dominguito”, es la que elige la escritora María Rosa Lojo para iniciar su nuevo libro “Así los trata la muerte”. Que, al igual que su anterior trabajo “Historias ocultas en la Recoleta”, toma como base la vida y la obra de un puñado de personajes cuyos restos descansan en el cementerio más famoso del país, ubicado en Junín 1760 de la ciudad de Buenos Aires.
La autora se adentra en esas personalidades y repasa cómo fueron sus vidas terrenales. Pero luego, ya de lleno en el terreno de la imaginación, conjetura cómo los trata la muerte, “en el trasmundo que supieron conseguir”. De este modo, emergen relatos donde Lucio V. Mansilla dialoga con Manuel, su valet bajo la forma de dos confundidos fantasmas a fines del siglo XX; la escritora Eduarda Mansilla viaja otra vez a los Estados Unidos, pero durante el gobierno de Donald Trump y José María Calaza, jefe de bomberos de Buenos Aires, conoce Nerón. Son, como dice la síntesis del libro, “relatos donde seguimos oyendo las voces de muertos que tienen mucho para decirnos sobre la condición humana”.
Gentileza Penguin Random HouseFoto: Gentileza Penguin Random House
Más allá del cielo y el infierno
María Rosa Lojo concedió una entrevista a este medio, donde repasó la instancia de preparación del libro y de selección de las figuras históricas que pueblan sus páginas. “La propuesta es histórica, sin duda, porque son personajes que vivieron y actuaron en un pasado reconocible y muchas veces entrañable para nosotros. Pero no se los ve solamente desde la perspectiva de lo que hicieron en ese pasado, sino a partir de la dimensión que se les abre después de la muerte. Por eso tiene una apuesta sobrenatural, que a veces es humorística y otras veces inquietante, dependiendo del personaje”, afirmó.
La premisa central del libro es que la muerte va a actuar sobre cada uno de acuerdo a sus itinerarios vitales. “Van a ir al tipo de transmundo que pudieron haber construido en su paso terrenal. Algunos están en el libro como fantasmas que vienen por asignaturas pendientes que dejaron en la tierra. Hay encuentros entre estos muertos argentinos y los de otras culturas y momentos históricos. No son dimensiones etiquetadas de una manera confesional, no es que uno se vaya al cielo y otro al infierno, son dimensiones culturales y que responden a la construcción de sus vidas”, expresó Lojo.
Todos los seres que deambulan por las páginas revisten interés. Pero algo que satisfizo a la autora en el momento de escribirlo fue su buceo por las biografías de mujeres de antaño. “Vengo trabajando con mujeres argentinas desde hace tiempo, pero ahora está en boga la revalorización de sus papeles en la historia y la cultura”, describió. De hecho, en uno de los relatos la escritora Eduarda Mansilla viaja a un Estados Unidos gobernado por Donald Trump. “Esto es significativo porque Eduarda tiene un libro que se llama ‘Recuerdos de viaje’, que es la crónica de sus visitas a Estados Unidos. Hay un paralelo interesante para hacer entre lo que vio en ese momento y lo que ve en mi relato en 2018, cuando vuelve a buscar un legado que dejó a su familia y se extravió”, contó.
Un gusto que la escritora se dio en en este libro fue hablar sobre escritores, algunos de los cuales ya fueron protagonistas de otras novelas suyas como Lucio Mansilla. “Pero también hay otros personajes muy curiosos, que están acá porque fueron testigos de momentos bisagra o situaciones clave de la historia argentina, como el médico Polidoro Segers, que vio de cerca la masacre de los selk’nam en Tierra del Fuego”, indicó.
Los relatos que María Rosa incluye en “Así los trata la muerte” son elocuentes en la medida en que escarban en el pasado pero resuenan en el presente. “Siempre nos interrogamos sobre el pasado desde el hoy, desde los problemas, inquietudes, temores y utopías actuales. Vemos nuestro pasado condicionado por nuestro presente. Cada tiempo tiene sus ficciones históricas. La ficción histórica, en ese sentido, es forzosamente anacrónica. Habla de nosotros, de los que escribimos en el presente”, consideró.
Gentileza Alejandra LópezFoto: Gentileza Alejandra López
El deslumbramiento de Lojo por el Cementerio de la Recoleta de la ciudad de Buenos Aires no es nuevo, sino que viene de hace muchos años. “En 1979, poco después de casarnos, mi marido y yo hicimos un ‘safari fotográfico’ por el cementerio. Nos tomamos el tiempo para ir a conocerlo y todavía tengo fotos y diapositivas de esa época. Realmente es un patrimonio cultural en todos los sentidos. Arquitectónico, histórico y narrativo. La fascinación estuvo siempre. Después surgió la oportunidad de hacer los dos libros. Pienso que no es solo un cementerio de Buenos Aires, es un cementerio emblemático de la historia argentina”, finalizó.