Corleone: la ciudad de la mafia siciliana desempeña un papel central en la vida de Al Pacino. Por un lado, la familia de su madre viene de allí. Por otro, le dio su nombre al icónico mafioso Michael Corleone en la trilogía cinematográfica El padrino. Es este papel el que convirtió a Al Pacino en una estrella de Hollywood y, a los ojos de algunos críticos, incluso uno de los mejores actores de la historia del cine.
Tenés que leerAl Pacino en Buenos AiresSin embargo, su historia no empezó en Sicilia, sino en el distrito de East Harlem, en Nueva York, adonde emigraron su familia y donde Alfredo James Pacino (nombre completo del artista) nació el 25 de abril de 1940. Sus padres se divorciaron cuando él tenía dos años. Creció con su madre y sus abuelos en condiciones precarias en el Bronx. Llevaba la actuación en la sangre. Según su biógrafo Lawrence Grobel, sus amigos ya le llamaban "el actor" en la adolescencia.
Aprendizaje con Lee Strasberg
Pacino se atrevió a dar el paso de hacerse profesional. Y lo consiguió. Lee Strasberg, el legendario maestro de interpretación e inventor de la técnica del "método de actuación", lo introdujo en la escuela de teatro de Nueva York. Fue un día que quedó en su memoria durante mucho tiempo, porque Strasberg, que dio personalmente la bienvenida a los nuevos alumnos, fue el primer estadounidense en pronunciar correctamente el apellido italiano Pacino. Así lo contaría el actor tiempo después.
Los primeros papeles teatrales no tardaron en llegar. El productor de cine Martin Bregman lo descubrió en una obra alternativa fuera del circuito de Broadway. Fue quien le abrió las puertas de Hollywood al actor.
En 1971, Pacino hizo su primer papel importante en la cinta Panic in Needle Park, un drama ambientado en Manhattan. En las audiencias para obtener el papel protagonista, por cierto, se había impuesto a un tal Robert de Niro. Los dos actores, ambos estadounidenses con raíces italianas, siempre estuvieron estrechamente conectados, a veces compitiendo con rivalidad, a veces juntos como compañeros en grandes películas. Y, finalmente, en estrecha amistad.
Pacino se convierte en leyenda con "El padrino"
Panic in Needle Park allanó el camino a Pacino hacia una de las grandes obras cinematográficas del siglo XX. En 1972, Francis Ford Coppolla lo eligió para su trilogía de la mafia El padrino y le ofreció el papel de Michael Corleone, el hijo vacilante del jefe de la mafia Don Vito, que sería interpretado por Marlon Brando. Pacino le debe dos de sus nueve nominaciones al Oscar a su actuación en El Padrino (una por la primera entrega y otra por la segunda).
Solo recibió este preciado trofeo una vez: en 1993 como mejor actor por la película Esencia de mujer (The Fragrance of Women), estrenada en 1992. Una película en la que Pacino pudo desplegar su capacidad interpretativa más allá de los papeles de gángster y de mafioso en los que quedó prácticamente encasillado después de El Padrino.
Casi una década antes del Oscar se había afianzado en el género con otro inolvidable papel de gángster, como mafioso desquiciado en Scarface, de Brian de Palma, estrenada en 1983.
Lealtad al teatro y a Shakespeare
Establecido desde hace años en el Olimpo de Hollywood, Pacino, un apasionado de Shakespeare, también se ha mantenido fiel al teatro. El otrora "padrino" de la mafia le atraían especialmente los personajes rotos del más grande autor británico, como los de Rey Lear (King Lear) y Ricardo III. También Arturo Ui de La resistible ascensión de Arturo Ui, del alemán Bertolt Brecht.
Con casi 80 años, Pacino apareció nuevamente en la pantalla en una epopeya de la mafia. Martin Scorsese lo eligió para El irlandés (The Irishman) en 2019. De Niro fue de nuevo parte del elenco. También Harvey Keitel, amigo de los tiempos de estudiante junto a Lee Strasberg. "Echo de menos Nueva York", dijo Pacino recientemente en una entrevista, quien ha vivido gran parte de su vida en Los Ángeles con su familia. En la conversación también confesó que Hamlet, de Shakespeare, era su pieza favorita, pero desafortunadamente había perdido la oportunidad de interpretarlo.