Jueves 8.2.2024
/Última actualización 12:16
Con 27 años de trayectoria, 17 discos propios, más de un centenar de participaciones como sesionista en diversos proyectos e innumerables presentaciones en su haber, Lobo se encaminó también como solista con una banda estable en Buenos Aires, paralela a Dancing Mood. Con sus discos “Street Feeling” (2014), “Stay Rude!” (2016), “Ska Is The Way” (EP, 2017), “Neighborhood Rules” (2018), “En vivo en Finisterre” (2019) y “Hugo Lobo & Friends” (2019), recorre todo el país sacando brillo a su notable capacidad para establecer conexiones, buscar talentos y armar bandas de ocasión exclusivamente con los músicos locales; desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, desterrando la idea de una “centralización musical” en Buenos Aires.
Con esta propuesta se presentará en Tribus Club de Arte el viernes 23 de febrero a las 21; las entradas están a la venta en la boletería de Tribus (de miércoles a domingo, de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos).
Como anticipo, El Litoral conversó con este militante de la música instrumental para conocer más sobre este formato y las novedades de sus otros proyectos.
Entendimiento musical
-Volvés por estos pagos; vas a hacer Córdoba, Santa Fe y Rosario en este formato solista, con las backing bands que se arman en cada lugar.
-Así es: esta modalidad que vengo haciendo hace diez años. Es algo que no dejo de hacer, porque me parece que hace falta: me gusta hacerlo, está bueno también generar movida para otros músicos, de otros lugares; y para mí también obviamente. El objetivo principal es un poco mover el avispero por todo el país, no es el caso justamente de estas tres ciudades, pero hay muchos lugares que tienen poquitísimos lugares para tocar, o en algunos casi ninguno. Eso lleva a que un montón de músicos no tenga la forma de llegar.
La idea es en cada uno de esos lugares tocar dos veces por año, ir rotando los músicos; eso genera trabajo en conjunto y es bueno para músicos que la tienen más difícil todavía de lo que es.
-¿Cómo se arman estos conciertos? Alguna es gente que fuiste conociendo a lo largo de estos años; en otras ciudades por ahí tenés que hacer el primer contacto exploratorio con algún artista.
-Ya di tantas vueltas que ya se armó; me quedan muy poquitos lugares donde todavía no fui y no conozco los músicos. La mayoría de las primeras veces, la fecha la arma un productor: siempre es algún músico el que produce conmigo. Pocas veces son bandas en sí, sino que son selecciones de músicos, que por supuesto las hacen algunos de los mismos músicos con lo que hago la movida; o algún productor convoca algún músico y ahí se empieza a armar el combo. Tampoco es la idea tocar con una banda ya consolidada, sino que vayan siendo diferentes músicos.
El repertorio lo voy cambiando: al comenzar cada una de las giras mando las partituras, los audios; la banda ensaya, llego y hacemos un ensayo, generalmente en la prueba de sonido, y hacemos el show. La condición para que se agilice un poco la cosa es leer música, porque las partituras son las que mandan; entonces ahí ya hay una media de nivel que se acomoda de esa manera
-¿Quiénes van a estar en el show de Santa Fe?
-Hay muchos miembros de Fer Lagger Ska Jazz; ella es la directora de esta banda que va a armar. No es la banda entera, hay otros músicos también. En Santa Fe siempre estoy tocando con diferentes músicos; Si bien hago shows con Fer, he tocado como Motta y con muchos otros músicos que siempre me acompañan y conozco hace muchos años. Pero como decía, la idea es ir rotándolos un poco.
-De todos modos, además de la banda que se arma, en cada fecha hay uno o dos bandas más. También es parte de ese ida y vuelta.
-Totalmente, siempre tratamos de compartir con otras bandas, que a veces me las sugieren los mismos músicos.
Aprendizaje constante
-¿Cómo se combina toda esta actividad tuya con la actividad de Dancing Mood, del Hugo Lobo Cuarteto y otros proyectos (ya sos muy convocado)?
-Es algo a lo que me dedico y que lo tengo bastante aceitado; pero es absolutamente todos los fines de semana del año, no parar: si no es con una cosa es con la otra, porque precisamente voy buscando los huecos de cada proyecto. Todos los años, por suerte; pero uno se va dando cuenta: pasan los años y cuando mirás decís: “No me he tomado un fin de semana y estamos en diciembre”.
Pero bueno: me gusta la hiperactividad. A veces no me doy cuenta: se van agregando fechas, y me doy cuenta cuando estoy limado. Pero ya son muchos años de carrera, muchos cambios en la música que se escucha ahora; hay que siempre estar en movimiento para mantenerse vigente uno y este estilo de música también, que va cambiando.
-De todos modos, cuando armás esto de los huecos Dancing Mood tiene una prioridad.
-Por supuesto: es mi proyecto principal; pero me tomo todo de la misma manera. Manejo bien en ese sentido con anticipación las agendas, entonces cuando está terminando el año ya tengo la mitad del otro armado.
-Más allá de que se amplía el trabajo y se abren oportunidades en cada lugar, ¿qué te da como músico ese encuentro permanente con gente diferente, distinto al tener compañeros estables de largo tiempo?
-Muchísimo aprendizaje: uno aprende tocando con otra gente. Muchas veces te encontrás con gente con el mismo o más nivel vos, otras veces no; pero en los tres casos uno aprende tocando. Más en esta música, que es instrumental y uno tiene mucho tiempo para escuchar lo que están tocando. Imaginate que en el fin de semana de esas fechas toco con 21 músicos diferentes; multiplicá eso por todos los fines de semana del año, y todos estos diez años. La manera de tocar de cada uno, en esta música en la que cada uno tiene diez solos por show: uno está escuchando atentamente, y eso se te filtra y van apareciendo ideas que después vaya a saber de dónde vienen.
Eso además de lo personal, de que te quedan un montón de cosas, de que tocás con pibes jóvenes que tal vez te dicen: “Te escucho porque mi vieja, mi viejo te escuchaban, y ahora estoy tocando con vos”; o que siempre te escucharon. Un montón de cosas que son muy flasheras. Uno también aprende a seguir estando con los pies donde los tuvo siempre: es una manera de volver a tocar en bolichitos.
-Podés tocar incluso temas que hacía mucho que no tocabas.
Sí; de todas maneras, me dedico muchísimo a cada uno de los proyectos, y no toco tema de Dancing Mood en los repertorios solistas, son otra cosa. Es una versión más reducida, que suena más tradicional, más rústico; algún que otro tema clásico quizás; pero todo se basa en los cuatro discos solistas.
-El año pasado decías que para marzo salía un nuevo disco de Dancing Mood, que ya habían salido cinco temas y estaban grabando una segunda tanda de seis. ¿Cómo va ese tema?
-Lo cambiamos un par de meses para mayo. Más que nada porque tengo cinco o seis temas grabados, pero a la hora de componer me empecé a jugar un poco más y tengo más temas nuevos para meter, que ya estamos grabando. Así que calculo que en mayo tendremos el disco de la calle. Estoy muy metido con eso, me tomé todo este enero para terminar de componer; así que ya empezamos el proceso de demos y empezar a grabar.
En movimiento
-¿Qué más se viene para este 2024?
-Con Dancing Mood cumplimos 25 años, así que tenemos una gira por todo el país, y vamos a Uruguay, Paraguay, Chile, México; a fin de año nos vamos a Europa. Vamos a hacer mucho ruido con estos 25 años y disco nuevo, así que está basta armado, presentándolo en Capital y girando por todo el país.
Como solista con este proyecto de backing band también, llegando por todo el país: tengo una gira por el sur en marzo; en mayo, cuando salga el disco de Dancing Mood, me voy a México, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala: ahí me tomo dos o tres semanas para girar solista con bandas de allá.
Con el Cuarteto también empiezo a girar, con el repertorio del cuarteto: esa es otra puerta que se abre. Grabando el disco del Cuarteto: no sé cuándo en el año, pero este año también voy a sacar un disco completo con el Cuarteto.
-¿Cómo se decide qué música es para solista, para el Cuarteto o para Dancing Mood? ¿Ya sale la idea con un formato?
-Sí: me siento a hacer cada una de las cosas. Es muy diferente la manera de componer; con dos cosas que son más similares, Dancing Mood y la backing band, me siento a componer para uno y para otro: a Dancing Mood lo tomo como una banda un poco más abierta estéticamente, si bien la columna vertebral es ska; pero al tener más instrumentos es otra manera de imaginar una melodía. Menos rústica quizás que en la backing band, menos tradicional.
Y en el Cuarteto es mucho más para el lado del jazz; estoy tocando como instrumento solista, las melodías tienen diferente impacto al tener dos al lado y ni hablar teniendo siete instrumentos al lado. Son diferentes maneras de interpretarlo y de tocar: quizás son más blandas la mayoría estando solo que acompañado. Son tres estilos diferentes, si bien tienen la misma raíz. Me siento a componer para cada una de las cosas, me pongo un chip diferente a la hora de elegir un repertorio y ponerme a componer. A veces, ojo, compongo un tema para Dancing Mood que se me escapa, se me termina yendo para lo solista, porque no termino de encontrarle la vuelta o viceversa: hago un tema con demasiados arreglos, o que me suena más big band, que lo termino tirando para Dancing Mood; lo mismo me pasa con el cuarteto. Generalmente no pasa, pero a veces sí.