Sábado 19.10.2024
/Última actualización 16:30
Hoy, sábado 19 de octubre, se rendirá un homenaje en Buenos Aires a Luis Landriscina. Será en el Auditorio Nacional del Palacio Libertad-Centro Cultural Domingo F. Sarmiento (ex CCK). El objetivo es celebrar la trayectoria del cuentista, humorista y actor argentino, además de visibilizar su vasta obra poética, fuertemente centrada en el Litoral argentino.
Archivo El LitoralEl caso de Landriscina es curioso: desde los años ‘60 y ‘70 se hizo muy popular, grabó más de veinte discos y sus cuentos se integraron a la identidad argentina tanto como el mate, el dulce de leche y el asado de los domingos. A los 80 años (hoy tiene 88), decidió retirarse, pero las plataformas digitales lo mantuvieron en plena vigencia: en YouTube, sus cuentos y monólogos acumulan millones de vistas, y sus videos son compartidos y comentados en Facebook, Instagram y TikTok. Este fenómeno de resurgimiento permitió que tanto los antiguos admiradores como las nuevas generaciones se reencuentren con su particular estilo de narrar.
¿Cómo se explica este fenómeno? Tiene que ver, sobre todo, con que Landriscina es más que un humorista; es un agudo cronista de la idiosincrasia argentina. Su instinto para asimilar el lenguaje y las vivencias de los pueblos del interior, que recorrió muchas veces en diferentes momentos, lo convierte en una figura clave para aprehender ese concepto, a veces tan inasible, que se llama identidad.
Archivo El LitoralClaudia Méndez, en su artículo “Luis Landriscina: narrador campesino y contador profesional”, señala una de las claves: “Su amor por su Chaco natal se asienta sobre esa experiencia temprana de raíces autóctonas muy profundas, pero también de los otros lenguajes e identidades que le venían de familia. Eligió ser un valedor de esas tradiciones sumadas, híbridas, y convertirse en vocero de las diferencias y variedades de las comunidades argentinas. Su voz camaleónica, capaz de asumir tonos y acentos argentinos diferentes, pero siempre enraizados en el mundo campesino o tradicional, tiene mucho que ver con ese mestizaje que le viene de nacimiento o crianza”.
Y agrega: “Landriscina es capaz de contar sus relatos fingiendo acentos y asumiendo identidades de varias regiones del país. No solo eso; tiene también la habilidad de meterse en la piel, el idioma y la idiosincrasia de los ‘gallegos’ (generalización que se suele usar en Argentina para mencionar a todos los españoles), de los italianos o de los ‘turcos’ (denominación que hace referencia a las personas con raíces sirias, libanesas u otros países del Oriente Medio)”.
Entre los cuentos célebres de Landriscina que le han ganado la pulseada al paso del tiempo, se encuentra “Pescado de patio”, construido sobre la figura (muy extendida) del pescador exagerado. También están especialmente logrados aquellos que trabajan sobre el personaje de Everaldo, el brasilero, una demostración de su habilidad para construir momentos humorísticos a partir de las diferencias idiomáticas y culturales con los países vecinos.
Archivo El LitoralEs conocido aquel relato en el cual repasa, con una mirada mordaz pero afectuosa, las costumbres gastronómicas de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, atravesadas por la influencia de los antepasados inmigrantes, sobre todo italianos. El cúmulo de detalles a través del cual construye su narrativa hace que la mayoría del público se identifique de una manera u otra. Algo parecido ocurre en “Chacareros agrandadores”, una lograda descripción de la forma de ser de los habitantes del interior productivo argentino, que Landriscina despliega con respeto y cariño.
Archivo El LitoralLa explicación de la vigencia de Luis Landriscina radica, sobre todo, en la universalidad de su humor, que une generaciones y quiebra fronteras. Su estilo, que combina anécdotas cotidianas, cuentos folclóricos y un profundo amor por la cultura del Litoral argentino, encuentra asidero porque apela a esos hilos invisibles que forjan el concepto de comunidad, a veces puesto en entredicho en tiempos de creciente individualismo. La oralidad característica de sus relatos, con modismos, acentos y gestos que reflejan el habla de las provincias, es lo que sigue atrapando al público, inclusive desde la pantalla del celular.