Martes 19.4.2022
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Omar Jacquier, hombre de teatro, se sumergió durante mucho tiempo en las aguas profundas (y no siempre calmas) de los dramaturgos que definieron las pautas principales del realismo norteamericano, en la década de 1940. Ese periplo por los turbulentos conflictos familiares gestados por Arthur Miller, Tennesse Williams y Eugene O’Neill le brindó las claves centrales para delinear “Hasta el viento”. Obra teatral que estrenó el año pasado en el Teatro de la Abadía y que ahora, vuelve a escena con tres funciones que se realizarán en el Foro Cultural Universitario (9 de Julio 2150) de la ciudad de Santa Fe, los viernes 22 y 29 de abril y 6 de mayo a las 21.
“La obra tiene como protagonistas a tres mujeres de una misma familia quienes navegan en medio de dificultades atravesadas por la nostalgia y expectativas truncadas”, señala la sinopsis. A partir de allí, la puesta propone una serie de interrogantes: ¿Qué pasa en los vínculos familiares cuando hay sentimientos encontrados, que nacen de la dicotomía de la propia voluntad y la satisfacción de las expectativas del otro? ¿Qué nos sucede cuando experimentamos ese doloroso abismo existente entre la vida soñada y la real? ¿Quién de sus integrantes tiene la valentía para seguir su propio camino? ¿O es valiente quien da un paso al costado para que otra lo logre? ¿Quiénes son las triunfadoras? ¿O todas son perdedoras?
El punto de partida de Jacquier consistió en plantear hasta dónde está dispuesto uno a relegar sueños y expectativas en pos de un bien y una felicidad comunes. “Cómo fundamento dramático para un texto, me pareció bien llevarlo al universo de una familia”, había explicado en una charla con este medio previa al estreno de “Hasta el viento”. Ubicado allí, el dramaturgo acudió a los autores del realismo norteamericano para encontrar un tono. Pero, a diferencia de aquellos, optó por un plantel de personajes femeninos: Blanca, la madre y Rosa, interpretadas respectivamente por Marcela Cataldo, Marta Defeis y Mariana Mathier.
Las referencias a Miller, O’Neill y Williams van más allá del mero reflejo temático y estructural. Es que, como explicó el director en su momento, estos autores desarrollaron sus obras en un momento de crisis económica y social de Estados Unidos, posterior a la Gran Depresión. Con lo cual el paralelismo con la Argentina de hoy es evidente y de ahí la decisión de ubicar a esos personajes femeninos en un contexto argentino y santafesino, pero que guarda cierta relación con aquel Estados Unidos de varias décadas atrás.
Gentileza producción D.RFoto: Gentileza producción
Otra arista que determina el anclaje de “Hasta el viento” respecto a los debates contemporáneos, es su mirada sobre la mujer y su rol. Es que, como indicó el director, entre los interrogantes planteados está el de cómo harán estos personajes para seguir adelante con sus vidas y si podrán lograrlo sin la presencia de un hombre, en un entorno social proclive a sofocar tales intentos. “No está enfocada desde un lugar de empoderar a los personajes, pero sí me parece que, culturalmente, las cosas son más difíciles para tres mujeres solas, una madre abandonada que se tiene que hacer cargo de sus dos hijas”, consideró Jacquier en su momento.
A la dramaturgia y dirección de Jacquier y las actuaciones de Cataldo, Defeis y Mathier, se suman en “Hasta el viento” el diseño de luces de Marcela Cataldo y Omar Jacquier, el diseño de programa de Elisa Martínez y la asistencia de dirección de Fernando Belletti.