Nunca sabremos lo que opina Isabel II de la entrevista que el príncipe Harry y Meghan Markle han concedido a Oprah Winfrey. No al menos con palabras que salgan directamente de boca de la monarca. Pero a falta de declaraciones oficiales siempre nos quedarán los gestos, que es la manera en la que los miembros de la realeza se expresan cuando no se les permite hablar. Y según lo que ha anunciado hoy Buckingham, a la reina no le ha gustado nada que su nieto y su esposa vayan a contar su vida en televisión.
Solo así se explica que justo el día en el que está previsto que se emita la entrevista en Estados Unidos, el próximo domingo 7 de marzo; Isabel II haya decidido contraprogramarles dirigiéndose ella también a la nación horas antes en un discurso especial para celebrar el Día de la Commonwealth que será retransmitido por televisión en todas las naciones que forman parte de esta unión.
Aunque solo ver a la reina en televisión ya es un evento en sí mismo, Buckingham quiere asegurarse de que la ocasión sea histórica para contrarrestar cualquier escándalo que puedan provocar las palabras de los Sussex. Por eso, además de Isabel II, en este mensaje especial también aparecerán el resto de miembros de la Familia Real para decir unas palabras, empezando por Carlos de Inglaterra y Camilla, y terminando con el príncipe Guillermo y Kate Middleton. Un All Stars de la monarquía nunca antes visto en la historia.
Tenés que leerLa entrevista de Meghan y Harry con Oprah ya tiene fecha de emisión Aunque el Commonwealth Day es uno de los primeros actos oficiales marcados en la agenda de Isabel II cada año, este será el primero que lo celebra hablando en televisión. Quizás para contrarrestar las restricciones sociales que por culpa de la pandemia impiden realizar actos como el del año pasado con una ceremonia en la Abadía de Westminster, a la que curiosamente también acudieron Harry y Kate en su último viaje hasta la fecha a Inglaterra.
Una reunión en la que ya se hicieron notar las tensiones internas en la familia pero que no anticipaba para nada que, justo un año después, los Sussex y el resto de royals iban a medir su popularidad con cifras de audiencia y el ruido que provoquen en redes y medios sus sendas apariciones televisivas.