Jueves 8.9.2022
/Última actualización 17:39
En 2016, la plataforma Netflix estrenó “The Crown”, la serie histórica creada por Peter Morgan sobre el reinado de la reina Isabel II del Reino Unido. Morgan había abordado por primera vez a la soberana en la película “La reina” (2006, dirigida por Stephen Frears) donde Helen Mirren como Isabel y Michael Sheen en la piel del laborista Tony Blair aprendían a convivir, y abordaban los sucesos que sobrevinieron tras la muerte de Lady Di en el Túnel del Alma en París. Luego había vuelto sobre el personaje en su obra teatral “The Audience” (2013).
Por eso era el ideal para desarrollar la serie producida por Left Bank Pictures y Sony Pictures Television para Netflix, buscando repasar buena parte de la historia contemporánea desde el prisma de la corona británica, en su paso de la gran potencia mundial al país contemporáneo post imperial. La primera temporada cubre el período desde el matrimonio de Isabel con Felipe, duque de Edimburgo en 1947, hasta la desintegración del compromiso de su hermana, la princesa Margarita, con el capitán Peter Townsend en 1955. La segunda temporada abarca el período comprendido entre la crisis de Suez en 1956 y la jubilación del primer ministro Harold Macmillan en 1963 y el nacimiento del príncipe Eduardo en 1964.
La tercera temporada abarca el período entre 1964 y 1977, incluyendo los dos períodos de Harold Wilson como primer ministro, e introduce a Camilla Shand. La cuarta temporada abarca de 1977 a 1990 e incluye el mandato de Margaret Thatcher como primera ministra y el matrimonio de Lady Diana Spencer con el príncipe Carlos. La quinta y sexta temporada, que cerrarán la serie, cubrirán el reinado de la reina en el siglo XXI (se espera el estreno de la quinta para el próximo 22 de noviembre).
Cada dos temporadas se renueva el elenco, a fin de ajustarse a la edad cronológica de los personajes: Claire Foy interpretó a la reina en las dos primeras temporadas, junto a Matt Smith (hoy Daemon Targaryen en “House of the Dragon”) como el príncipe Felipe y Vanessa Kirby como la princesa Margarita. Para la tercera y cuarta temporada, Olivia Colman asumió el papel de la reina, Tobias Menzies como el consorte y Helena Bonham Carter como Margarita (como dato de color, Bonham Carter interpretó a Isabel Bowes-Lyon, la Reina Madre, en la película “El discurso del rey” (2010) de Tom Hooper, por lo que lleva interpretadas dos generaciones de la familia).
También se agregó al elenco en la tercera temporada a Josh O’Connor como el Príncipe Carlos. En la cuarta temporada, los nuevos miembros del elenco incluyen a Emma Corrin como Lady Diana Spencer y Gillian Anderson como Margaret Thatcher. Imelda Staunton, Jonathan Pryce y Lesley Manville sucederán a Colman, Menzies y Bonham Carter, respectivamente, durante las dos últimas temporadas, mientras que se espera que Elizabeth Debicki y Dominic West asuman el papel de la princesa Diana y el príncipe Carlos, respectivamente.
Claire Foy, la encargada de encarnar a la soberana británica en su juventud. Foto: Gentileza NetflixFicción y realidad
La relación de la familia real con la serie fue esquiva: desde oponerse en un primer momento para criticarla en diferentes ocasiones. En 2020, el príncipe Felipe de Edimburgo (Philip Mountbatten o Filipos de Grecia y Dinamarca, como también se lo conoció, fallecido el 9 de abril de 2021) y el secretario de Cultura Oliver Dowden les pidieron a los productores de la serie que colocaran un aviso para aclarar que lo que se muestra es una ficción y no necesariamente una verdad indudable.
En 2021, el príncipe Carlos fue más allá de sus quejas en redes sociales para revelar dos escenas que le molestaron: una en la que poco antes de morir en un atentado, Lord Mountbatten (pariente suyo, interpretado por Charles Dance, el Tywin Lannister de “Game of Thrones”) le envía una carta al príncipe donde le dice lo decepcionado que está de él por continuar en una relación con Camilla y por no cumplir con el deber de casarse con una mujer de bien. Sin embargo, según el príncipe de Gales, esa carta no existió ni tampoco las diferencias que, cuenta la serie, hubo entre ellos. Además, Carlos asegura que no hay pruebas de que la muerte de Mountbatten lo haya llevado a precipitarse al casamiento.
La otra escena que habría enfurecido al padre de William y Harry es la que se refiere al príncipe Felipe y su supuesta amenaza a Lady Di cuando ésta le dejó de hablar a su esposo. Al parecer, el motivo de enojo de Carlos se debe a que esta parte reavivó los rumores de que el fallecido duque de Edimburgo tuvo algo que ver con al fatídico y sospechoso accidente de la princesa del pueblo.
La última polémica
Los productores de la serie venían temiendo que la quinta temporada haría enojar a la monarca, debido a que abordaría la década de los 90 en la historia de la familia real británica, con los polémicos divorcios de la realeza inglesa sucedidos en 1992, un año que fue definido por Isabel II, en su discurso de Guildhall de dicho año, como uno de los peores en su reinado, señalado por la monarca como “Annus horribilis”.
A inicios de 1992, la Princesa Ana y Mark Phillips decidieron poner fin a su matrimonio; meses más tarde, se repetiría la historia con matrimonio del príncipe Andrés y Sarah Ferguson, y por supuesto, la ruptura del príncipe Carlos y la princesa Diana. Esta nueva entrega se perfila para ser la que más disfruten los fans de esta producción, pero también la más inquietante para la Casa de Windsor.