Ivo Hochman lleva su unipersonal a Rosario tras la fama al actuar de Fito Páez
El joven actor porteño se embarcó con una obra teatral que postula algo sobre eso de ser artista, y ahora encarna a un escritor herido. Foto: Gentileza
Surfear con equilibro la ola, se puede decir que ese es desde fines de abril pasado el acto creativo de Ivo Hochman, cuando estrenó la serie que lo hizo famoso “El amor después del amor”, y él interpretaba a nada menos que a nuestro querido Fito Páez. Con ese equilibrio de liviandad juvenil y humor auto referencial el joven actor porteño se embarcó con una obra teatral que postula justamente algo sobre eso de ser artista, y ahora encarna a un escritor herido.
Iván Hochman está en la cresta de la ola, pero surfeando la fama, se enfoca en su carrera y en la variedad de artes que aborda: además de escribir la adaptación y actuar en su unipersonal, tiene más de una decena de obras en su haber, un libro publicado con reciente reedición, y ya está escribiendo una segunda novela.
Justamente por su primera novela, llamada “Por qué te vas”, la semana pasada Iván Hochman anduvo por la ciudad de Páez en dos conversatorios, y en el más íntimo –en un patio selvático de la editorial Otro Cauce- dialogó con asistentes y con Rosarioplus.com entre copas y empanadas, y se puede confirmar que es tan adorable como aquel Fito en los comienzos de su carrera y sin embargo es un joven de una identidad propia muy evidente, de amabilidad extrema y entusiasmo que desborda. Es el joven-acto creativo en sí mismo, y no es Fito, es Ivo.
“En la obra se ven varias capas, y postulo mi realidad: que el 26 de abril pasado estrené una serie en la que encarnaba a un músico famoso argentino. Llamémoslo Tipo Fadez. Se estrenó a nivel mundial y de un día para el otro me hice conocido por interpretar a Tipo Fadez, y ahora la gente en la calle me frena y me dice ‘Tipo Fadez, Tipo Fadez, sos vos. A ver mové la cabeza, a ver cantate una’. Y no, no soy Tipo Esta obra fue pensada desde la liviandad, mis obras suelo trabajarlas entre un año y dos, y esta fue en un mes y medio. Fadez. Soy un actor”, estipuló incólume el actor de 29 años.
Todo aquel que conoce a Ivo se puede llegar a sentir la Cantilo de la santafesina Mica Riera, porque Ivo es un joven Fito en su esencia. Tiene eso del pibe triste y encantado, sus manos conjuran mientras ensaya sus libros, sus dramaturgias y sus actuaciones. Pero Ivo es Ivo, todos los que lo vimos en “El amor después del amor” debemos hacer igual que él postula, asumir que es un actor, y Fito es un personaje más en su carrera. En la ciudad natal de Fito ya varios le dijeron en la calle Fito, pero él decidió en esos casos seguir y no saludar. Es sólo la intuición de su destino, que no es Fito, es Ivo, que cruzó al lado del camino de Páez.
Hochman como Páez, en “El amor después del amor”. Foto: Gentileza
De qué viene esta nueva ola
Entonces como una mamushka de realidades, relató sobre la obra “Yo también me llamo Hokusai”, el espectáculo que lleva el nombre del pintor de “La gran ola de Kanagawa”. Estrenó con éxito total en el Teatro Picadero de Buenos Aires, y ahora se podrá ver el 6 y el 7 de julio en Rosario, en Plataforma Lavardén.
En la obra escrita por el mejicano José Emilio Hernández Martín, el protagonista es un escritor sin nombre y sin talento, a quien lo deja la novia, y solo queda de ella una remera con la famosa imagen de “La ola” de Hokusai. En su melancolía por María, empieza a escribir sobre Hokusai, y usa la remera de pijama como obsesión.
“Vimos la obra como una historia cercana a mi estilo, porque trabaja con muchos objetos y hace listas el personaje, algo muy similar a mi primera novela”, aseguró Ivo en torno a la trama, y recordó cómo surgió la idea de estrenar justamente cuando fue catapultado a la fama: “Un amigo de mis padres que es pintor -Ariel Mlynarzewicz- me dijo en medio de un almuerzo que tenía que estrenar un unipersonal cuando salga la serie, ‘y llenás la sala. Y ahí te separás del personaje, te hacés millonario y todo’. Yo le dije que está buenísimo pero no llego porque falta muy poco. Le comenté a mi amigo Tomás y me respondió que la hagamos, porque él ya había hecho una obra en dos meses. Y se puede”.
La adaptación libre de Tomás Masariche y de Iván se basa en la obra del mejicano Hernández Martín introduce al espectador en el proceso creativo de la escritura, donde el autor sin talento y sin trabajo decide escribir sobre Katsushika Hokusai porque a la mujer de la que está enamorado le encantaba su arte, y lo abandonó. Solo queda de ella una remera con la famosa obra de La ola, y él usa la remera de pijama como obsesión. Sobre un piso blanco con apuntes, un teclado y mucho movimiento corporal, Hochman hace catarsis sobre la de identidad y el miedo al fracaso, con un buen toque de humor.
“Vimos la obra como una historia cercana, porque trabaja con muchos objetos y hace listas el personaje, algo muy similar a mi novela, y también a las obras que venimos haciendo juntos con Tomi”, aseguró Ivo, y agregó: “Me dijo que sigamos todas las intuiciones que nos salgan, no hay que dudar de cada cosa, trabajemos sin miedo al fracaso. Llegamos como sea. Por eso la obra fue pensada desde la liviandad, mis obras suelo trabajarlas entre un año y dos, y esta fue en un mes y medio”.
Consultado entonces sobre su búsqueda aclaró: “No me preocupaba quedar pegado a Fito, pero tenía la gran pregunta de cómo iba a ser, en la cocina del casting si no me iban a ver ‘y es Fito’, entonces no iba a seguir mi carrera”.
Del texto original tomaron ocho escenas, y las entramaron con escenas del actor queriéndose separar del personaje, “como autoficcional”, y un tercer relato donde el director y el actor crean esta obra. “Entonces aparece el propio director en escenas, y me va cambiando las posturas y pidiendo que haga escenas. Se superpone todo. Muchos de los artistas que vinieron a verla me dijeron que la obra les interpeló el acto creativo y les dio ganas de volver a crear”, aseguró satisfecho con las devoluciones.
Con la venia de Jitrik
En torno a su novela “Por qué te vas” (Ed. Milena Caserola) que presentó en Rosario, Ivo tomó de aquellos años en que decidió irse a vivir solo y se encontró con el reclamo parental del abandono, en una autoficción real que se construye a si mismo desde el personaje.
Ivo precisó con orgullo que Noé Jitrik y Tununa Mercado son amigos de su familia, y que tuvo la oportunidad de que Jitrik lo leyera y le hiciera un montón de críticas constructivas de la novela, y aseguró que fluye de un proyecto creativo a otro “de manera líquida sin detenimiento por los proyectos o géneros”, y su objetivo es claro, seguir trayendo: arte al mundo, después del amor. Porque su novela la escribió en 2015, y claro que esta nueva edición es una nueva versión con cambios (no una reimpresión) para que nuevos públicos la conozcan. Al igual que su unipersonal para no dejar de ver.
Ficha técnica de la obra
Intérprete: Iván Hochman.
Texto original: José Emilio Hernández Martín.
Adaptación: Tomás Masariche e Ivan Hochman.
Diseño de video y sonido: Maga Clavijo.
Diseño de escenografía y vestuario: Laura Copertino.
Diseño de iluminación: Matías Sendón. Mentor y autor del cuadro: Ariel Mlynarzewicz. Comunicación y Prensa: Eugenia Sarubbi y Santiago Barneda.
Producción: Santiago Barneda.
Dirección: Tomas Masariche.
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