Miércoles 13.12.2023
/Última actualización 11:05
Desde mediados de 2023 la ciudad de Rosario fue tapa en medios nacionales escritos, radiales y televisivos, por primera vez en mucho tiempo, por un fenómeno que dista radicalmente de la violencia social y el narcotráfico. La historia es de fe en una mujer cristiana laica cuya popularidad creció vertiginosamente, a partir de las experiencias de sus miles de seguidores que encontraron alivio a sus dolencias, conflictos y desconsuelos. Entre ellos algunos incluso manifestaron haberse curado por su imposición de manos.
Dos periodistas de la ciudad fueron quienes pusieron el ojo por primera vez, y no caben dudas de que encontraron la noticia donde muchos colegas hubieran pasado de largo por prejuicios, y su historia insospechada fue la chispa que comenzó con el “fenómeno Leda”.
Araceli Colombo y Sabrina Ferrarese son las cronistas que se enteraron por un mensaje de Instagram sobre la historia de la sanadora que oficiaba los martes con sus cánticos carismáticos en la Catedral de Rosario, pero facciones de la Iglesia Católica no querían que siguieran oficiando allí.
Las periodistas vieron desde aquella primera vez en junio pasado en una Catedral con 300 personas, a septiembre con una Ex Rural de Rosario abarrotada con 15 mil personas ordenadas por turnos, haciendo colas de 24 horas y acampando con paciencia de monjes porque “encuentran a Cristo en estas ceremonias”.
GentilezaMedio año después del comienzo de este fenómeno, llegó la propuesta de la editorial Sudamericana (Random House) para que ambas dejaran el registro de sus coberturas en un libro. Y desde comienzos de diciembre ya se encuentra a la venta en todas las librerías “Leda. La fe y la sanación”.
Las cronistas aseguran que, aunque dieron con una persona que transmite mucha paz y energía, nunca pensaron que la popularidad de Leda llegaría tan lejos, trascendiendo provincias y hasta países de Latinoamérica.
Tampoco saben hasta dónde llegarán ellas con su libro escrito a cuatro manos, y fluyen con el misterio que despierta, desde el comienzo, este fenómeno de fe de multitudes.
Aclararon que “este libro no tiene vínculo con Leda, ella no ha participado en su escritura, ni tampoco se trata de un libro biográfico”. Es un trabajo periodístico basado en el seguimiento que ambas venían realizando desde junio pasado, con muchas entrevistas, encuadrado por la editorial.
Por lo pronto, ya realizaron una firma de libros el pasado sábado y no descartan una fecha para su presentación. Ambas respondieron amablemente a esta colega todas las preguntas que esta historia le despertó.
-En Leda vieron una historia antes que fuera ella una líder de seguimiento masivo. ¿Qué vieron en ella cuando la conocieron esa primera vez en la Catedral? ¿Imaginaron semejante masividad que llegaría hasta incluso fronteras con otros países?
Araceli Colombo: -Cuando conocimos a Leda quedamos impactadas por su presencia y su llegada a la gente, en su trato y sus formas, pero no podíamos advertir su llegada y trascendencia a otros países e incluso a las propias fronteras de Rosario.
Esa trascendencia recién la pudimos observar el martes posterior a la primera visita a la Catedral cuando asistieron el doble de personas, a partir de la primera nota que publicamos en Rosario3, Radio 2 y Telenoche.
Lo que no podemos dejar de aclarar es que Leda desde el primer momento nos llamó la atención y no pasaba inadvertida en medio de la Catedral cuando realizaba su oración cantada y más tarde las bendiciones, persona tras persona. Su carisma y cercanía a la gente dejaba entrever que llegaría más allá del lugar que estaba ocupando. Faltaba ser descubierta. Ella tenía y tiene su propia fuerza y potencia, sólo era necesario la masividad de los medios.
-La historia les llegó de la mano de una seguidora que les contó el poder sanador de Leda y que la querían echar de la Catedral. ¿Por qué piensan que se le dio el espacio, pero luego se lo sacó?
-La historia llega a nosotras de la mano de una seguidora de Instagram ante la preocupación de los seguidores de Soplo de Dios Viviente de que Leda y su comunidad quedasen afuera de la catedral. Ellos allí tenían un lugar para abarcar y contener a sus fieles con una organización controlada. En ese momento el cura párroco de la Catedral apoyaba a la comunidad y a Leda, pero había ciertas prácticas que no les terminaba de convencer.
La nota periodística que hicimos, y alguna terminología utilizada en la misma, sumada a prácticas realizadas en los rituales de sanación y liberación, no eran del todo aceptadas por la comunidad de la Catedral, y fueron los detonantes que llevaron a Leda a dejar ese lugar. Eso lejos de debilitar a Soplo de Dios Viviente, los impulsó y los hizo crecer. Había una comunidad religiosa esperándolos para recibirlos en otros templos.
-Las dos llegaron la primera vez con prejuicios, pero participaron de esa experiencia y desde ahí narraron. ¿Piensan que hicieron una forma de periodismo “gonzo” en el mundo espiritual? ¿Sienten que les cambió algo a ustedes?
-Las dos llegamos sin saber muy bien con qué nos íbamos a encontrar ni cómo iba a resultar ese encuentro. Habíamos visto a Leda en sus redes sociales y ya sabíamos que esa imagen de mujer religiosa estaba deconstruida, y era una mujer como cualquiera de nosotras que en principio parecía ordinaria. Al encontrarla supimos que tenía aptitudes extraordinarias.
Nos incorporamos a la historia y nos involucramos, sintiendo empatía por la gente que estaba esperando las bendiciones. Es casi imposible no conmoverse con lo que le pasa a la gente y con la relación que se establece entre la gente, Leda y los colaboradores. Sentimos que si algo nos cambió fue poder sentir el dolor del otro y ver cómo se entregan en busca de una sanación, no solo del cuerpo sino también del alma.
-Siguieron el crecimiento del fenómeno todos estos meses, y ahora esa cobertura toma forma de libro, con editorial y distribución nacional. ¿Como viven el camino que hicieron juntas ustedes dos como colegas periodistas durante este año? ¿Y hasta dónde creen que las va a llevar? ¿Hay planes de llevar el libro por otras ciudades?
-Conocer a Leda y adentrarnos en su universo ha sido una experiencia muy rica y significativa. Por supuesto que, en lo profesional, la posibilidad de seguir una historia desde nuestros trabajos en Radio 2 y Rosario3, y también con la colaboración de El Tres ha sido gratificante y enriquecedora. Pero conocernos más, transitar momentos más o menos difíciles, tomar decisiones y estar juntas cada martes, siendo testigos de la humanidad en una expresión tan contundente, nos ha unido como compañeras y amigas. Es la mejor parte de todo esto sin dudas.
No sabemos cómo sigue esto. Por nuestra parte, hemos querido plasmar en este libro nuestra mirada de Leda y su grupo espiritual, su crecimiento en la ciudad con la adhesión de miles de personas, en una ciudad que revela contrastes dignos de ser contados. Esa multitud que cada semana busca refugio espiritual es un síntoma con lecturas diversas.
En Rosario pasa esto, que tiene una contundencia tremenda y que se vive de maneras muy diferentes.
-El libro, ya se aclara desde el título, habla del fenómeno, no de la persona Leda. ¿Quieren adelantar un poco sobre cómo ambas analizaron esa vorágine masiva de seguidores que creció cada martes, llevándola a Leda de las iglesias barriales a La Rural y el Metropolitano?
-La convocatoria creciente de este Soplo de Dios Viviente es fenomenal. Hemos visto 300, 400 personas en la catedral la primera vez que nos acercamos, y poco después, unas 12 mil en la Ex Rural de Rosario.
Ha sido un verdadero impacto la cantidad, pero también nos ha atravesado la gente con sus necesidades, con sus búsquedas, con la inclinación de mejorar y disponerse a vivir de un modo más pacífico. La gente quiere paz y hace el intento de modificarse. Leda lo llama la restauración. Por supuesto que es una lectura despojada de fe. Quienes la tienen, pueden aseverar que encuentran a Cristo en estas ceremonias, el norte de cualquier cristiano o cristiana.
Nicolás Capaldi-Ella dice ser un canal laico con dios y que ha sanado a personas. ¿Sería un rol mesiánico cristiano? ¿O cual rol cumple con la corriente carismática?
Sabrina Ferrarese: -Si por rol mesiánico entendemos constituir un canal de “salvación”, Leda se define y la Iglesia Católica la encuadra como una mujer laica, sin consagración a la vida monacal que recibió carismas de sanación y liberación. Ambos son “dones” que esta religión considera regalos que hace Dios a los humanos para su propia manifestación. Leda conforma un puente o un lazo espiritual entre las personas y su fe cristiana.
-Pienso en esto de la sanación, el don que atribuyen a Leda en su abrazo o su imposición de manos, como algo que no difiere de las prácticas de Reiki, que milenario de otra cultura, que trabaja las energías con las manos. ¿Ustedes qué piensan sobre ese don?
-Nosotras hemos observado periodísticamente el fenómeno, atendiendo que los testimonios de supuestas transformaciones espirituales o corporales se repiten por miles. El cristianismo y el catolicismo consideran que estos cambios se pueden operar por voluntad de Dios para su propia manifestación. Quienes no poseen esa fe, pueden encontrarle otras explicaciones.
El especialista en Historia social y política del catolicismo, doctor en Humanidades y Artes, e investigador de Ishir (Conicet Rosario y UNR) Diego Mauro, el movimiento carismático al que pertenece Leda incluye al “milagro” como una posibilidad frecuente en la vida diaria porque entienden que el mundo divino y el terrenal están en comunión. No ven a Dios en un plano distante, sino que lo experimentan en la tierra.