En enero de 2006, una banda de ladrones ejecutó un golpe maestro y se quedó con millones de dólares y varios kilos de joyas del Banco Río de Acassuso. Hasta ahí la historia conocida, que dio pie a la película. Pero un libro de reciente aparición, revela que los atracadores tenían un plan para reiterar el asalto. Uno de los autores cuenta detalles.
El 13 de enero de 2006, se produjo un atraco en la sucursal de Acassuso del Banco Río. Debido a la complejidad del plan y la precisión con la que fue ejecutado, quedó en el imaginario popular como “el robo del siglo”. Foto: Archivo El Litoral
La del “robo del siglo” es una historia muy conocida por los argentinos. Tanto es así que dio origen a cientos de crónicas periodísticas, libros, una película protagonizada por Guillermo Francella y un documental de Netflix. Se denominó de esa manera al golpe que una banda de experimentados ladrones concretó a mediados de enero de 2006 en la sucursal del Banco Río de Acasusso. Tras la puesta en práctica de un plan milimétricamente diagramado y ejecutado con precisión quirúrgica, lograron escapar con diecinueve millones de dólares y ochenta kilos de joyas.
Muichas aristas resultaron determinantes para determinar la fama nacional de esta acción ilícita de 2006. Foto: Archivo El Litoral
Varias aristas resultaron determinantes para determinar la fama nacional de esta acción ilícita. Una de ellas tiene que ver con que ganaron aquellos que, para la concepción social, son los “buenos”, que encima dejaron en ridículo a la policía. Otra, las mediáticas declaraciones de Luis Mario Vitette, uno de los integrantes de la banda que se reveló como un personaje lleno de matices y con gran carisma. También influyó mucho la película estrenada en 2021, con Guillermo Francella y Diego Peretti en los roles protagónicos. Y, finalmente, el hecho de que un plan perfecto y elaborado durante muchos meses, solamente tuvo una falla: la propia condición humana.
Las pizzas que pidieron los ladrones, parte de una cortina de humo. Foto: Archivo El Litoral
Sin embargo, no se conoce (o se conoce mucho menos) otra historia asociada a la de 2006: la del plan que la misma banda elaboró para intentar repetir el golpe. Ese es el núcleo sobre el cual se estructura “El segundo robo del Siglo: El plan secreto para volver a asaltar el Banco Río” de Rodolfo Palacios, Jorge Larrosa y José Luis Estévez. El libro, que editó Planeta a principios de agosto, mezcla realidad y ficción. Describe, básicamente, como los mismos ladrones pero con otros alias rompieron el juramento de no volver encontrarse y trazaron un segundo plan. ¿Puede el mismo grupo atracar el mismo banco y superar el golpe previo? es la pregunta que se trazan los autores. Y, a partir del relato de lo que se planificó realmente, imaginan cómo pudo haber sido la concreción.
Un bandido entre sombras
Larrosa, uno de los tres creadores del libro, charló con este medio y contó detalles del proceso. Que arrancó a partir de que, junto a Palacios, consiguieron establecer contacto con el “Doc”, uno de los integrantes de la banda que no había sido detenido. “Pensamos que él manejaba todos los hilos de los que estaban presos. Logramos llegar hasta él después de mucho tiempo, fuimos a entrevistarlo y le hicimos varias preguntas. Hasta que en un momento dijo que habían hecho otro túnel. Le preguntamos si era para volver a asaltar el banco y nos dijo que sí. Le preguntamos si era para entrar de vuelta y él contestó que ya sabían por donde entrar ya que conocían el espacio físico del banco. Tenían que encontrar otra salida, ese túnel era para irse. Le preguntamos si lo iban a hacer de vuelta y dijo que sí, pero enseguida. Nos contó que habían elaborado el plan. De tantas veces que hablamos con él, a partir de la confianza que se generó, nos fue dando detalles. Hasta que en un momento, Rodolfo consideró que daba para un libro”, contó.
La portada del libro. Foto: Planeta
El “Doc”, ese ladrón que logró permanecer en la sombra del anonimato, brindó las claves necesarias a los autores, que luego pasaron varios meses para determinar la mnaera de entrarle a la historia. “Hablamos varias veces con el ‘Doc’ y él nos decía cómo iba a ser el plan. Luego, nosotros pensamos en aquellas partes en que ellos habían cometido errores, en cómo podrían hacer para no repetirlos y de esa forma hicimos la parte ficcionada del segundo asalto, que es una de las parte del libro”, contó Larrosa.
Personalidades complejas
Para lograr la caracterización precisa de todos los personajes que intervienen en la trama, los autores los entrevistaron y los observaron en momentos relajados. “Ahí tuvo un papel preponderante el doctor José Luis Estévez, que es abogado penalista. Él nos iba explicando cuales eran las reacciones ante tal o cual cosa. Después, lo demás lo imaginamos junto a Rodolfo. Nos imaginamos cómo hubiera sido el encuentro entre personas que hace mucho que no se ven y si esas personas hubieran aceptado realizar un nuevo asalto. Generalmente, se condice con las características y personalidades de cada uno de ellos”, explicó Larrosa.
Un plan perfecto y elaborado durante muchos meses, solamente tuvo una falla: la propia condición humana. Foto: Archivo El Litoral
Entre los pasajes más interesantes del libro, figuran aquellos en los cuales algunos de los personajes no saben si plegarse o no al nuevo golpe y a la firmeza del “Doc”, quien pone los puntos sobre las íes. “En el campo del delito, si invitan a un individuo a integrar una banda para hacer una cosa, le están contando los secretos. Si lo hacen, confían en él. Y si después no está, ya no confían. Es lamentable, pero es así. Luego, en la narrativa, logramos encontrar cierta armonía en el trato que había entre ellos. Pudimos encontrar las palabras y demostrar que no había tanta diferencia y que podían limar asperezas”, explicó Larrosa.
La película con Guillermo Francella y Diego Peretti contribuyó a la popularidad del robo. Foto: AZ Films, MarVista Entertainment, Telefé
Los códigos del hampa
“El segundo robo del siglo” rompe a su vez con el dicho de que los ladrones de antes tenían otros códigos. “Los de antes y los de ahora tienen códigos, de acuerdo a la banda. El ser humano es de manada. Una manada es una banda y esa banda tiene sus reglas y códigos. Se respetan dentro de esa banda. Pero no por fuera de ella. Es todo muy acotado. Los códigos no son distintos o nuevos. Son de bandas y nada más. Se aplican en eso y no logramos descubrir quién los impone. Creo que es el respeto y la lealtad entre ellos”, cerró Larrosa.