Sábado 29.6.2024
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“El mundo pasa para mí, por los libros”. María Esther de Miguel, fallecida en julio de 2003, dejó una obra plena en detalles históricos y personajes complejos. Con su prosa elegante y muy apegada a lo descriptivo, conjugó hechos reales y ficcionados. Nacida en Larroque, Entre Ríos, donde hasta el último día de su vida la respetaron como una “hija pródiga”, demostró desde niña una inclinación por la literatura y la historia. “Bajita, amable, cariñosa, simpática, De Miguel era hija de un inmigrante español y de una madre judía. Tenía ocho años cuando ganó su primer premio literario, por una composición del colegio. Por esos años en su futuro había una duda: ¿escritora o artista de circo?”, señaló el diario Clarín cuando publicó el obituario de la escritora.
ArchivoSus novelas tocan temas arraigados en la identidad argentina desde la época colonial hasta el siglo XX. La formación de la identidad nacional y la memoria colectiva son palpables en su trabajo. “La hibridez propuesta por la relación entre ficción y realidad histórica da lugar a un rompimiento de la frontera entre ambos. En ocasiones el personaje principal es totalmente histórico, tanto como el Manuel Belgrano de ‘Las batallas secretas’ o como el Justo José de Urquiza, Juan Manuel Blanes y Carlota Ferreira de ‘El general, el pintor y la dama’, pero entonces la novela fija su escritura sobre circunstancias que revelan las posibilidades de diálogos, de hechos, que pudieron haberse dado y que las fuentes documentales no han expresado” señala Ana María Peppino Barale en su artículo “La recreación histórico-literaria en la obra de María Esther de Miguel”.
La escritora durante una visita a la Feria del Libro de Santa Fe. La acompañan Jorge Ricci, Rosa Gronda y Enrique Butti. Foto: ArchivoAunque es conocida por sus novelas históricas, María Esther De Miguel también incursionó en el relato corto y el ensayo. Un aspecto notable es su reflexión sobre el rol de la mujer en la sociedad y la historia. Sus personajes femeninos son fuertes, desafiantes respecto a los entornos en los que se mueven. En una entrevista concedida a la periodista de La Nación, Juana Libedinsky, De Miguel aseguraba el 5 de julio de 1998: “Virginia Woolf decía que el escritor es un hermafrodita, y estoy de acuerdo con ella. Yo empecé una novela con la frase ‘De dónde saliste vos, gaucho de m…’, y todos me criticaron. Pero no era yo misma quien lo decía: estaba en la piel de un comisario de un pueblo de campaña. En la Argentina hay mujeres que escriben muy bien, y diría que mejor que algunos hombres, pero no es que hagan una literatura femenina. Yo, por ejemplo, trato temas muy recios, como vidas de guerreros y batallas, pero, como mucho, puedo decir que tienen una mirada de mujer”.
En junio de 1979, a sus 50 años de edad, De Miguel visitó la redacción de El Litoral y accedió a una entrevista con uno de los periodistas. Fue en el marco de un paso por la ciudad de Santa Fe para desarrollar el tema “Nueva narrativa argentina” en el cursillo “Aspectos de la Literatura Argentina”, organizado por la Secretaría de Cultura y Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe y la Biblioteca Bernardino Rivadavia. El diario difundió la entrevista un día como hoy, 29 de junio, hace justo 45 años.
ArchivoLa escritora, acompañada por la poetisa santafesina Nelly Borroní Mac Donald, se refirió a distintos aspectos de la literatura argentina y de su quehacer como mujer de letras, expresando entre otras cosas que no compartía la opinión de numerosos críticos que decían que no había, entonces, una nueva literatura en el país y que los escritores estaban atados a viejos moldes. Desde su óptica, existía una búsqueda de renovación en los temas y en las formas y gente nueva que se estaba haciendo un lugar en la literatura.
ArchivoEn ese año, De Miguel era columnista literaria en el periódico El Cronista Comercial. Ya había escrito seis libros de cuentos y novelas, la novela “Espejos y Daguerrotipos”, y estaba preparando un libro de cuentos titulado “En el Cielo las Estrellas”. Consultada por El Litoral sobre la temática de sus obras, resaltó que procuraba reflejar distintos aspectos de la realidad del hombre y el mundo: corrientes migratorias, problemas sociales, violencia, religión, amor, perdón, comunicación, tiempo y espacio. Finalmente puntualizó que veía en ese momento que “nuestra cultura se está realizando un proceso de síntesis cultural entre lo regional y lo europeo, que dará como resultado la verdadera cultura argentina”.
ArchivoMaría Esther de Miguel, dueña de una prosa meticulosa y descriptiva, cronista de la identidad nacional, fue otra de las visitas ilustres que tuvimos en este centenario medio de comunicación santafesino.