Jueves 12.5.2022
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Este jueves a las 20.15 se proyectará en la pantalla del Cine América “Jesús López”, la película de Maximiliano Schonfeld que obtuvo el premio principal en el Festival de Biarritz y el galardón al mejor largometraje en la Competencia Latinoamericana en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La película, que representa el tercer largometraje de ficción del director oriundo de Crespo (Entre Ríos), contó con la intervención en calidad de co guionista de la escritora Selva Almada, autora de novelas como “El viento que arrasa”, “Ladrilleros” y “No es un río”.
La sinopsis indica que Jesús López, un joven piloto de carreras, muere accidentalmente. “Su primo Abel, un adolescente sin rumbo, se siente poco a poco tentado a ocupar su lugar ante su familia y amigos hasta dejarse poseer por el espíritu de su primo. En el pueblo se organiza una carrera en homenaje a Jesús. Animado por el espíritu de su primo, Abel conduce el coche del difunto. El resultado de esta carrera determinará si la transformación es o no definitiva”.
El elenco de esta coproducción argentino-francesa está conformado por Lucas Schell, Joaquín Spahn, Sofía Palomino, Alfredo Zenobi, Paula Ransenberg, Romina Pinto y Benigno Lell. Los productores son Georgina Baisch, Cecilia Salim, Maximiliano Schonfeld, la coproductora Lucero Garzón, las productoras ejecutivas Georgina Baisch y Cecilia Salim, el director de fotografía es Federico Lastra, el montaje estuvo a cargo de Ana Remón, la dirección de sonido es de Sofía Straface, la música es de Jackson Souvenirs (dúo de rock psicodélico instrumental formado por Javier Diz y Norman McLaughlin) la dirección de arte de Tatu Ravotti y el vestuario lleva la firma de Analía Bernabé.
Murillo Cine & Luz Verde D.RFoto: Murillo Cine & Luz Verde
Respecto a cómo se originó la idea de la película el cineasta creador de filmes como “La siesta del tigre” y “La helada negra”, aseguró a este medio que más que en un componente autobiográfico, la génesis de la obra se halla en una experiencia compartida. “Es esa sensación de estar terminando una determinada etapa, el secundario, en un pueblo de Entre Ríos. Hay un punto de inflexión acerca del traslado, de hacia dónde ir, qué hacer, cuál es el futuro si uno se va o se queda de ahí”.
A su vez, el proyectó tomó como punto de referencia a una persona real, de nombre Abel igual que el personaje de “Jesús López”, con quien Schonfeld se topó mientras rodaba en Aldea María Luisa su film “La helada negra”. Era un joven que trabajaba en el tambo en un momento en que el sector atravesaba una fuerte crisis y no sabía qué hacer con su vida. “Eso nos sirvió, en parte, como punto de partida para empezar a trabajar un personaje nuevo de ficción”, explicó el cineasta.
Murillo Cine & Luz Verde D.RFoto: Murillo Cine & Luz Verde
Respecto al trabajo con Selva Almada, Schonfeld recordó que cuando apareció la idea de “Jesús López”, estaban trabajando juntos en el guión de otro proyecto que se llama “El hombre brillante”. Y como una forma de oxigenar la escritura que estaba algo trabada, decidieron abordar otra cosa. “Yo tenía un primer tratamiento ampliado de la película, se lo mostré y enseguida encontramos como una fórmula, una nueva historia. También decidimos una metodología de trabajo en la cual ella se iba a centrar más en la dimensión de los personajes y yo en la trama. De esa manera fuimos construyendo el guión de ‘Jesús López’. La verdad es que con Selva trabajamos muy bien y ya estamos con otros proyectos”, manifestó Maximiliano.
Murillo Cine & Luz Verde El director Mariano Schonfeld.El director Maximiliano Schonfeld.Foto: Murillo Cine & Luz Verde
El crítico Diego Lerer apuntó que en “Jesús López”, Schonfeld “juega en una zona intermedia entre el realismo y la fantasía, entre lo cotidiano, lo místico y lo indescifrable”. Consultado sobre cómo se introducen los distintos elementos disponibles para lograr un equilibrio, el director afirmó que lo importante es donde se sitúa el narrador y desde donde se quiere contar la historia. “Se trata siempre de amplificar una coherencia a través de toda la película. Eso no es solamente decisión de una persona, sino que se trabaja con un montón de gente para que cada escena, cada secuencia estén, por así decirlo, contaminadas por esa mirada, que no deja de ser un punto de vista que incluye desde el lugar en el cual se pone la cámara hasta la dirección de actores”.
Schonfeld remarcó también que existen ciertas zonas de la narración que necesitan de la incorporación de ciertos elementos fantásticos para poder construir un verosímil. “Suena raro, pero a veces para abordar ciertos temas uno tiene que rodear lo fantástico. Eso es algo que uno va aprendiendo y cada película deja cierta estela de aprendizaje respecto de cómo contar eso que uno quiere contar”, finalizó.