Maggie Smith cumple 85 años. Y, aunque ahora estrena la película Downton Abbey, basada en la popular serie y en la que retoma su papel de Violet Crawley, en 2020 volverá a estrenar una nueva cinta.
Hace once años, Maggie Smith le ganó al cáncer para "no defraudar a sus fans" mientras rodaba Harry Potter. Hoy, la actriz cumple 85 y tiene proyectos para seguir trabajando.
Maggie Smith cumple 85 años. Y, aunque ahora estrena la película Downton Abbey, basada en la popular serie y en la que retoma su papel de Violet Crawley, en 2020 volverá a estrenar una nueva cinta.
Porque el gran mérito de la actriz es no haber parado nunca de trabajar. Aunque es cierto que las nuevas generaciones la han conocido por su papel de la profesora Minerva McGonagall en la saga Harry Potter, en su estantería reposan dos premios Oscar. El primer de ellos lo ganó en 1969. Mejor actriz protagonista. ¿La película? Los mejores años de Miss Brodie. El segundo, en 1979, como secundaria en California Suite.
Entre medias, obras maestras como Un cadáver a los postres, Viajes con mi tía (dirigida por George Cukor y donde compartía elenco con José Luis López Vázquez), Muerte en el Nilo u obras de teatro compartiendo tablas con Laurence Olivier. Y después, una larga lista de títulos imprescindibles del séptimo arte:Furia de titanes, Ménage à trois, Función privada, Una habitación con vistas, Sister Act, Gosford Park...
Pero aún con todo, fue gracias a la saga del joven mago que su carrera dio un nuevo impulso y que ella ha sabido aprovechar dicho esplendor a la perfección, afincándose finalmente en su personaje en la aclamada ficción de la que ahora estrena la cinta (que ya ha recaudado 12 millones en apenas una semana). Eso sí, uno de los momentos más duros de su vida fue cuando le diagnosticaron cáncer mientras rodaba Harry Poter y el misterio del príncipe. Era 2008 y ella tenía 74 años.
"No tenía pelo, pero no tenía ningún problema en llevar una peluca. La quimioterapia me hacía sentirme terriblemente enferma y a veces pensaba que no podría con ello. El cáncer es odioso. No he vivido algo semejante y lloré mucho", aseguró en 2010.
Lo superó, reconociendo que la quimioterapia había sido "peor que el cáncer" y que a pesar de la edad le infuyó tanto que le "cambió la vida", pero no había dejado de trabajar.