A sus 21 años, la granadina ha recorrido un camino lleno de logros y reconocimientos, destacándose en la escena internacional de la música clásica. Con un gran debut en Deutsche Grammophon, también se ha mostrado como compositora y musa de otros creadores contemporáneos. Aquí un repaso de una carrera fulgurante, que no ha hecho más que comenzar.
Lo viejo y lo nuevo: actualmente Dueñas toca con un violín Nicolò Gagliano (1714) y con el Stradivarius “Camposelice” (1710), cedido generosamente por la Nippon Music Foundation. Foto: Gentileza Felix Broede
María Dueñas Fernández, nacida el 4 de diciembre de 2002 en Granada, se ha consolidado como una de las violinistas más prometedoras de su generación. Desde una edad temprana, María mostró un talento excepcional para la música. A los 11 años, ganó la convocatoria para estudios en el extranjero de Juventudes Musicales de Madrid, lo que la llevó a Alemania con la beca Wardwell de la Fundación Humboldt. Allí, se matriculó en la Universidad Musical de Dresde, y más tarde continuó su formación en la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena y en la Universidad de Graz, bajo la tutela del maestro Boris Kuschnir.
Dueñas ha sido solista con orquestas de renombre como la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, la Orquesta Nacional de España, la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo, la Orquesta Sinfónica de San Francisco, y la Orquesta Sinfónica Nacional de Rusia, entre otras. Sus interpretaciones han resonado en prestigiosas salas como el Musikverein de Viena, la Filarmónica del Elba en Hamburgo, la sala Tchaikovsky de Moscú, la Filarmónica de Berlín y el Auditorio Nacional de Música de Madrid.
Premios, lanzamientos y conciertos
La carrera de Dueñas está marcada por numerosos premios internacionales. En 2017, a los 14 años, ganó el primer premio en el Concurso Internacional Mozart de Zhuhai para jóvenes músicos en China. En 2018, se llevó el primer premio en el Vladimir Spivakov International Violin Competition en Rusia y ganó el concurso Georg Philipp Telemann en Polonia.
En enero de 2021, en plena pandemia, participó en el concurso Getting to Carnegie Hall 2021, llevado a cabo online, en el cual ganó el Primer Premio. Para la final, cada intérprete tocó de manera aleatoria algún movimiento de la Sonata N.º 4 para violín y piano de Julian Gargiulo. Como ganadora, recibió una compensación de 5.000 dólares, así como la posibilidad de tocar en el Carnegie Hall durante la temporada de 2022 y poder interpretar en el festival Island Music Festival de 2022.
El 2021 fue un año significativo para Dueñas, quien ganó el prestigioso Concurso Yehudi Menuhin en la categoría sénior. Este triunfo le otorgó un premio de 20.000 dólares y el préstamo por dos años de un violín Stradivarius, además del premio del público. En el mismo año, también obtuvo el primer premio en el Viktor Tretyakov International Violin Competition.
En septiembre de 2022, Dueñas firmó un contrato con Deutsche Grammophon, una de las discográficas más importantes en el ámbito de la música clásica. Su álbum debut, “Beethoven and Beyond”, presenta una interpretación individual del Concierto para violín de Beethoven, grabado en vivo en el Musikverein de Viena con la Orquesta Sinfónica de Viena bajo la dirección de Manfred Honneck, y presenta cadenzas escritas por Dueñas para cada movimiento. El álbum también incluye una serie de obras maestras para violín y orquesta de Kreisler, Saint-Saëns, Spohr, Wieniawski e Ysaÿe. Para complementar estas obras y el concierto, Dueñas ha grabado un disco complementario de cadenzas escritas para el primer movimiento de Beethoven por esos mismos cinco compositores.
En la temporada 2022-2023 destaca la gira con la Orquesta Sinfónica de Toronto y Gustavo Gimeno, celebrando el 100 aniversario de la orquesta con conciertos en Ottawa, Toronto, Chicago y Carnegie Hall, su debut con Herbert Blomstedt y la Orquesta de Cámara de Europa, actuaciones con la Sinfónica de Richmond y Valentina Peleggi, estrenos con la Sinfónica de Detroit y Jader Bignamini, nuevos proyectos con la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh dirigida por su director artístico Manfred Honeck así como su regreso a la NDR Elbphilharmonie y Alan Gilbert al podio. Destacan colaboraciones especiales en el Konzerthaus de Viena con Kian Soltani y Patrick Hahn, una gira por Japón con Pablo Ferrández, Suyoen Kim y Akira Eguchi, su debut en la mítica sala Wigmore Hall londinense junto a Julien Quentin y el Festival La Grange au Lac con Renaud Capuçon.
También forma parte del cuarteto de cuerdas Hamamelis Quartett, premiado en el Concurso Fidelio de Música de Cámara de Viena. Becaria de la Fundación Deutsche Stiftung Musikleben, María Dueñas toca el Nicolò Gagliano (1714) y el Stradivarius “Camposelice” (1710), cedido generosamente por la Nippon Music Foundation.
Composiciones propias y dedicadas
María Dueñas no solo se destaca como intérprete sino también como compositora. Ha sido galardonada en el Concurso de Jóvenes compositores Robert Schumann “Von fremden Ländern und Menschen” (“De tierras y pueblos extranjeros”) por su obra para piano “Farewell”. Compuesta en 2016, fue grabada por el pianista ruso Yevgeny Sinaiski, en un video registrado durante el confinamiento causado por el Covid-19. “La obra está simbólicamente relacionada con el Mito del Ave Fénix y la capacidad que tiene el ser humano para renovarse, crecer y aprender de las experiencias negativas. Me interesa la convergencia de diferentes tipos de arte como la música, el cine, la fotografía y la pintura con el objetivo de hacerlo comprensible a niveles más extensos. El artista tiene una responsabilidad en este sentido”, afirmó María.
Recientemente editó como single y video “Homage 1770”, una composición propia dedicada a Beethoven (nacido en 1770). Entre otros singles publicados por la discográfica alemana, están un arreglo propio para violín y piano de “El cant dels ocells” (“El canto de los pájaros”, canción tradicional catalana) y “Yo soy María”, de la operita “María de Buenos Aires” de Astor Piazzolla; en ambos casos, acompañada por el pianista Itamar Golan.
Mientras despunta como compositora, la artista también es elegida por otros creadores que le dedican obras especialmente, como el catalán Jordi Cervelló, quien compuso varios caprichos para violín dedicados a Dueñas, que se estrenaron en el Auditorio de Gerona con Yevgeny Sinaiski.
Dijo Cervelló sobre la obra “Milstein Caprice” (2019): “Recuerdo la Noche de Navidad del año 1955 cuando por vez primera escuchaba el Concierto de Beethoven por Nathan Milstein y la Orquesta de Pittsburgh. Al acabar la obra me puse a gritar ‘¡Milagro! ¡Milagro!’. Aquella sensación permaneció en mi hasta que hace unos dos años escuché por primera vez a la jovencísima María Dueñas por televisión. Hacía años que no escuchaba algo semejante. Me emocionó... Lo que oía era también un terreno milagroso y que, además, tuve la gran suerte de plasmar en mi obra ‘Milstein caprice’, escrita especialmente como una unión especial entre Milstein, María y yo”.
Otra obra dedicada fue “Giocando” (2019): “Inspirado en la risa de María, y combinando los efectos humorísticos de la serie animada Tom y Jerry y la música de Scott Bradley de los años 40”, según su autor.
El estreno del concierto para violín “Altar de Cuerda” (2022), compuesto para Dueñas por Gabriela Ortiz, causó sensación internacional en una sucesión de primicias mundiales con la Filarmónica de Los Ángeles y Gustavo Dudamel en el Walt Disney Hall, Boston, el Festival Cervantino de México y Carnegie Hall. Este debut sería el comienzo de una intensa relación artística que continuaría con mágicos momentos musicales en la celebración del 100° centenario del Hollywood Bowl.
Más reconocimientos
En 2023 fue distinguida con el Premio Princesa de Girona de Artes y Letras, el Premio Luitpold del festival Kissinger Sommer (Alemania), y fue incluida por la revista Forbes en su lista de “los 100 españoles más creativos en el mundo de los negocios”.
Con solo 21 años, María Dueñas continúa deslumbrando al mundo con su virtuosismo y su capacidad para emocionar a través de la música. Su talento y dedicación auguran un futuro brillante, consolidándose como una de las mayores promesas de la música clásica contemporánea.
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