En el súper jueves de Masterchef Celebrity recibió a los participantes con una de las pruebas más complejas: el trabajo en equipo. Claudia Fontán, Cande Vetrano, Gastón Dalmau, Georgina Barbarossa y Sol Pérez tuvieron que ponerse de acuerdo para preparar seis platos idénticos, tanto en los ingredientes, como en la cocción y en el emplatado. El desafío desnudó dificultades para conducir y delegar, poca ductilidad en la cocina y derivó en un crimen con demasiados testigos y ningún culpable.
A la hora de elegir la receta, Sol Pérez asumió la voz de mando y convenció a sus compañeros de hacer un ojo de bife. Encima del corte, propuso una croute de chorizo y como guarnición, terminó consensuándose un puré de papa de autor anónimo y futuras propiedades mutantes. Para acompañar, unas endivias braseadas atribuidas a la Gunda, una gremolata y todo cubierto por una reducción de aceto balsámico. Sol, Gastón y María fueron al mercado, pero las cosas no estaban tan claras como parecía.
Desde el comienzo, el jurado integrado por Germán Martitegui, Damián Betular y Donato de Santis disfrutó cómo los participantes no lograban encausar sus preparaciones. Dificultades con la cocción, con la receta y, sobre todo, con la comunicación entre ellos hicieron que a la hora de las presentaciones, lo de los seis platos iguales quedara en una utopía.
El primero es pasar a las degustaciones fue Gastón, que no tenía la reducción del aceto, lo que provocó el primer enojo del jurado: “Yo quiero saber cómo es el plato de referencia al cual todos tienen que ser iguales”, objetó Martitegui. Desde su estación, Sol se hizo responsable de la autoría intelectual a medias y dio una explicación que descolocó al jurado: “Yo me hice cargo de la carne y de la costra, que no es una costra dura, tiene que ser blanda, es una pasta”. Ante tanta confusión, el trío amagó una retirada. “Es una pasta blanda. No es un croute”, corrigió la conductora, apoyada por el resto de los participantes en modo colegio secundario.
Cande no la pasó mejor. Su reducción de aceto se asemejaba a la brea, aunque su punto de cocción fue el mejor de la noche. Betular preguntó por el padre o madre de la crema de papa, y la actriz cerró filas en el grupo: “No existe, es como una idea en un equipo creativo de publicidad”, respondió. “Lo que más me molesta es todo este conventillo en el que nadie se puso de acuerdo ni siquiera con el nombre, y es medio un papelón” ,remató Martitegui.
La Gunda tampoco tenía nada para decir sobre la crema de papa: “Fue un salvataje que hicimos entre todos, porque no teníamos para hacer un puré”, declaró la actriz, que lamentó que no hubieran escuchado su sugerencia de agregarle coliflor. A su turno, María habló de una creación colectiva: “Yo alguna intervención en la cadena tuve, pero no creo ser la madre”, confesó la periodista, que fue la que mejor logró la croute. Tampoco Georgina se hizo cargo de la preparación en base a papa que a esa altura, desde puré y hasta emulsión, había pasado por todas las formas y definiciones posibles.
Las miradas apuntaban a Sol Pérez. El conductor Santiago del Moro la recibió como el plato original y la ex chica del clima asumió su parte: “Yo me hago cargo de la carne y para bien o para mal, el pan de chorizo colorado, es mío”, reconoció refiriéndose al croute, una de las polémicas de la noche. “Después, del resto seguí órdenes. Yo no me voy a hacer cargo de todo. Soy sincera, soy justiciera pero no soy buchona”, agregó, abriendo el abanico de las responsabilidades.
Donato lapidó la elección y la elaboración de la croute. Germán objetó el corte del bife y preguntó por el responsable del resto del plato. “No importa”; respondió la conductora siguiendo la misma línea testimonal. Al fondo, la Gunda levantó la mano provocando más enojo del jurado: “No son una mafia que se defienden entre ustedes”, estalló Martitegui
“Tratamos de hacer lo mejor entre todos”, alegó la participante, que viene de un hecho polémico que el chef se encargó de recordar. “Está todo grabado, Gunda. Vos lo sabés”. “Si yo soy la madre, María es el padre”, confesó la actriz en el back, buscando ampliar las responsabilidades. “No era que yo la que estaba dirigiendo”, agregó. En medio de semejante confusión, Sol pidió perdón por su parte de culpa y el jurado pasó a la instancia de las deliberaciones. Con poco le alcanzó a María O’Donnell para llevarse la medalla de oro y emparejar el conteo de cara al domingo de eliminación: todos quedaron con una a excepción de la Gunda, que por su castigo deberá competir directamente en el desafío por la permanencia.