El Estudio Coral que conduce Virginia Bono repetirá en el Santuario Nuestra Señora de los Milagros el repertorio consagrado a Josef G. Rheinberger que el mes pasado interpretó en el Convento de Santo Domingo. “Las iglesias son ámbitos maravillosos para cantar, por sus condiciones acústicas”, afirmó la directora.
Gentileza Ariel Rodríguez Meridies es una agrupación artística independiente y vocacional que forman estudiantes de música y dirección coral, directores de coro y cantantes de experiencia en diferentes grupos corales de la ciudad de Santa Fe y alrededores.
Durante el domingo de Pascua, el Estudio Coral Meridies con instrumentistas invitados, realizó un concierto con auspicio del Instituto Cultural Argentino Germano (Icag). El ensamble vocal que conduce Virginia Bono desplegó, en el imponente entorno del convento de Santo Domingo versiones del Stabat Mater op.138 y la Misa en Do op.169 del compositor Josef G. Rheinberger. Además de los aspectos musicales y religiosos, la actividad pretendió poner de relieve un llamado de atención sobre el estado edilicio del convento.
Lo concreto es que el concierto fue un éxito en cuanto a convocatoria de público y eso motivó a los coreutas a repetir el mismo repertorio, pero esta vez en otro ámbito como el Santuario de Nuestra Señora de los Milagros (San Martín 1588). La actividad, nuevamente apoyada por Icag, se desarrollará el próximo domingo 8 de mayo a las 20.30.
Virginia Bono apuntó, en diálogo con este medio, que la motivación para realizar este nuevo concierto, además del pedido del público, tiene que ver con que el coro cumplió 15 años durante el contexto pandémico. “De alguna manera, queríamos hacer algo especial por ese aniversario. Estaba planificada una actividad con un ensamble instrumental que tuvo que postergarse por la pandemia, así que de alguna manera esta es la revancha”, explicó.
También pesó mucho la oportunidad de hacer música con acompañamiento instrumental, en este caso una orquesta de cuerdas. “Eso es, para un coro independiente y autogestionado como Meridies una ocasión excepcional. Constituye una fiesta especial, porque se trata de una instancia que requiere una gran producción”, resaltó. En efecto, el grupo concretó tan sólo un puñado de conciertos sinfónicos corales, en 2011, 2012 y 2017, cuando interpretó “El Pueblo Joven. Oratorio de dos mundos”, de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer.
Gentileza Ariel Rodríguez D.R
Foto: Gentileza Ariel Rodríguez
Ámbitos favorables y público fiel
En la óptica de Virginia, cantar en iglesias es una arista que vale la pena remarcar. “Son ámbitos maravillosos por sus condiciones acústicas. En el santuario de Nuestra Señora de los Milagros hacemos conciertos habitualmente, conocemos bien el lugar. De hecho, en 2019 hicimos uno explorando distintos lugares del templo. Eso fue interesante, le permitió al público tener distintas experiencias de audición”, resaltó.
A pesar de ser un coro amateur, Meridies logró con el paso de los años cultivar un público fiel. “El concierto en Santo Domingo nos permitió llegar gente que quizás no nos conocía, vinculada con la feligresía o motivada por la idea de un evento para visualizar la problemática patrimonial del edificio. Pero el grueso del público que asistió es el que sigue al coro y se fue cultivando con sus variadas propuestas”, sintetizó.
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Foto: Gentileza Ariel Rodríguez
Las obras y el compositor
Ante la posibilidad de realizar un concierto junto a un ensamble de cuerdas, el Estudio Coral seleccionó las dos piezas de Rheinberger. “Es un compositor romántico del final del romanticismo, con un corte muy especial. Su música es elegante, delicada, sutil. Responde casi a un estilo propio”, explicó Bono. Añadió que en el siglo XIX, “cuando el romanticismo se instala musicalmente casi se distinguen dos vertientes, la wagneriana, por así describirla, cargada y sonora y otra, la de Brahms, con otro tipo de sutileza en la composición. Rheinberger, si bien se asemeja más a esta segunda corriente, al haber desarrollado su obra en el sur de Alemania, conserva particularidades que son muy identitarias. Es una música muy sutil y, en algunos aspectos, avanzada para la época. Particularmente me gusta mucho y creo que Meridies le queda muy bien”.