Llegó el día tan esperado para los fans de Masterchef Celebrity: luego de cuatro meses, Donato De Santis, Damián Betular y Germán Martitegui definieron a los dos finalistas de la tercera temporada, Tomás Fonzi y Mica Viciconte, que este domingo se disputaron el máximo trofeo del reality gastronómico.
Apenas el reloj marcó las 22.30, Telefe abrió la especial final con un emotivo clip que resumió los momentos más destacados: las polémicas, los enojos, las risas y la emoción. Con las voces en off de los jurados, se recordó desde el anuncio del embarazo de Mica, hasta el blooper de la Peque Paretto con Donato y los cruces de Ernestina Pais con Martitegui, entre otros.
Acto seguido y con un impresionante despliegue en el estudio, Santiago Del Moro dio por iniciada la gran gala. “Miren lo que es este estudio que va a recibir a los protagonistas, a los finalistas, y también a ex participantes, familiares y mucho más”, anunció. Sin embargo, en primer lugar presentó a los jueces encargados de definir quién será el campeón. Con looks muy elegantes, los tres chefs se lucieron, pero sin dudas lo que más llamó la atención fue el maquillaje del italiano, que se delineó los ojos de una forma muy particular. Luego, llegó la entrada triunfal de Viciconte y Fonzi, que se mostraron muy emocionados.
“Estoy sin dormir, muy nerviosa, contenta, ansiosa, con ganas de mostrar los platos que practiqué, que espero que no falle”, dijo Mica apenas entró. Tomás, por su parte, destacó: “Estoy sorprendido, contento y nervioso...dormí hasta las 4.20. Es un loop mental, lleno de baches, pero hice un repaso permanente de los platos”.
En tanto, el jurado los felicitó por haber llegado a esta instancia y, cuando todavía no habían transcurrido los primeros 20 minutos del programa, el rating ya ascendía a 15,6 puntos. Entonces, se dio paso a la entrada de todos los ex participantes, a excepción de Catherine Fulop y Malena Guinzburg, que no pudieron estar presentes por viajes que ambas tenían programados. Cada uno de ellos les deseó mucha suerte a los dos afortunados finalistas.
Sin embargo, todavía faltaba el momento más emotivo: la entrada de los familiares. Por el lado de la influencer, llegó su pareja, Fabián Cubero, junto a dos de de las hijas que tuvo con Nicole Neumann, Allegra y Sienna, y en el caso del actor, se hizo presente su mamá María, su mujer Leticia y su hija mayor, Violeta. Mientras tanto, el rating alcanzaba los 16,4 puntos.
“Le da más vergüenza”, dijo Mica en relación a Indiana, que estaba detrás de cámara. Entonces, el conductor indicó que podía sentarse detrás para verla trabajar. Pero ella remató: “Que haga lo que sienta”. Inmediatamente, del Moro se dirigió a las niñas y les preguntó cómo era la actual pareja de su padre, que está a semanas de dar a luz a Luca, su nuevo hermanito. “Es buena y cariñosa cuando quiere...”, respondió Allegra, mientras Viciconte lanzaba una carcajada. “Igual la deben querer mucho para estar acompañándola acá esta noche”, indicó entonces Santiago. Y ambas contestaron que sí.
Lo cierto es que, una vez finalizado el momento emotivo, llegó la hora de la verdad. El jurado les informó la consigna, que consistía en preparar un menú de tres pasos (entrada, plato principal y postre) en tan solo 90 minutos. “Tienen que volcar todo lo que han aprendido en estos meses”, acotó Betular. Entonces, y luego de haber tenido los tres minutos correspondientes para ir al mercado en busca de los ingredientes -aunque durante la prueba podrían ir cuantas veces quisieran-, comenzó a correr el tiempo. “¡Se encienden las hornallas más famosas del mundo!”, anunció el anfitrión. Las cartas ya estaban echadas.
De esta forma, los finalistas comenzaron rápidamente a poner manos a la obra, mientras varios de los ex concursantes los alentaban. Pero, a pesar de que las preparaciones ya las tenían estudiadas de antemano, ni Mica ni Tomás pudieron ocultar los nervios. El clima fue de total tensión.
En el caso de la ex Combate, su menú consistía en una entrada de vieras gratinadas con salsa monray; como plato principal, mollejas y langostinos grillados con un puré de coliflor y echalote con una reducción de salsa de hongos y ajo negro; y como postre, un cremoso de chocolate, 70% cacao, con una teja coral y una salsa de frutos rojos. El ex Verano del ‘98, en tanto, eligió como entrada una brusqueta de morcilla, pera y queso brie, un bife de chorizo wagyu con hinojos y tomates confitados, y un durazno asado sobre un sabayón rosada con una crema batida y unos pistachos caramelizados.
“Estaba fatal, le costaba dormir. Se empezó a reír a la madrugada, yo le decía ´dale que mañana la rompés, tenés que estar segura de vos misma vas a ganar´. Y recién le digo ´las finales se ganan´. Le tiré toda la presión encima”, le confesó Cubero a Del Moro entre risas. Y María, la mamá de Tomás, tampoco se quedó atrás: “No seas terco”, le dijo a su hijo cuando lo vio negado a elegir un plato de color blanco para su preparación, una sugerencia que a ella le parecía que era la correcta. “¡Cabezón!”, le reprochó.
Antes de que pudieran imaginarlo, los finalistas se encontraron con la cuenta regresiva final. “¡Manos arriba y fuerte el aplauso, participantes!”, expresó el conductor ante la ovación de todos los presentes, una vez finalizado el tiempo. “Ya cocinó Tomás, ya cocinó Mica, momento de la definición. Atención país: mañana sabremos quién es el ganador o ganadora de esta tercera temporada”, cerró en una emisión que alcanzó un pico de 17,1 puntos de rating a las 23.04, y dejando abierta la intriga sobre quién se alzará con el trofeo: habrá que esperar hasta el lunes a la noche.