Miles de holandeses despidieron el reinado de Beatriz de Holanda cantando "Bea bedartkt" (gracias Beatriz), y recibieron con una ovación a su primogénito Guillermo Alejandro y a su esposa, la argentina Máxima Zorreguieta, monarcas de Orange-Nassau.
Desde muy temprano, y sumándose a una decena de personas que pasaron la noche en la Plaza Dam -histórico espacio de la ciudad de Amsterdam que une el Palacio Real y la Nueva Iglesia- las columnas de personas que llegaban desde las avenidas Damrak y DamStraat fueron completando el colorido cuadro popular, que llegó a sumar 25 mil personas, según las autoridades.
Dos pantallas gigantes desplegadas a la derecha del Palacio Real, en el edificio que alberga al Museo "Madam Toussaud", y a su izquierda, cerca de la Nueva Iglesia, permitieron a los asistentes observar cada detalle de la esperada ceremonia desarrollada sólo a metros de allí, dentro del Palacio.
Una atronadora ovación rompió la tranquilidad cuando las pantallas empezaron a mostrar imágenes de la ceremonia de abdicación, en el Salón Moisés del Palacio, en la que estuvieron presentes los presidentes del Senado y el Congreso de los Estados Generales, los ministros del Reino y representantes de Aruba, Curacao y Saint Martin, que junto a Holanda conforman el reino de los Países Bajos.
La emoción de los holandeses tocó su climax varias veces cuando las pantallas mostraban primeros planos de los rostros emocionados de Beatriz y Guillermo y, muy especialmente, cuando las cámaras se centraron -con planos de luminosidad y encuadre memorables- en las hijas del matrimonio real las princesa Catalina Amalia, Alexia y Ariana.
Cada aparición de Beatriz (desde ahora, su alteza real princesa Beatriz) era acompañada a viva voz por los miles de holandeses ataviados con gorros, chalecos, camperas y pañuelos naranja, que cantaban "Bea-Bea-Bra bedartkt", varios de ellos visiblemente emocionados.
A las 10.30 (5.30 de Argentina) Beatriz, Guillermo y Máxima salieron al balcón y volvieron a emocionar a la multitud que gritó sus nombres durante varios minutos y recobraron nueva fuerza cuando salieron al balcón las hijas del matrimonio real.
Junto a Télam, un grupo de argentinos que se convocaron en la red social Facebook gritaban "Máxima Máxima", enarbolaban una bandera argentina de unos dos metros de largo que desató en varias oportunidades los reclamos de los holandeses cercanos porque no les permitía ver el balcón real.
Al culminar la aparición en el balcón, una veloz desconcentración dejó la Plaza Dam menos comprimida, a algunos curiosos -la mayoría turistas multiplicando flashes- y al grupo de residentes argentinos gritando "Argentina, Argentina" y dando entrevistas a varios medios sorprendidos por un tipo de festejo distinto al holandés.
Y organizando, además, el lugar de reunión para la ceremonia de investidura, que se realizará a las 14 (9 de Argentina) a sólo metros de la anterior.
Fuente: Télam