El Litoral
A 20 años de la muerte de Lady di realizamos un repaso por su historia.
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La princesa Diana dedicó su vida a ayudar a las diferentes instituciones benéficas y a los compromisos solidarios, los cuales la llevaron a convertirse en la "reina de corazones", a ser amada y respetada a nivel mundial.
Mientras se convertía en la mujer más fotografiada del mundo, Diana usaba todo ese furor para transformarlo en algo útil. Cada foto en sus viajes de caridad tenía como objetivo poner luz sobre un sector de marginalidad.
Con breves pero contundentes gestos provocó enormes cambios: fue la primera en mostrarse estrechando la mano de un enfermo de SIDA, en una época en la que hablar de HIV era tabú y el enfermo era estigmatizado.
Fue la primera royal en sacarse los guantes para estrechar las manos de aquellos a los que visitaba. "El HIV no hace a la gente peligrosa. Podés tomarlos de la mano y darles un abrazo. Dios sabe cuánto lo necesitan", afirmó en aquella época.
Sus viajes humanitarios incluyeron visitas a hospitales, escuelas y eventos de caridad en Angola, Australia, Bosnia, Egipto, India, Pakistán, Argentina, y por toda Europa.
Fue presidenta y madrina de 100 organizaciones de caridad de lo más variadas: hospitales de niños especializados en tratamiento de cáncer, organizaciones para los sin techo, la lucha contra el SIDA y contra la lepra; entre otros.
Una de sus luchas más visibles fue contra las minas antipersonas. Trabajo por el que ganó el premio Nobel de la Paz en 1997, año en que murió.
El príncipe Harry siguió el legado de su madre en la lucha para erradicar las minas hasta el día de hoy. Tanto él como su hermano, el príncipe Guillermo, y su cuñada, la duquesa de Cambridge Kate Middleton, crearon una fundación propia que lleva adelante muchas obras de beneficencia, The Royal Fundation.
SUS ÚLTIMAS HORAS
El bombero que socorrió a Lady di rompió el silencio y habló por primera vez en veinte años. Cuando llegó junto con sus diez compañeros del cuartel de bomberos, no sabía que se trataba de ella ni que ese accidente en el Túnel Pont de l'Alma, marcaría un antes y un después en la historia del Reino Unido.
"Estábamos muy cerca de allí (Túnel Pont de l'Alma) y nos tomó menos de tres minutos llegar. Mi equipo de diez hombres estaba en dos camiones y nosotros fuimos los primeros en arribar. El automóvil estaba destruido y comenzamos a trabajar como en cualquier otro accidente. Empezamos a ver quién necesitaba ayuda y estaba vivo", comentó Gourmelon.
"Lady di me dijo: 'Dios mío, ¿qué ocurrió?'". "La mujer, de quien supe luego que se trataba de la princesa Diana, estaba en la parte trasera. Se movía muy despacio y pude ver que estaba viva. Noté que tenía una lesión leve en su hombro derecho y, más allá de ello, nada significante. No había sangre en ella en absoluto", recordó el socorrista.
"Tomé su mano y le dije que se calmara, que estaba allí para ayudarla y ponerla a resguardo. Ella me dijo: 'Dios mío, ¿qué ocurrió?'. Le di algo de oxígeno, y mi equipo y yo estuvimos a su lado mientras era sacada del automóvil. Fue muy rápido, porque no tuvimos que cortar nada (del Mercedes)", continuó.
Sin embargo, momentos después, Diana dejó de respirar. "Estábamos preparados para primeros auxilios y noté que ella estaba sufriendo un ataque cardíaco y que había dejado de respirar. Masajee su corazón y unos pocos segundos después volvió a respirar. Fue un alivio porque, como primeros en responder, quieres salvar vidas. Y eso fue lo que pensé que había hecho".
Gourmelon pensó que viviría y se molesto mucho cuando supo que había muerto. "Ahora sé que hubo serias heridas internas. Pero todo el episodio vuelve a menudo a mi cabeza. Y los recuerdos de esa noche estarán conmigo para siempre. No tenía idea de que era la princesa Diana. Lo supe cuando uno de los paramédicos que la colocó en la ambulancia me dijo que era ella". Xavier estuvo en shock unos momentos hasta que decidió volver a mirarla en la ambulancia. "Allí la reconocí", remató.