Martes 23.8.2022
/Última actualización 10:05
Marie Federman nació en Buenos Aires y está radicada en Mar del Plata. Flautista y cantautora, vinculada con la música desde su infancia, consagró su vida a la biología por más de una década. Específicamente a la ecología y al estudio de la vegetación en las lagunas. Es por eso que su primer disco, autogestionado y de reciente aparición, lleva por título “Nuestros Ríos”, al igual que la canción que le da nombre. Es que existe un vínculo directo entre la observación introspectiva de la artista y su mirada sobre la naturaleza.
La foto que sirve de portada para el disco "Nuestros ríos". Foto: Gentileza producciónDe hecho, la imagen que estableció el punto de partida para el disco fue la de un cardumen de peces nadando. Reflejo, en términos de la cantautora, de nuestro andar por la vida. “Los ríos son una representación de nuestros caminos como seres humanos. Hacen referencia a nuestras experiencias atravesadas a lo largo de la vida, pero también lo que está por venir, nuestras decisiones, el vínculo con la intuición y la conexión con el entorno que habitamos”, explicó.
Cuando comenzó a gestar sus propias letras, apareció fuertemente la gravitación de sus estudios científicos vinculados con la naturaleza. Foto: Pablo GoldbergFederman, que puso en el disco su propia voz y las interpretaciones de flauta traversa, flauta en sol y quenas recordó en una entrevista concedida a este medio que sus inicios en el universo de la música fueron precoces. “A los 8 años empecé a estudiar flauta y desde ahí no paré de conectar con la música. Siempre me gustó y estuve aprendiendo, explorando y experimentando. Tanto cuando tomaba clases, como en mi casa, donde jugaba desde chiquita a sacar canciones y a grabarlas”, explicó.
Ya de grande, distintas circunstancias la conectaron con otras facetas de su propia subjetividad, que resultaron determinantes para que decidiera ser bióloga. “En algunos viajes me contacté con distintos espacios de la naturaleza, viví en el campo y me copé con eso. Para conectar con eso, decidí estudiar biología. En un momento, estaba haciendo las dos cosas, bióloga y música. Trabajaba en investigación y estaba tocando en grupos. No pude sostener las dos cosas y decidí dedicarme de lleno a la música”, contó.
“En algunos viajes me contacté con distintos espacios de la naturaleza, viví en el campo y me copé con eso", contó Marie. Foto: Gentileza producciónPero pasó algo que no fue deliberado ni intencional. Cuando comenzó a gestar sus propias letras, apareció fuertemente la gravitación de sus estudios científicos vinculados con la naturaleza. “Siento que eso está tan fuerte porque estuve durante más de diez años con mi mirada puesta allí. Desde lo que leía y desde lo que observaba, tanto a través de un microscopio, como al observar la fisiología y los paisajes. Todas cosas muy propias de las dinámicas de la naturaleza. A través de la poesía de las letras empezó a aparecer un diálogo entre los procesos internos, de emociones y experiencias y los de la naturaleza. Es algo que tenía incorporado. En algún punto, me da mucha paz. Siento que así pueden unirse ambos mundos”, relató.
A Marie le resulta difícil establecer las influencias que emergen al momento de escribir, porque a lo largo de su recorrido tuvo una formación musical heterogénea. “Es difícil hablar de una cosa puntual, porque siento que mezclo todo. Así como me pasó con la profesión, donde apareció la biología metida dentro de las letras, también me pasa con los géneros musicales. En mis canciones, no vas a escuchar ningún género puro. No hay una zamba o una chacarera, no es ese el perfil. Todo está muy masticado y convertido en ritmos nuevos”, precisó.
No obstante, la artista identificó un puñado de cantautores que la influyeron mucho: los brasileños Caetano Veloso y Marisa Monte y los argentinos Jorge Fandermole, Mercedes Sosa, Ramón Ayala y Liliana Herrero. Esta última, en particular, por su forma original de abordar repertorios populares o folclóricos tradicionales. “Esas personas me resultan una influencia muy fuerte”, consideró.
Es curioso que una cantautora radicada desde años en una ciudad marítima, haya decidido consagrar su primer disco a los ríos. Sin embargo, ella misma considera que posee una especial empatía con el litoral y sus paisajes. Incluso, una de las canciones del álbum, que se llama ‘Uacumbé’, la compuso en el delta del Tigre, que contiene un paisaje muy parecido al del litoral, de río con selva. “Incluso, cuando estuve en Entre Ríos, me di cuenta que era mi lugar. Terminé en Mar del Plata por las vueltas de la vida. El mar me encanta, pero no decidí irme a vivir a Mar del Plata por eso. Me siento mucho más conectada a paisajes de río, con vegetación exuberante. Me gustan esos espacios naturales, no se bien por qué. Es algo que tengo y no se muy bien porqué. Tal vez porque mis abuelos eran de Santa Fe y Entre Ríos”, finalizó.