Los argentinos Francisco Varela y Fabio Banegas, como director de orquesta y solista de piano, respectivamente, celebraron el bicentenario de César Franck grabando su obra sinfónica junto a la Orquesta Filarmónica Nacional de Ucrania, en la que se convirtió en la última grabación de dicho organismo antes del conflicto que sacude a Europa del Este. El Litoral se contactó con ambos artistas para conocer más sobre su experiencia, su abordaje del compositor francés y sus próximos proyectos.
Gentileza de los artistas Banegas y Varela en el podio, con los músicos ucranianos al fondo: ambos artistas destacan la calidad de los integrantes de la Filarmónica.
En noviembre de 2021 los argentinos Francisco Varela (director de orquesta y compositor) y Fabio Banegas (solista de piano rosarino, radicado en Estados Unidos) concretaron su proyecto de grabar cinco obras sinfónicas del francés César Franck (1822-1890): el motivo fue el 200 aniversario del nacimiento del compositor, en cuya obra para piano se especializa Banegas.
La particularidad de este proyecto es que fue realizado junto a Orquesta Filarmónica Nacional de Ucrania, en Lviv, en la que se convirtió en la última grabación de dicho organismo antes de la operación militar iniciada por Rusia a partir del conflicto de Donbás y el ingreso de Ucrania en la OTAN. El master de la grabación (que será editada por el sello británico Guild Music entre mayo y junio próximos) fue trabajado por el ingeniero Andreii Mokrystki entre el 20 de noviembre de 2021 y 23 de febrero de 2022, un día antes del inicio del conflicto armado.
Amigos en el Este
-Venían trabajando en paralelo un proyecto sobre Eduardo Grau, que se iba a grabar en Hungría, y las obras sinfónicas de César Franck, a 200 años de su nacimiento, que terminaron realizando con la Orquesta Filarmónica Nacional de Ucrania en Lviv. ¿Cómo fue el contacto con dicho organismo para poder concretar el trabajo?
Varela: -En 2018 mientras trabajaba en la Sinfónica Nacional tuvimos un director invitado ucraniano-estadounidense, Theodore Kuchar, y él me había recomendado y puesto en contacto con la orquesta, así que cuando empezamos a pensar en el proyecto Franck por suerte fue muy sencillo concretarlo.
-¿Cómo vieron el nivel de los músicos ucranianos, y cómo fue la relación a nivel humano?
Banegas: -La Filarmónica Nacional de Lviv en Ucrania tiene un nivel excelente, de primer nivel, no solo en lo técnico y artístico pero también en la disciplina. Cuando uno tiene la posibilidad de trabajar con una orquesta de este nivel los músicos son capaces de responder a los pedidos más sutiles y repentinos del director, lo cual observé en la interacción de los músicos con Francisco Varela. En lo humano me encontré con gente divina, muy generosos, excelentes anfitriones, orgullosos de sus tradiciones y su hermosísima e histórica ciudad. Puedo decir que dejamos muchos amigos.
Varela: -El nivel de los músicos ucranianos es excelente y se nota que es un pueblo, o al menos que Lviv es una ciudad, con una gran tradición. Y la experiencia en general es que son muy serios y profesionales todos en su trabajo, además de tener un trato muy amable y abierto.
Zona de conflicto
-¿Cuál era el clima social en noviembre, cuando realizaron la grabación, y ya se oían tambores de guerra? ¿Cómo lograron poner la cabeza exclusivamente en la música?
Banegas: -Desde hacía tiempo que sufrían escaramuzas en la zona del Donbás, en el este de Ucrania y limítrofe con Rusia. No obstante, no alteraba el ritmo normal de la vida, lo tomaban, creo, como un asunto contenido a esa región. Así que no afectó para nada la realización de nuestra grabación. El clima social era hermoso, no vimos pobreza, mucho respeto y civilidad y gente viviendo en una sociedad feliz y en busca de sus metas diarias.
Varela: -La verdad que cuando viajamos la tensión estaba puesta todavía en las restricciones del Covid-19 y no contagiarnos. Justo dos semanas antes los casos en Ucrania se habían disparado, y estábamos preocupados con tener todos los músicos disponibles. Pero por suerte no hubo ningún problema, y tampoco se sentía mucho en la ciudad, que funcionaba casi normalmente. Así que el conflicto con Rusia era mas un tema histórico que pudimos conversar con nuestros amigos allá, pero nunca como algo que podría llegar a pasar.
-¿En qué sala se realizó la grabación?
Varela: -La grabación se hizo en la sala donde reside la orquesta, que es el auditorio Filarmónica Nacional de Lviv.
-Andreii Mokrystki, ingeniero de sonido que trabajó en la grabación, terminó en el master de la misma un día antes del comienzo de las hostilidades, el 23 de febrero, para poder enviarla a Gran Bretaña. ¿Qué pueden contar de la odisea personal de este profesional?
Banegas: -En realidad lo que Andreii Mokrystki terminó el día antes del asalto ruso fue el proceso de edición, solo le quedaba configurar el master que es el último paso antes de entregarlo a la discográfica Guild Music de Gran Bretaña. El caso de Andreii es que uno de los ingenieros de sonidos más reconocidos pero no vive en Lviv, vive en Kyiv (Kiev) la capital de Ucrania; donde tiene su estudio, que estaba siendo atacada. Nos avisó que debido a la situación se había impuesto un toque de queda y que no podía acceder a su estudio para terminar la grabación. También nos dijo que ni él ni su familia iban abandonar Kyiv y se despidió con “¡Gloria a Ucrania!”. Dos semanas más tarde nos hizo llegar el master.
Varela: -Claro, el material estaba listo, y el armado del master es un tema más bien técnico. Nos faltaba definir el orden de las obras y justo comenzó la invasión. Afortunadamente la zona de Kyiv donde ellos viven no llegaron a correr riesgos, pero de cualquier forma valoramos muchísimo que en ese contexto Andreii se haya ocupado de cumplir con el compromiso.
Gentileza de los artistas En un alto de la grabación, realizada en el auditorio que la Orquesta tiene en Lviv (la antigua Lemberg austrohúngara), en el oeste del país.
En un alto de la grabación, realizada en el auditorio que la Orquesta tiene en Lviv (la antigua Lemberg austrohúngara), en el oeste del país.Foto: Gentileza de los artistas
Obra mística
-Yendo específicamente a la obra de Franck, ¿qué se puede decir del compositor y específicamente de las obras elegidas?
Banegas: -A César Franck lo tenemos que considerar como el Johann Sebastian Bach del post romanticismo francés y de su época. ¿por qué? porque en su música evoca su fe religiosa cristiana, en su caso particular el catolicismo. Era una persona muy humilde, muy dedicada a su familia, sus alumnos y su música. Tuvo una vida muy sacrificada y vivió situaciones muy tristes, padeció de las exigencias de un padre que no comprendía su temperamento; de la exclusión familiar al casarse con Félicité Saillot-Desmousseaux, una francesa que provenía de una familia de actores, lo cual era mal visto en esa época socialmente; la revulsión de 1948, que se la recuerda con la Revolución de Febrero; y la guerra franco-prusiana de 1870-71 donde perdió muchos queridos alumnos.
Varela: -Podríamos decir que el origen del proyecto fue con “Les Djinns” (“Los Genios”) un poema sinfónico con piano solista que ambos queríamos hacer, y de ahí decidimos combinarlo con la otra obra para orquesta y piano de madurez de Franck, las “Variaciones Sinfónicas”. Y al mismo tiempo lo complementamos con los restantes poemas sinfónicos del autor: “Les Eólides” (“Las Eólidas”), “Le Chasseur Maudit” (“El Cazador Maldito”), y el fragmento sinfónico “Rédemption” (“Redención”). Así que tenemos todos sus poemas sinfónicos (salvo otra obra que es para orquesta y coro) y sus obras importantes para piano y orquesta.
-Fabio, contabas que lo central de su obra se dio en sus últimos 20 años, y especialmente en los últimos ocho. ¿Por qué pensás que se dio un fenómeno tan particular con su trabajo creativo?
Banegas: -César Franck fue como una flor que tardó mucho en abrirse, tuvo un proceso puesto en marcha desde niño, ya a los 13 años componía obras complejas pero que carecían de la profundidad que lo destacaría en sus últimos años. Era muy estudioso y aprendía de los maestros del pasado y sus contemporáneos. Su proceso madurativo artístico resultó en una obra con un sonido personal, obra muy mística y que está cargada de simbolismos creando un todo que la distingue de cualquier otro compositor. Por ejemplo apela al motivo de la Crucifixión de la Misa en Re menor de Bach o el tema de las campanas de la opera “Parsifal” de Richard Wagner para su Preludio Coral y Fuga para piano; o utiliza un tema con el que representa a Ruth del Antiguo Testamento su Oratorio “Ruth” de 1946 en su Preludio Aria y Finale para piano de 1987.
-Tocás toda la obra de Franck, el año pasado estabas estudiando el poema sinfónico “Les Djinns”, que era la única obra que te faltaba explorar. ¿Cómo es la sensibilidad y el pianismo de este compositor?
Banegas: -Tiene una sensibilidad musical exquisita, unos colores y cambios armónicos sorprendentes que hablan de la ternura de César Franck como ser humano. Además el lirismo de su paleta temática está macerado un lenguaje altamente cromático más la textura polifónica que tanto le gustaba. Sobre el pianismo, no es fácil, ni de tocar ni de interpretar. De hecho César Franck tenía manos gigantes que fuerzan al pianista con una mano normal a tener que ver cómo hace para alcanzar las extensiones de sus acordes. La creación de una obra tan mística y simbólica agrega un desafío mayor interprete porque le exige descifrar el significado y mensaje oculto en la obra para darle en la interpretación su verdadero sentido.
-¿Cómo se dio el contacto con el sello británico Guild Music para la edición del material?
Varela: -Otra vez fue a través de una recomendación: nosotros estábamos buscando un sello con el perfil apropiado para este material, y nos pusieron en contacto con Nicholas Dicker, que es un veterano productor inglés que dirige este sello que tiene un catálogo muy extenso y variado, y más de 50 años en el mercado; y nos interesó a ambas partes colaborar para este proyecto.
Proyección
-¿Qué proyectos tienen para el futuro cercano?
Banegas: -En lo individual deseo concluir con la grabación de la obra completa del compositor José Antonio Bottiroli (Rosario 1920-1990) para el sello Naxos-Grand Piano. Ya Grand Piano ha lanzado mundialmente dos discos, el primero dedicado a los valses y el otro a los nocturnos. Nos faltan otros dos discos para la puesta en varios completa a nivel internacional de este querido compositor nuestro. Tengo en carpeta otros autores argentinos, para grabar solo y con la colaboración de Francisco Varela, Eduardo Grau (Barcelona 1919 - Buenos Aires 2006), Nicolás Alfredo Alessio (Santa Fe 1919 - Córdoba 1985) y Jacobo Ficher (Odesa, Ucrania 1896 - Buenos Aires 1978).
Varela: -Como te decía Fabio, tenemos planeado este año la grabación de obras de Eduardo Grau, y tengo otros proyectos de grabación de música argentina, que es un enorme patrimonio que hay que poner en valor. Y además de varios conciertos como director con orquestas y ensambles principalmente en el país estoy trabajando en el desarrollo de la Red Iberoamericana de Orquestas Sinfónicas (RIOS), que es un espacio de articulación para las orquestas profesionales de la región. RIOS es un proyecto que empezamos el año pasado, y ya esta en funcionamiento y tiene una proyección muy interesante.