Juan Ignacio Novak
En el film encabeza el elenco con Zac Efron y profundiza la veta cómica que exploró en “Analízame”, “La familia de mi novia” y sus secuelas. Un actor del “método” que demostró versatilidad para adaptarse a casi todos los géneros, y que hoy es uno de los más prestigiosos del mundo.
Juan Ignacio Novak
Desde que “Malas calles” (1973) lo colocó en un lugar destacado dentro del plantel de actores jóvenes que se abrían paso a principios de los ‘70, en sintonía con la renovación del cine de Hollywood, Robert De Niro realizó una serie de papeles consagratorios. Interpretó a un joven Vito Corleone en “El padrino II” (1974), al insomne Travis Bickle en “Taxi Driver” (1976), al agresivo Jake La Motta en “Toro salvaje” (1980) y más acá en el tiempo al duro Jimmy Conway en “Buenos muchachos” (1990) y al psicópata Max Cady en “Cabo de miedo” (1991). A través de estos trabajos asentó la imagen que lo caracterizaría: personajes complejos, conflictuados, con tendencias sociópatas.
Pero en el medio, concretamente en 1982, protagonizó junto a Jerry Lewis “El rey de la comedia”, agridulce película que reveló otra de sus facetas actorales. Allí se lució en la interpretación de un cómico obsesivo que secuestra a su ídolo para tener una chance en el “ambiente” artístico. Desde entonces, De Niro evidenció que podía adaptarse a la perfección al género, cosa que quedaría demostrada con dos películas que lo tuvieron al frente del reparto en 1999 y 2000.
La primera fue “Analízame” de Harold Ramis. Allí le correspondió el rol de Paul Vitti, un mafioso que sufre depresión y contrata al psiquiatra Ben Sobol (Billy Crystal) para iniciar una terapia. De Niro se parodia a sí mismo y lo hace con tal solvencia que es imposible no reír. La segunda fue “La familia de mi novia” de Jay Roach, donde encarnó a un estricto ex agente de la CIA que sobreprotege a su hija (Teri Polo) y a quien le entusiasma muy poco su relación con Greg Focker, un enfermero torpe e inseguro (Ben Stiller). La química entre ambos hizo glorioso al film.
Tal éxito cosecharon estas cintas que tuvieron secuelas. “Analízate” (2002) fue dirigida también por Ramis (fallecido en 2014) y siguió las tribulaciones de Vitti y su psiquiatra, el desafortunado Dr. Sobol. En “Los Fockers: la familia de mi esposo” (2004) De Niro y Stiller repitieron sus respectivos papeles, con el aliciente de tener en el elenco a Barbra Streisand y Dustin Hoffman como pareja. Fórmula que se intentó repetir en “Los pequeños Fockers” (2010) pero que se vio resentida y sin ecos de la frescura original, aunque De Niro haya repetido una labor muy divertida.
Camino
En los últimos años el actor que en los ‘80 subió varios kilos para parecerse a Al Capone en “Los intocables”, aportó su talento en varias comedias, de distintas características. En 2009 interpretó a un padre viudo que viaja para visitar a sus hijos, en “Todos están bien” de Kirk Jones, remake de la película de Giuseppe Tornatore “Stanno tutti bene” (1990). Kate Beckinsale, Sam Rockwell y Drew Barrymore lo secundaron.
En 2013 intervino en “Ajuste de cuentas”, de Peter Segal donde parodió su papel en “Toro salvaje” al componer a un veterano boxeador que quiere repetir el combate que realizó treinta años antes contra su antiguo rival, que hace Sylvester Stallone. Ese mismo año, en “Último viaje a Las Vegas” se dio el gusto de trabajar con actores de la talla de Michael Douglas, Morgan Freeman y Kevin Kline. Este film se centra en cuatro viejos amigos que van a la ciudad de los casinos para la despedida de soltero de uno de ellos. Y en 2015 lo vimos interactuar con química con Anne Hathaway en “Pasante de moda” (2015), de Nancy Meyers.
El 18 de febrero, los amantes del cine podrán ver nuevamente a De Niro en comedia, en este caso negra, cuando llegue a los cines argentinos “Mi abuelo es un peligro” (Dirty Grandpa). En este film, donde comparte cartel con Zac Efron, interpreta a un ex militar que debe ser conducido por su sobrino hacia Florida por su nieto, quien está a punto de casarse.