La noche que un joven Carlos Guastavino fue aplaudido por el público del cine Colón
El 4 de septiembre de 1941, el músico santafesino se sentó al piano para acompañar a la cantante María Pini de Chrestia. El cronista de El Litoral lo destacó como un intérprete “sobrio y eficaz” y dedicó un párrafo a la calidad de sus obras. Guastavino tenía 29 años. Décadas más tarde, se convertiría en uno de los músicos argentinos emblemáticos del siglo XX.
Archivo El Litoral Carlos Guastavino es un nombre tan significativo en la música argentina de tradición escrita que alcanzó niveles de difusión tan grandes como Alberto Ginastera o Astor Piazzola.
Escarbar en los archivos de Diario El Litoral permite descubrir, con relativa facilidad, el inmenso valor que tuvo la Asociación Amigos del Arte para colocar a Santa Fe en lo más alto de la vida cultural argentina. No solamente porque sus integrantes motorizaron la llegada a la capital provincial de artistas de jerarquía internacional, sino también porque propiciaron a la par a los santafesinos, muchos de los cuales lograron luego un lugar de reconocimiento a nivel internacional.
Un caso concreto es el de Carlos Guastavino, una de las figuras más respetadas de la música argentina en el mundo. En 1941, el santafesino se sentó al piano para acompañar a la cantante María Pini de Chrestia en un concierto organizado precisamente por la mencionada entidad. Y pudo sumar al repertorio de la artista algunos de sus primeros trabajos, que con el tiempo formarían parte de un corpus abordado por grandes artistas como Joan Manuel Serrat, Anna Netrebko, Mercedes Sosa, Alfredo Kraus, José Carreras y Eduardo Falú.
Hemeroteca Digital Castañeda
Foto: Hemeroteca Digital Castañeda
En aquella velada de la primavera de 1941, Guastavino tenía apenas 29 años y había iniciado su trayectoria compositiva poco tiempo antes, hacia 1938. Tocó, además de las suyas, obras de Joseph Haydn, Christoph Willibald Gluck, Wolfgang Amadeus Mozart, Franz Schubert, Robert Schumann, Claude Debussy y Gabriel Fauré. Con un nivel que le valió el efusivo aplauso del público que colmó las butacas del cine Colón, el espacio habitual de las convocatorias culturales organizadas por los integrantes de Amigos del Arte.
Belleza y justeza
Diario El Litoral, que según se puede deducir por el espacio otorgado a cada una de las actividades, mantenía un fluido intercambio con Amigos del Arte, envió un periodista a cubrir el concierto de Pini de Chrestia y Guastavino. Y el viernes 5 de septiembre de 1941 publicó una crónica en la cual destacó la voz de “agradable timbre, ágil y homogénea” y el “espíritu comprensivo de las composiciones” de la cantante, valoró al músico como “un acompañante sobrio y eficaz, que supo realzar inteligentemente la labor de la cantante”.
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Foto: Hemeroteca Digital Castañeda
Más adelante, dedicó un párrafo aparte a las composiciones de “este joven músico santafesino, las que en realidad constituían para el público concurrente lo más interesante de la velada”. Las mismas eran “Riqueza” y “Balada”, ambas con letra de Gabriela Mistral, “Por los campos verdes”, con letra de Juana de Ibarbourou y tres canciones infantiles. “Esta serie de pequeñas canciones que acaba de obtener un premio otorgado por la Comisión Municipal de Cultura de la Capital Federal, son dignas del más cálido elogio”, resaltó el periodista.
“Era de temer que Guastavino, compositor joven que se está formando en un ambiente heterogéneo, pudiera contagiarse y hacer sus primeras excursiones artísticas por uno de esos caminos extraviados que no llevan a ninguna parte”, afirmó seguidamente el cronista. Sin embargo, “en las obras que nos ocupan, Carlos Guastavino ha sabido, sobre melodías claras, hacer armonizaciones bien logradas que al otorgar gran importancia a la parte de piano, le dan al todo un especial interés”.
“Alguna vez, como en la Balada de Gabriela Mistral ‘Él pasó con otra, yo le vi pasar’, falta en la música la emoción que el motivo requiere, pero es preciso considerar que el joven autor no ha sufrido aún lo suficiente para conseguir un elemento a veces necesario pero que la técnica no enseña: dolor. En cambio, hemos de ponderar por su belleza y la justeza con que la obra musical ha penetrado en el espíritu de la composición poética de Juana de Ibarbourou ‘Por los campos verdes’”, añadió. Otra de las obras que consideró dignas de ser mencionada, “por su bello trabajo armónico sobre una sencilla melodía” es la canción de cuna “Apegado a mí”, frecuente todavía ahora en el repertorio de varios cantantes. Finalmente, el enviado de El Litoral aseguró que, por pedido del público, la cantante agregó a su repertorio otras obras de Guastavino que agradaron y fueron aplaudidas “a la par que las que hemos citado”.
Una soprano destacada
Esa misma semana en que los santafesinos tuvieron la chance de escuchar obras de Carlos Guastavino interpretadas por el propio compositor en el concierto de Pini de Chrestia, se presentó en la ciudad, también en el cine Colón, Isa Kremer. ¿Quién era?: una reconocida soprano de ascendencia judía rusa que obtuvo la ciudadanía de Rusia, Estados Unidos y Argentina, donde brilló en distintos escenarios.
Kremer, que había emigrado a nuestro país en 1938, se presentó en el cine Colón según el anuncio publicado por El Litoral, acompañada por el pianista Alexander Grindberg. El día antes, el vespertino había escrito en su página 4: “Verdadera expectativa ha creado el anuncio del recital de canto de Isa Kremer, cancionista folclórica de destacadísima actuación en el mundo musical”.
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Foto: Hemeroteca Digital Castañeda
Kremer, quien permaneció en Argentina hasta su muerte en 1956, es reconocida por haber sido una sensible intérprete de música folklórica de muchos países y en variados idiomas. Hay datos que la sitúan, con toda probabilidad, como la primera mujer en interpretar una canción en idish en un concierto.