El último mes de 1995 fue sombrío para la región: el 12 de diciembre de ese año se produjo un crimen que, un cuarto de siglo después, se recuerda como "la masacre de Recreo". Marcelo "Chajá" Ferreyra, quien había escapado de la cárcel de Las Flores, entró en una casa de esa ciudad cercana a la capital provincial, asesinó a puñaladas a una mujer embarazada y a cuatro de sus hijos. La hija mayor, de 14 años, fue golpeada y abusada. Esos son los hechos reales que Marianela Alegre utiliza como marco para su novela de ficción "Oscuro diciembre", un relato construido por varios personajes a quienes el horror de aquel día afectó, de una manera u otra, en sus vidas.
La novela se encuentra disponible en librerías de Santa Fe y Santo Tomé, además la editorial Voria Stefanovsky la tiene en su catálogo y recibe pedidos. Multimedios El Litoral dialogó con Alegre, quien rememoró las circunstancias que la condujeron a escribir sobre estos crímenes, que quedaron estampados en la memoria de los santafesinos por su atrocidad. "Hace 10 años atrás estaba trabajando para la revista Entre Líneas y Adrián Van Isseldyk, el abogado que entendía en la causa en ese momento, empezó a dar una serie de entrevistas. Reclamaba que la víctima sobreviviente no había cobrado la indemnización que le correspondía, cuyo fallo estaba firme desde hacía tiempo. Me solidaricé, me interesó y empecé a investigar", contó. Esa labor se tradujo en tres artículos para la mencionada revista, que establecen la cronología de los hechos desde la fuga de "Chajá" hasta los asesinatos.
En los años venideros, Marianela no logró desprenderse de ese buceo por la masacre de Recreo y decidió novelarla. "Cuando empecé a hacerlo, me puse a leer detalladamente el asesinato de los niños y decidí que no quería entrar en esos lugares. Así que deseché lo escrito y empecé a planear lo que hoy es 'Oscuro diciembre'", explicó.
En la novela, unos personajes ficticios (un abogado, un periodista, una médica y un guardia del servicio penitenciario) en distintos diciembres, en distintos años de sus vidas, se encuentran con la masacre. "El que tiene la voz principal de la narración en cuanto a la masacre en sí, es el guardiacárcel, porque es el que ha estado más en contacto. Pero los demás también, a partir de su experiencia y su encuentro, la van narrando desde otros lugares y desde otros puntos. El juego es que cuatro personajes, en sus vidas de ficción, se encuentran con este hecho real", detalló Alegre.
Más allá de la decisión de ficcionalizar personajes y circunstancias, todo lo que figura en la novela vinculado con la masacre es producto de una rigurosa investigación, sobre todo lo que tiene que ver con la reconstrucción de la vida en aquel momento en el penal de Las Flores. "Eso está tomado de testimonios de distintos guardias del servicio penitenciario. También hablé con policías e incluso con el fotógrafo Amancio Alem, que fue uno de los primeros en llegar a la casa en que se produjeron los asesinatos, cuando algunos de los cuerpos estaban todavía adentro", destacó la autora.
A su vez, tuvo en su casa, durante más de dos meses, los cinco cuerpos del expediente de la causa civil. "Ahí pude bucear un montón. También entrevisté a los peritos médicos y no quise entrevistar a la víctima sobreviviente. Tampoco quise entrevistar a Ferreyra, que hoy está en un penal en el Chaco. Ahora me arrepiento de no haberlo hecho. Estuve a punto de comenzar la tramitación y pensé que era inmoral. Hoy pienso que hubiera servido para hacer una caracterización no sólo basada en los informes que leí", puntualizó.
La masacre tuvo lugar en medio del verano santafesino, aspecto que no pasó desapercibido para la autora de "Oscuro Diciembre": el opresivo calor se convierte en un personaje más. "Eso tiene que ver con nuestro verano de largas siestas y modorra donde el tiempo se enlentece. Quise colocarlo como un personaje más de la novela. Por eso las descripciones detalladas sobre eso. También lo utilicé para darle ritmo a la prosa. Cada uno de los diciembres que están en la novela, están trabajados desde distintos puntos de vista, con distintos narradores y recursos narrativos. Fue un juego ya vinculado a lo literario, por eso hay capítulos más morosos donde este verano santafesino se ve incluso en la prosa y otros que trabajé desde otro lugar. El capítulo del guardia del servicio penitenciario, por ejemplo, está escrito en primera persona", indicó Marianela.
"Oscuro diciembre" es un policial poco tradicional: de entrada los lectores saben quién es el asesino. "De todas maneras, el desafío fue intentar que quieran quedarse leyendo aún sabiendo lo que había pasado, esperando saber lo que ya saben. Es como un juego de palabras, pero es algo que considero que logré a partir de las devoluciones que tuve de gente que la leyó", explicó Alegre. Justamente, entre esas devoluciones, la que más rescata Marianela es aquella que señala que su novela no es sobre crímenes o asesinatos, sino sobre lo humano.