Pedro de Basaldúa en el Rosa Galisteo: un puente cultural con el País Vasco
En julio de 1955, el periodista, escritor y referente vasco en Argentina pasó por Santa Fe con una conferencia que se centró en la cultura de su comunidad, con apoyo de imágenes y relatos que sirvieron para “unir” dos mundos.
Basaldúa dejó varias obras significativas como “Sangre en la mina” (1937), “El dolor de Euzkadi” (1937), “En España sale el sol” (1946), y “Crónicas de guerra y exilio” (1983). Foto: Fundación Sabino Arana
Con el auspició de las autoridades del Centro Vasco Argentino “Gure Echea”, el sábado 30 julio de 1955 el periodista y escritor español Pedro de Basaldúa disertó en la ciudad de Santa Fe, concretamente en el Museo Rosa Galisteo. El motivo fue el aniversario de la fundación de la entidad y la fiesta anual del patrono San Ignacio de Loyola, que se celebra cada 31 de julio. La conferencia de Basaldúa tuvo como título “Una visión del País Vasco” y estuvo ilustrada con fotografías de paisajes, pueblos y ciudades vascas.
Archivo
¿Quién fue Pedro de Basaldúa Ibarmia y por qué su paso por Santa Fe merece una referencia casi 70 años más tarde? Nacido en Barakaldo en abril de 1906 y fallecido en Buenos Aires en 1985, fue un escritor, periodista y político, cuya vida y obra son resultado de una época turbulenta y de lucha constante por la libertad y la identidad del pueblo vasco.
Su lugar de origen es Barakaldo, municipio de la provincia de Vizcaya, en la comunidad autónoma del País Vasco, en la comarca del Gran Bilbao. Inició su educación en el colegio de las Hermanas de la Cruz y continuó en Salesianos y mostró desde muy joven interés por la política y la cultura vasca, lo que lo llevó a involucrarse con el batzoki local, es decir la sede o “lugar de encuentro” de los simpatizantes del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Muga
Finalizó sus estudios de bachillerato en el colegio San Bernardo de Donostia y estudió Comercio con los Maristas en Bilbao. Inició su carrera periodística en diferentes medios y su defensa de los ideales vascos y sus escritos en el semanario Jagi-Jagi lo llevaron a enfrentarse con la justicia en múltiples ocasiones, hasta el punto en que fue encarcelado en la prisión de Larrínaga en 1933. Cabe referenciar en este punto que el término "Jagi-Jagi" proviene del euskera y significa “¡Levántate!”, es decir, que alude a un llamado a la acción y la movilización del pueblo vasco por su autodeterminación.
Su trabajo como periodista y su compromiso con la causa lo llevaron a integrar el consejo político del diario Euzkadi y de la comisión de propaganda del PNV. También fue propagandista para el sindicato Solidaridad de Trabajadores Vascos y profesor de la Agrupación Vasca de Acción Social Cristiana.
Archivo El Litoral
Los ecos de la guerra
Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, Basaldúa fue designado por el Bizkai Buru Batzar, órgano ejecutivo territorial del PNV, para colaborar en el Gobierno Civil de Bizkaia junto a Heliodoro de la Torre y José Luis Irisarri. Fue secretario del gobernador José Echeverría Novoa y redactor de la revista Gudari de Euzko Gudarostea, donde luego asumió la dirección tras la captura de Esteban Urkiaga "Lauaxeta" por parte de las tropas franquistas, que luego lo asesinaron.
Archivo
Tras la ocupación del territorio vasco por las fuerzas franquistas en 1937, Basaldúa acompañó al lehendakari (figura principal del ejecutivo en la comunidad autónoma del País Vasco) José Antonio de Aguirre en su exilio, primero a París y luego a América. En México, Basaldúa fue recibido con entusiasmo y continuó su trabajo en defensa de la causa vasca, actuando como delegado del Gobierno Vasco en Argentina. Fue uno de los fundadores del Instituto de Estudios Vascos y dirigió la publicación Eusko Deya en 1951. También participó activamente en la Sociedad Argentina de Escritores.
Pedro de Basaldúa dejó varias obras significativas como “Sangre en la mina” (1937), “El dolor de Euzkadi” (1937), “Con los alemanes de París” (1943), “En España sale el sol” (1946), y “Crónicas de guerra y exilio” (1983). Sus escritos son un testimonio de su tiempo y de su compromiso con la lucha por la libertad y la justicia para el pueblo vasco.
Fundación Sabino Arana
La visita de Pedro de Basaldúa a Santa Fe en 1955 fue un evento cultural de interés, pero también reforzó los vínculos históricos y emocionales entre el pueblo vasco y la diáspora en Argentina.
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