Sábado 26.6.2021
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El impacto que tuvo en los '80 la aparición del VIH se extendió a las diversas expresiones artísticas. El cine de distintos países se hizo eco, ante la rapidez en que la enfermedad pasó a ocupar un espacio destacado entre las preocupaciones de la población. Un aspecto interesante es corroborar cómo la mirada de los directores que decidieron encarar el tema fue cambiando en la medida en que se fueron conociendo más detalles y dejó de ser considerada como el estigmatizante "virus gay" de los '80 a una problemática que debía analizarse desde variadas perspectivas.
"Philadelphia" (1993) es una de las películas más recordadas sobre la temática, fundamentalmente por el éxito que obtuvo en todo el mundo gracias a la interpretación, oscarizada, de Tom Hanks como un abogado que contrae la enfermedad y sufre discriminación en la firma para la cual trabaja. Pero mucho antes del film de Jonathan Demme, Arthur J. Bressan Jr. había filmado la mucho menos conocida "Buddies", sobre un neoyorquino homosexual en una relación monógama y conoce a otro hombre se está muriendo precisamente por Sida. El crítico Chuck Wilson la define como "un estudio importante y conmovedor de la vida y la muerte".
En la primera mitad de los '90 se estrenaron otros dos filmes que, desde ópticas muy diferentes, abordan los orígenes del Sida, su expansión y las acciones desarrolladas por distintos países para prevenir su expansión. "Zero Patience" (1993) es un film canadiense dirigido por John Greyson muy original en tanto aborda el tema en clave musical. "Y la banda siguió tocando" (1993), de Roger Spottiswoode se rodó para la televisión y con un elenco notable (Matthew Modine, Alan Alda, Richard Gere, Phil Collins, Anjelica Huston, Steve Martin, Ian McKellen) propone una crónica detallada de las reacciones sociales ante el descubrimiento del SIDA y el trabajo de los científicos para comprender la enfermedad y hallar una cura.
Desde el año 2000 hacia delante, las películas que abordaron la problemática ya desde miradas más abarcativas y precisas fueron la sudafricana "Yesterday" (2004) sobre una mujer que descubre que es portadora de la enfermedad y debe cuidar de su familia en un desafiantes contexto. "Dallas Buyers Club" (2013), que refleja la historia de supervivencia de Ron Woodroof, un cowboy de rodeo texano a quien en 1986 le diagnosticaron Sida y le pronosticaron un mes de vida. La francesa "120 pulsaciones por minuto" (2017) que muestra las vivencias de un grupo de jóvenes activistas que tratan de generar conciencia sobre la enfermedad a principios de los '90.
Y "1985" (2018) de Yen Tan, sobre un homosexual veinteañero a quien le cuesta revelar su identidad a su conservadora familia.
Dentro del cine argentino, hay dos films que exhibieron la enfermedad y sus secuelas, aunque ninguno de los dos se queda sólo en eso sino que la introducen en un contexto mucho más amplio. "Un año sin amor" (2004) de Anahí Berneri se centra en un joven escritor que pelea día a día contra el Sida. Y "El resultado del amor" (2007) de Eliseo Subiela, refleja el drama de una joven prostituta que descubre que es portadora del virus VIH mientras se enamora de un abogado.