Lunes 8.7.2024
/Última actualización 10:30
Julián Bejarano, (CABA, 1983, residente en Paraná) en uno de sus diarios dice: Nunca me fui de Paraná y todavía te extraño, paso mis días casi sin salir de casa. Aunque alquilo no me encuentro ¿Por qué mi único hogar es el lenguaje?. Mas adelante agrega: “¿Por qué lo deje todo por la poesía? Si me cuesta un Perú explicarle a alguien que no me conoce que soy poeta, que no piense que soy Neruda”. Los fragmentos son parte de un diario que lo comparte todos los miércoles, en una web que se llama https://mal.ar/ . Ya va por la segunda temporada, lo empezó el año pasado. “Me mantiene muy entretenido y me ordena tener que escribir todas las semanas. Pero no sé si se trata de algo literario. Es la primera vez que hago algo así, llevar una especie de diario online. Es raro y me gusta”.
¿Qué vino primero, si el huevo o la gallina?. El huevo como escritura y la gallina como lectura. Hay una diferencia clara entre leer y la literatura y entre escribir y también escribir literatura. Pero para no irme demasiado del tema. Recuerdo que cuando iba a la primaria disfruté mucho una vez cuando me hicieron hacer una descripción, digamos, contar algo. A pesar de que en la infancia no leía, era como muy arisco hacia la lectura, me gustaba más andar en la calle, más indio como se dice acá. Para redondear te diría que en mí primero estuvo el huevo de la escritura y mucho después vino la gallina de la lectura. Más allá de que esa primera escritura fue apenas una sensación, no fue siquiera un poema que yo compuse cuando tenía cinco años, ponele. Pero si te diría que me sentí bien escribiendo aquella primera vez.
Julián Bejarano reside en la ciudad de Paraná, codirige el sitio web mal.ar junto a Luciano Mete y Manuel Podestá, y afirma que la literatura es lo suyo. Ha leído sus textos en Concordia, Buenos Aires, Santa Fe y La Plata. Poemas suyos fueron publicados en revista Ñ, revista Def-ghi, de Santa Fe, Revista virtual Metrópolis en México y en Balconcillos, blog dedicado a la poesía en España, entre otras publicaciones. “Es algo que está dentro mío. Que difícilmente lo pueda abandonar. Mas allá de lo que pase en el afuera, reduciendo el término literatura a la poesía, que es más lo mío, es lo que me gusta hacer. Hay un goce y una pasión muy profunda ahí adentro, en mí. Es una relación para toda la vida y lo interesante es que no tengo que comprar ningún anillo de tantos kilates. Es bastante barato ser poeta”. En la web de su autoria respecto de estudiar una carrera universitaria, escribe: “una frase que me dijo Claudia cuando yo tenía 22 años, “los poetas no se reciben, Julián” y yo a esa edad quería ser poeta, así que le hice caso” y abandonó la carrera.
Gentileza-Fuiste uno de los ganadores del Concurso Regional Nouvelle 2024 ¿Qué nos podés contar sobre esa experiencia?
-Estoy muy contento con lo del concurso. Poder editar un libro en medio de este contexto, la verdad me siento un privilegiado. Es época de vacas flacas para la edición de autores del interior y desconocidos como yo. Tengo amigos que son buenísimos autores y que merecerían editar, que sus manuscritos vean la luz. Pero este gobierno nefasto y basura, no ayuda para nada. Es muy triste cuando un pueblo no puede hacer cultura. Y más la parte under que es lo mejor, lo más genuino y lo menos contaminado.
-¿De qué trata la nouvelle premiada?
-Es una nouvelle autobiográfica. Una parte la escribí en una compu de escritorio, pero la mayoría fue compuesta en mi celu. Como que la escribí más en movimiento. Es un texto de un poeta, que es lo que yo soy básicamente. Yo no leo narrativa. Del lenguaje me quedó más con la forma. Me copa que se hayan fijado en un texto así, fue como salirme con la mía. Habla de mis pasos de peregrino errante. Está mi trabajo, mis amigos, las chicas, el ambiente de la poesía, la economía y como está escrita en diciembre del año pasado, no podía no hablar de la catástrofe política y cultural que sufrimos en el balotaje del 19 de noviembre. En fin, habla de la vida, el amor y el dolor, no hay demasiado misterio nunca dentro de la literatura.
-¿Qué autores lees asiduamente?
-Leónidas Lamborghini y Mario Montalbetti. La novelita empezó con un cope que tuve con un libro de Gertrude Stein que se llama Poesía Anti Patriarcal, cabe la forma, como se llama el último libro del peruano Montalbetti.
-A la hora de escribir ¿Sos de reiterar procesos de escritura con temas recurrentes, o vas sin timón y a la deriva como diría Roberto Bolaño?
-Yo escribo poesía. Terminé el año pasado una trilogía con el tema central que es la coyuntura política; Dinero (2019), Hecho social total (2022) y Liquidámbar be real (inédito). Si te tuviera que responder, te diría que lo que me hace escribir a mí es el amor.
-¿Tres escritores santafesinos imprescindibles?
-Juan José Saer, Francisco Bitar y Leo Mattioli.
-¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?
-Por ahora ninguno. Ando medio vago. No me gusta exigirme demasiado con el tema de la escritura. No tengo ningún plan, todos los que hicieron alguna vez un plan, fracasaron.
Julián Bejarano nació en Buenos Aires, en 1983. Desde 1989 reside en la ciudad de Paraná, Entre Ríos. Publicó, entre otros libros, A Eda por su dulzura (2007), La prefabricada (2008), Humito (2010), Farmacia (2013), El alguacil y la turuca (2013), Los cimientos (2013), Camorra (2015), Ambiente Aluminio (2017), Sombra Grande (2018) y Dinero (2020). Tradujo fonéticamente al poeta provenzal Arnaut Daniel. Fundó, junto a Manuel Podestá, la editorial “Gigante” (2011-2017). Participó como editor en “Lomo” (2018).