Roberto Schneider
Roberto Schneider
A través de un destacado ciclo televisivo como fue “Atraverse”, el nombre de Jacobo Langsner alcanzó por entonces popularidad. Conviene poner de relieve que es también uno de los más encumbrados dramaturgos contemporáneos. Este escritor uruguayo ha escrito obras como “El tobogán”, “Los artistas”, “Paternoster” “Una margarita llamada Mercedes” y la muy conocida “Esperando la carroza", pieza trasladada con enorme éxito de público al cine de la mano de Alejandro Doria, convertida ya en un clásico, que ahora fue presentada con gran suceso en LOA
AGM.
Su historia refleja, con agudo sentido de la observación, el drama de una familia numerosa que –incluso sin tener real conciencia de ello- lucha sin entregarse para seguir navegando con vitalidad por las aguas más serenas del tramo final de la existencia. En esa pelea por mantenerse en pie acaso se encuentre el miedo a sentirse inútil. El símbolo de Mamá Cora, madre síntesis, es contundente, y el compromiso de Langsner con la mal llamada tercera edad es profundamente reflexivo: desplazar a los ancianos es, para ellos, el principia del fin.
Con diálogos cotidianos directos, sin un solo efecto lacrimógeno y con mucha sensibilidad por el tema abordado, el dramaturgo describe la personalidad de sus criaturas a través de una óptica realista y dura, que abunda en detalles y observaciones agudas.
La dirección general de Exequiel Maya tiene muy presente la importancia del ritmo, acertando con solvencia en el estilo de la obra, por cierto inteligente, atractiva y rica en conflictos y situaciones humorísticas. Maya concibe una puesta en escena ágil y precisa apoyado por un elenco brillante entregado al juego propuesto. Se destacan las excelentes actuaciones de Nelda González, Adriana Rodríguez y Florencia Minem; las muy buenas interpretaciones de Claudio Paz, Ana Paura Borre y Luciana Lezcano; son buenas las labores de Marcos Martínez, Marisa Ramírez y Stella Maris Curri y son correctos Mariano Rubiolo y Rosa Ana Sánchez.
Son muy buenos el diseño y la realización escenográfica de Maya y Alejandro Maidana, el diseño lumínico de Maya, Mariano Rubiolo y Alejandro Maidana; correcto el vestuario de Carolina Vecchietti y Marisa Ramírez, el maquillaje y peinados de Marisa Ramírez; las coreografías de Cecilia Romera Kucharuk, el diseño gráfico de Pablo Damiani, la asistencia de dirección de Stella Maris Curi. El programa de mano se destaca por su diseño y porque permite leerse. Como la totalidad, puesta al servicio para que el espectador la disfrute.