Este viernes desde las 22, en Tribus Bar & Arte (Pedro Vittori 3523), se presentará nuevamente (tras la previa protagonizada por Mayday y Morbostoner) Banda de la Muerte. Anticipadas limitadas con descuento a $ 100 en el bar, en Santa Fe Rock & Tour (San Martín 2347 Local 8 y 9) y Junín Sessions Salas de Ensayo (Junín 2682)
Demasiada presión. O demasiada violencia. Tras su LP homónimo de 2009, Banda de la Muerte (Xon en guitarra y voz, Leonardo Bianco en guitarra, Nicolás Foresi en bajo y Guillermo Gómez en batería) actualiza en nueve canciones su propio complejo de dolor con “Pulso de una mente maldita” (Zonda Records, 2012) y el resultado trasciende su sonido stoner inicial para un disco de metal cruel, agobiante y tan inmediato en sus estructuras como complejo y táctil en su riqueza de texturas.
Disponible en streaming a través de www.bandadelamuerte.bandcamp.com (con opción de download completo a cinco dólares), más una interpretación en vivo en el viejo Palacio Alsina y en video a través de su sitio oficial bandadelamuerte.com más una edición europea en vinilo (disponible a través de www.clearspot.nl), es un testimonio vital para la renovación del sonido rockero porteño acercándose a una reescritura de las reglas del metal argentino.
No es necesariamente un ejercicio retro. Más allá de las eternas influencias del post hardcore de los ’90 inmersas en estribillos gancheros y formato de canción, Banda de la Muerte encuentra el lazo entre el stomp de próceres como Crowbar o Corrosion of Conformity con la agresión flexible de nuevos grupos como Black Tusk, Black Cobra o Kylesa, para volverse el eco local de un nuevo underground mundial. Y hay un movimiento detrás de esto: Banda de la Muerte encuentra su correlato en compañeros de escena como Poseidótica, Avernal, Dragonauta, los venezolanos Cultura Tres o los chilenos Hielo Negro.
No es apenas un trabajo de válvulas calientes. La confesión de velocidad crepuscular en “Parte de mi historia”, el tempo de serpiente bajo abuso de guitarras en “El miedo” más un estribillo gigante, las sombras iniciales de “Tiempo muerto”, los 54 segundos de canibalismo crust-metal en “El sol salió del sur” y la estrangulación neo-sludge de “Espíritu en paz” convierten a Banda de la Muerte en algo demasiado serio.