Sin la reina, la familia real británica asistió al estreno de la nueva película de James Bond
Tanto los duques de Cambridge como el príncipe Carlos y Camilla han acudido al preestreno de la nueva y esperada entrega de la saga 007.
Getty Kate Middleton, el príncipe Guillermo, Camilla de Cornualles y Carlos de Inglaterra en el estreno de ´Sin tiempo para morir´.
18:45
La pandemia de la Covid-19 obligó a posponer hasta tres veces el estreno de la nueva entrega de la saga del agente 007. Finalmente, y tras cerca de año y medio de retraso con respecto a la fecha que inicialmente estaba prevista, ha sido este martes cuando la última película del espía más famoso de todos los tiempos, Sin tiempo para morir, ha llegado al teatro Royal Albert Hall de Londres, escenario habitual de los preestrenos mundiales de la saga. Además de Daniel Craig y otros miembros del reparto como Ana de Armas, allí se han presentado tanto el príncipe Carlos y Camilla como el príncipe Guillermo y Kate Middleton, continuando así la tradición que tiene la familia real británica de apoyar a un agente secreto que, al fin y al cabo, lleva décadas al servicio de Su Majestad.
La duquesa de Cambridge ha brillado con un vestido de Jenny Packham, la misma firma que escogió para asistir al preestreno de la anterior película de James Bond. Y ha brillado de una manera literal, porque tanto el vestido como la capa que lleva incorporada están cuajados de lentejuelas y pedrería de un resplandeciente color dorado. Quizás se trate de un homenaje a una de las escenas más famosas de la saga de 007: en James Bond contra Goldfinger, Margaret Nolan saltó a la fama como chica Bond con el cuerpo totalmente cubierto de oro.
En cuanto a la duquesa de Cornualles, ha escogido un vestido de color azul tan resplandeciente como el de su nuera, ya que estaba recubierto de aplicaciones de pedrería plateada, a juego con el broche de diamantes que llevaba prendido. Se trata del broche "solar" de la princesa María Luisa, una de las nietas de la reina Victoria. En 1953, la princesa lo llevó a la ceremonia de coronación de la reina Isabel II, quien si bien terminó heredándolo nunca lo ha lucido en público.
Es como si la monarca, que en 1967 asistió con una de sus tiaras de diamantes a la première de Solo se vive dos veces, hubiera querido demostrarle la confianza que todavía le tiene a su agente más leal cediéndole a su nuera la mencionada joya de su antepasado, porque ¿quién se atrevería a robarle a Camilla su broche delante de las narices del mismísmo James Bond?