Jueves 17.6.2021
/Última actualización 17:37
La canción “Un año en casa” dice en su estribillo “Vida en libertad, dentro de pantallas, sueño y realidad es lo mismo hoy”. Funciona como una especie de síntesis de “Gastón Massenzio”, el último disco creado por el autor homónimo, oriundo de la ciudad de La Plata. No sólo porque fue concebido en el contexto del aislamiento impuesto en 2020 producto de la pandemia, sino porque implicó también para Gastón una profunda conexión con su música interior, su historia personal, sus influencias fundamentales y un reencuentro con el piano, el instrumento con el que se acercó por primera vez a la música.
Gastón afirmó, en diálogo con este medio, que concibió la música y las letras de su flamante trabajo mientras todos “estábamos viviendo una suerte de libertad, pero alienada y alienante por el contexto por la virtualidad”. Al respecto, señaló que “la metáfora utilizada en la canción ‘Un año en casa’ es clara y resume estos tiempos en los cuales nos vinculamos de manera forzosa en la virtualidad. A veces, el encierro hace que aparezcan los ángeles y demonios de cada uno y empecemos a no distinguir la realidad del sueño”.
“Gastón Massenzio” es una placa compuesta por nueve canciones en las cuales resuenan ecos de los cantautores y grupos que marcaron al autor, entre los cuales figuran Queen, Charly García y Fito Páez, entre otros. Aunque, como señala Massenzio, la centralidad estuvo puesta en la relación del piano con su voz, también se encargó de trasladar su criterio interpretativo a todas las guitarras que suenan a lo largo del disco, que cuenta con artistas invitados como Fernando Samalea, Lucy Patané, Sami Abadi, Federico Linari, Sebastián Briganti, Karen Kuhn y Claudio Lafalce, también productor.
Lo que impulsó a Gastón ponerle su propio nombre a su nuevo trabajo fue una sensación muy concreta. “Mis influencias, mi mensaje, lo que quiero y tengo para decir que responden a mi pasado, a mi presente y a lo que imagino para el futuro, estaban muy unificados. Empecé a sentir que lo que estaba haciendo me identificaba ciento por ciento como artista. Desde lo tenía para decir y desde lo que tenía para tocar”, advirtió.
El arribo a este nuevo puñado de canciones representó un cambio significativo, a nivel del mensaje, respecto a los contenidos en los discos anteriores. “Los otros trabajos tenían abordajes conceptuales producto de mis búsquedas de ese momento. Algunos desde afinaciones alternativas, otros desde el abordaje de la experimentación en el estudio. La lírica solía acompañar también, en parte, esas búsquedas disímiles. En este disco noté un cambio muy grande en mi persona y que salieron a la luz elementos que estaban condensados. Sentí que me identificaban integralmente”, sintetizó.
Nora LezanoA diferencia de sus discos anteriores, en los que se orientó más a la experimentación entre las diferentes afinaciones de la guitarra y su voz, en esta oportunidad, Gastón se decantó sobre todo por la relación entre el piano y la voz. “El piano y la guitarra siempre fueron mis instrumentos fundamentales. Pero me encontré tocando mucho el piano como necesidad de salvataje en medio de la pandemia, que fue cuando se compuso este disco. Empecé a sentir una necesidad muy fuerte por el placer mismo de tocar, para canalizar la angustia. En ese contexto, empezaron a aparecer estas melodías, estas armonías y también estas letras también. Al principio, sin la intención de convertirlas en un disco, sino con la idea de tocar y tocar. Con los meses, las canciones cobraron fuerza y tomaron forma”, rememoró.
“El subconsciente hace crecer cosas y la parte consciente tiene que mirar y acusar recibo de eso. No busqué deliberadamente un cambio de instrumento o de sonido. Surgió de manera espontánea. Me sorprendió encontrarme con cosas tan esenciales mías, que no había puesto en los otros discos. Entonces el piano, que fue el primer instrumento que aprendí a tocar, empezó a tomar forma de una manera natural”, agregó.
Nora LezanoTanto en su música como en sus letras, Massenzio trata de dejar su sello autoral. Algo que tuvo en cuenta el productor, que trató de cuidar especialmente ese aspecto. En su charla con este medio, Massenzio contó algunos detalles del proceso para crear las canciones y el compromiso puesto de manifiesto en la concepción de las letras. “Hay un circuito que siento hoy por hoy muy necesario. Mirar desde afuera hacia dentro, que eso se transforme dentro y luego, ya transformado pueda replicar y resonar en otros. Ese fue el proceso que hice yo”, resaltó.
Respecto a los proyectos para el futuro, Massenzio sostuvo que en su extensa relación con la música siempre vivió procesos internos rotundos y rápidos. “A veces pienso que voy a continuar por un camino, pero la realidad te termina interpelando y haciendo que eso que uno desea se modifique, a veces parcialmente otras veces de una manera muy rotunda. En este caso, siento que es un nuevo punto de partida”, apuntó.
Nora LezanoDe este modo, el cantautor platense suma un casillero nuevo a su discografía, integrada por “Lapsus” (2013) “Otra Luz” (2014), “La presencia” (2015), “Niebla” (2018) y “Ocho Sueños” (2019). “Melodías viejas y nuevas que aparecieron sin ninguna pretensión más que la de hacer música sincera propia, donde la belleza lírica y musical fueran la premisa”, afirmó.