El documental “López”, dirigido por Ulises Rosell muestra diversas facetas del fotógrafo Marcos López, oriundo de la provincia de Santa Fe. La premisa es exhibir la particular sensibilidad desde la cual el artista observa el mundo. “Es un personaje”, aseguró el director en una entrevista.
Gentileza Pelicano Cine Algo que intrigaba mucho es cómo se relaciona la vida cotidiana con la producción, con la obra que él hace. Cómo es ese ida y vuelta .
El mundo de Marcos López, santafesino de origen radicado en Buenos Aires, está atravesado por la imagen.es uno de los referentes centrales de la fotografía latinoamericana contemporánea. A la vez, es un artista plástico en permanente búsqueda y director de cine. En su vida íntima, su cotidianeidad y sus diversas facetas se introduce Ulises Rosell, también cineasta, en el documental “López” que fue presentado en el festival de cine independiente Bacifi y tendrá su estreno nacional el jueves 25, con proyecciones en ciudad de Buenos Aires (Gaumont) y otros puntos del país. También estará disponible en Cine.Ar.
Rosell, quien se propuso a través de este retrato reflexionar sobre temáticas que van mucho más allá de la simple mirada sobre un artista, contó detalles del proceso que dio lugar a su película. “A Marcos lo conocí primero como fotógrafo. Después me lo crucé una vez en el Bafici (Festival de Cine Independiente de Buenos Aires). Él había hecho un documental dentro de una serie en la cual yo había hecho otro episodio, ahí tuvimos por primera vez un trato de colegas. Después él hizo el largometraje ‘Ramón Ayala’, que me parece fascinante”, recordó.
Hasta ahí, podría haber quedado todo en la mera anécdota. Pero el destino parecía empecinado en cruzar a Rosell y a López. “Mientras estaba haciendo otra película, por casualidad alquilé una oficina frente a su casa. Ahí empezamos a vernos más seguido. De pronto nos cruzábamos en el mismo barcito donde íbamos a almorzar. Y la verdad es que Marcos es un espectáculo andando. Es gracioso, interesante y neurótico. Un personaje. Me divertía a la vez que me contaba cosas muy profundas de su vida. Marcos es muy directo y abierto en el trato. Hasta quizás para él es un problema, tiene una intimidad muy despojada”, aseguró Rosell.
Todos esos aspectos de López le parecieron al director llenos de potencialidad para expresar desde lo visual. “Tuve la posibilidad de ver su casa y también es como una obra de Marcos. Todo eso me hacía intuir que ahí había una película que me podía interesar. Hago ficción pero también documentales y me gusta mucho el retrato documental. Meterme con un personaje y construir en torno a ese personaje. Ese fue el punto de partida, verlo trabajar”, contó.
Facetas
Confluyen en “López” varias dimensiones de su protagonista. “Está la cosa cotidiana, que me parece insólita. Marcos es una de esas personas que te va cruzando con un mundo que parece que ha sido diseñado por él. Yo voy al dentista y no es un personaje extrañísimo. Con Marcos fuimos a uno elegido al azar y era un tipo rarísimo. Lo mismo con la óptica. Él entró y había una señora que se puso a cantar. Uno se pregunta qué es lo que tiene Marcos que hace que la gente sintonice de esa manera con él. Con una estética y unos intereses específicos. En su conversación transmite todo eso. Es una cosa increíble”, explicó Rosell.
También aparece su trabajo, en el cual Marcos hace un recorte estético muy específico. “Hay pocos nombres que uno puede usar como adjetivo, pero si decís que algo es ‘muy Marcos López’ está clarísimo de qué hablás. Hay una cuestión de color, de pertenencia. Sabés que tiene humor y sabés que hay una mirada de Latinoamérica muy diferente de que te quieren bajar del país en desarrollo. Incluso Marcos tiene un disfrute por lo que no funciona. Es un gran artista”.
Cambios
Pero el documental adquiere una gravitación inesperada incluso para su creador. “Apareció el tema del paso del tiempo y los cambios de la vida. Me tocó estar presente en un momento de muchos cambios en la vida de Marcos y hay algo de eso que es interesante, para lo cual el cine documental se presta mucho, que es registrar lo efímero. Todo eso está muy presente todo el tiempo, porque él durante la película cumplió 60 años”, remarcó Ulises.
Ante el resultado final, hubo una reacción risueña por parte del protagonista. “Marcos me dijo: vos me usaste a mí para hablar de temas que te interesan a vos”, contó, entre risas, Ulises Rosell. Lo cierto es que en ese punto, se puede hablar de cierto grado de complicidad, porque López no debe haberse sorprendido mucho con esto. Es que un artista fotógrafo finalmente hace eso, retrata a otros para mostrar cosas que le interesan.