Juan Ignacio Novak [email protected]
Es un cortometraje que se rodó gracias a un estímulo del programa Espacio Santafesino. Incluye testimonios, material de archivo y recreaciones con actores. El director, Fernando Molinas, contó detalles del trabajo, que se presentó en la ciudad del norte provincial y que el año próximo se proyectará en Santa Fe.
Juan Ignacio Novak [email protected]
El 10 de enero de 1973 se desató en San Justo el tornado más intenso del cual se tiene registro en Sudamérica. Mientras los habitantes descansaban en una siesta de intenso calor, el fenómeno que alcanzó la categoría F5 en la Escala Fujita arrasó la avenida principal, con un saldo de 50 muertos y más de 500 heridos. El hecho dejó huellas imborrables entre los sanjustinos. Y sobre esas marcas un grupo de artistas rodó, gracias a un estímulo del programa Espacio Santafesino, el cortometraje “Vorágine”. Que, a lo largo de sus 18 minutos, recupera testimonios de personas que vivenciaron el tornado en forma directa, perdieron a sus familiares cercanos y quedaron atrapados. Pero pone énfasis en las secuelas: casi medio siglo después, los recuerdos todavía provocan temor.
Fernando Molinas, oriundo de Calchaquí y actualmente radicado en la ciudad de Santa Fe, es el director del film. En una charla con El Litoral, explicó las motivaciones que lo llevaron, junto a su equipo, a volver la mirada hacia el fenómeno que marcó la historia de San Justo. “Fue muy extraño que pase eso en esa zona. Como dice uno de los protagonistas en una parte del documental: ‘Nosotros no sabíamos lo que era un tornado’. No había explicación. Muchos entrevistados nos dijeron que pensaron que era el Apocalipsis. A nosotros no nos sorprenden ciertos conocimientos porque los tenemos arraigados. Pero para ellos, en esa época en la cual la información no era tan constante, fue todo un tema” contó.
—¿Cómo está estructurado el cortometraje?
—En tres partes. El antes, el durante y el después. Para los testimonios, elegimos los que consideramos que contaban todo y representaban a toda la comunidad de San Justo. Fue una elección difícil, pero me parece que fue lo conveniente, sobre todo con estas mujeres que fueron muy respetuosas al abrirnos una ventana que todavía no pudieron cerrar. Es muy doloroso volver a esos hechos, sobre todo con nosotros que somos totalmente desconocidos para ellos. Que nos hayan abierto su casa es muy importante. Lo dividimos, como te contaba, en tres partes que cuentan cómo estaba la ciudad antes, el durante es decir el hecho en sí y como lo sintió la ciudad. Y el después, que narra como se empezó a reconstruir la ciudad de a poco. Aquí hay un mensaje inclusive esperanzador, por como ellos cuentan que empezaron a valorar más cada segundo de vida, cada comida con sus familiares, porque tuvieron esa enseñanza. Valoran todo.
—¿Además de los testimonios, que otros materiales incluyeron?
—Lo que se me ocurrió fue mezclar ficción con documental. Entonces tenemos partes que son recreaciones con actores, que representan a los personajes y acompañan los testimonios. Y material de archivo, que por suerte pudimos conseguir. Porque en aquellos tiempos pocos tenían herramientas para filmar.
—¿Se conservan filmaciones?
—Nos costó bastante pero conseguimos encontrar algunas en muy buen estado. Inclusive hubo gente de San Justo que colaboró, periodistas que tenían grabaciones en Súper 8. Había algunas grabaciones que no se podían reproducir y por eso no las pudimos ver. Pero las imágenes que conseguimos son muy impresionantes.
Renacimiento
El director de “Vorágine” admite que el film aborda cuestiones que son muy sensibles, porque para muchos “la tormenta todavía no se fue de San Justo”. De hecho, en algunos de los testimonios incluidos, los damnificados dicen que no pudieron superarlo, que no les gusta el viento y se ponen nerviosos ante cualquier tormenta. “Incluso mucha gente que pasó por esto decidió irse de la ciudad”, recordó Molinas. Sin embargo, la intención final de su película fue dejar un mensaje alentador: mostrar cómo la ciudad pudo rearmarse y proyectarse luego de un golpe tan fuerte.
El equipo
“Vorágine” cuenta con interpretaciones de las actrices Pamela Bertona, Agustina Iturraspe y Cecilia Dalla Fontana. El equipo técnico lo integraron: en dirección, Fernando Molinas; en producción Imanol Sánchez; en guión Romina Oggier; y en dirección de fotografía: Nahuel Beade. El gaffer fue de Ignacio Giles; Gisela Cisilin fue asistente de cámara; Ramiro Calace Montú asistente de dirección; Yamila Ruóppulo asistente de producción. El arte y el vestuario fueron de Yasmin Fazzio; Imanol Sánchez se ocupó del sonido directo; Luisina Pautasso del montaje; Gisela Cisilin de la postproducción de imagen e Imanol Sánchez de la postproducción de sonido. La música original es de El lenguaje como obstáculo - “Amoralia”. Los testimonios son de Liliana Sacco, Marta Sacco, Esther Grosso, Miryam Equi y Carlos Chazzarreta; el tutor es Froilán Lapissonde; el meritorio Agustín Tuchin; Estani Pedrazolli en manejo de dron; y transporte de Lucio Mataloni Fletes.