Benjamín Vicuña fue uno de los invitados el sábado por la noche al programa de Telefe, PH: Podemos Hablar, conducido por Andy Kusnetzoff, en el que se genera un clima íntimo, contexto ideal para que los famosos compartan con la audiencia momentos de sus vidas con candidez. Rodeado en el denominado “Punto de encuentro” de otras figuras como María Becerra, Carola Reyna, Martín Seefeld y Emilia Attias, el actor chileno habló sobre cómo transitó las separaciones de las madres de sus hijos: Carolina “Pampita” Ardohain y María Eugenia “China” Suárez.
Luego de que Andy pidiera que pasen al frente “los que piensan que se puede tener una buena relación con su ex”, Vicuña hizo lo propio y explicó los motivos, no sin antes hacer una salvedad: “Separarse es una cagada gigante, pero también hay que poner en perspectiva las cosas, obviamente hay un ideal, pero tampoco quiero bajar línea porque hay muchas historias”.
Si bien el actor de El primero de nosotros manifestó que entiende y empatiza con “el tipo que está re caliente y no quiere ver a su mujer”, asegura que sus dos separaciones no fueron por ese carril, y que se siente muy agradecido por ello. “He visto casos realmente horrorosos, de gente que se me acerca y me cuenta algún caso de violencia, o sea que aprendí que hay muchas historias”, apuntó.
Según Vicuña, sus separaciones cobraron otra dimensión por cómo las abordó la prensa, haciendo una distinción entre cómo las vivió él y cómo se presentaron desde afuera. “La verdad es que [mis rupturas] están infladísimas, tergiversadas y amplificadas por lo mediático, pero dentro de todo no dejan de ser separaciones desde el amor”, remarcó y habló de cómo en ambas oportunidades se trató de situaciones en las que “dos personas asumieron un fracaso, aunque eso suene a mala palabra”.
“Hay gente que me dice que tiene una perimetral, entonces cada uno está con su mambo y yo no le voy a decira nadie cómo se hacen las cosas. A mí me pegó de esta manera, obviamente que el lugar común, así como la paz en el mundo, es tratar de llevarse bien con un ex, está claro. Yo viví una separación donde mis papás fueron muy radicales, ellos se separaron y yo no los vi juntos nunca más”, recordó para graficar por qué siempre apuesta por la armonía. “Cada uno se tiene que ir acomodando, buscando una manera, porque al principio hay una cosa de tiempo, un dolor, necesitás también distancia porque hay enojo y frustración”.
Asimismo, Vicuña aludió a cómo el fallecimiento de su hija Blanca en 2012 cambió por completo su visión de la vida y de cómo la procesa. Por lo tanto, cuando Kusnetzoff indagó en cómo se lleva con el marido de Pampita, Roberto García Moritán, Vicuña fue muy claro: “Yo entendí con lo de Blanca que el amor es bienvenido de todas partes. En este caso, de la pareja de mi ex, siempre se agradece el amor y el cariño a tus hijos. Lo que debe ser terrible, que le pasa a algunos amigos míos y agradezco que a mí no me tocó es que se vuelven locos con la figura paterna del hombre que entra a tu casa. En ese baile gracias a Dios yo no entré, porque te vuelve muy inseguro”.
En cuanto a su presente sentimental, Vicuña confirmó que está en pareja con Eli Sulichin. “La conocí en el bautismo de mi hijo, es reciente, son seis o siete meses”. Recordemos que el actor comenzó a mostrarse con la amiga de Pampita en diciembre del año pasado, pero en varias entrevistas ha aclarado que prefiere no hablar de su flamante vínculo porque Sulichin no es del medio y quiere resguardarla.
“En el bautismo de mi hijo Benicio hicimos una especie de dos por uno; cosa que nunca salí a aclarar. Por eso estuve presente y compartí parte del bautismo de Ana [la hija de Ardohain y Moritán], que es preciosa. Pero no salgo a aclarar porque me parece que no tengo la energía, ni el tiempo, aunque escucho y hay cosas que duelen”, reveló el artista en una extensa entrevista y producción de fotos con ¡HOLA! Argentina, respecto a dónde conoció a su actual pareja.
“Venía muy golpeado. Ahora estoy en un momento de mucha introspección, sumado a lo que pasó con la pandemia, lo que está pasando en el mundo entero, es imposible no estar en una etapa de reflexión frente a la vida. En ese sentido, hay una madurez, una sensación de seguir construyendo la segunda etapa de mi vida”, afirmaba.