"Longlegs" y la tradición de los serial killers en el cine
El inminente estreno de “Longlegs: coleccionista de almas”, sirve de excusa para adentrarse en el universo macabro de los asesinos seriales. Desde Hannibal Lecter hasta Michael Myers, los villanos que definieron el género.
Maika Monroe, Nicolas Cage y Alicia Witt forman parte del elenco de “Longlegs”. Foto: C2 Motion Picture Group, Saturn Films, Neon, Range Media Partners
“Longlegs: Coleccionista de almas”, dirigida por Oz Perkins, llegará a los cines el próximo 29 de agosto. Le sigue los pasos a Lee Harker, una agente del FBI (el paralelismo con Clarice Starling, de “El silencio de los inocentes” es inevitable) una agente del FBI que se enfrenta a un asesino serial con inclinaciones ocultistas. A medida que avanza la investigación, la agente se da cuenta de que tiene una conexión personal con el criminal, lo cual agrega tensión emocional a la trama.
C2 Motion Picture Group, Saturn Films, Neon, Range Media Partners
Aunque Argentina cuenta con una lista amplia de “serial killers”, con el Petiso Orejudo y Carlos Eduardo Robledo Puch entre los más conocidos, definitivamente el perfil de este tipo de personajes siniestros lo terminó de definir el cine norteamericano, en especial en las últimas tres décadas. De hecho, hay un puñado de películas que contribuyeron visiblemente a alimentar las características centrales de estas figuras en la cultura popular.
"El silencio de los inocentes". Foto: Orion Pictures
En la previa del desembarco de “Longlegs”, vale la pena revisar una decena de los asesinos seriales más emblemáticos, que ejercieron una influencia decisiva. El más célebre, y hay consenso al respecto, es Hannibal Lecter, interpretado por Anthony Hopkins en “El silencio de los inocentes” a principios de los ‘90. Lecter es un psiquiatra caníbal y manipulador, cuya inteligencia lo hace memorable, en tanto la utiliza para el mal.
"Pecados capitales". Foto: New Line Cinema, Kopelson Entertainment
Un grado similar de agudeza es el que demuestra John Doe, el villano del thriller “Pecados capitales” (1995), encarnado por Kevin Spacey. Doe lleva a cabo crímenes basados en los siete pecados capitales, inspirado en una moral distorsionada. Pero su vasto conocimiento (que incluye filosofía, religión y literatura) y su meticulosa planificación lo convierten en un adversario temible.
"Psicosis". Foto: Paramount Pictures
Pero mucho antes de Hopkins y Spacey, Anthony Perkins compuso a Norman Bates en “Psicosis” (1960), cuya pulsión por el crimen deriva del vínculo patológico con su madre. Lo inquietante de Norman, a diferencia de los calculadores Lecter y Doe, es que se vuelve impredecible por su enfermedad mental. Esto hace que sus acciones sean impulsadas por una disociación entre la realidad y la ficción que él mismo ha construido detrás de las paredes del motel Bates.
"Psicópata americano". Foto: Lionsgate
En esa imprevisibilidad y desconexión con lo real, Norman Bates encuentra un cierto paralelismo con Patrick Bateman, de “Psicópata americano” (2000). El personaje encarnado por Christian Bale es un yuppie narcisista cuya vida de excesos y superficialidad acaba en una pulsión por el asesinato.
"Saw". Foto: Lionsgate
Asesinato que es usado por el otro personaje que nos interesa en estas líneas, Jigsaw, el macabro creador de “El juego del miedo” (2004). El creado por el actor Tobin Bell, no es un asesino en el sentido convencional, pero guarda relación con Doe en la medida en que busca dar una perturbada lección de vida a sus víctimas.
"Hallowenn". Foto: Dean Cundey
Todos los descritos hasta acá son perversos, pero ninguno de ellos encarna el mal de forma tan pura como Michael Myers en “Halloween” (1978). El personaje, interpretado por varios actores a lo largo de la saga, es el epítome de la vileza. Al igual que Anton Chigurh, el casi sobrehumano asesino que Javier Bardem compuso en “Sin lugar para los débiles” (2007), aterrador por su carencia de emociones.
"Sin lugar para los débiles". Foto: Miramax, Paramount Vantage, Scott Rudin Productions
Otra vertiente es la de los “serial killers” cuya predisposición es generada por el entorno. Es el caso de Henry, en la película “Henry: retrato de un asesino” (1986), donde Michael Rooker da vida a un psicópata que llega a esa instancia por una niñez desgraciada. También el de Aileen Wuornos, que lleva el cuerpo de Charlize Theron en “Monster” (2003). La película analiza la tragedia detrás de los crímenes y, polémica mediante, humaniza a Wuornos, al exhibir como las circunstancias la llevan a la violencia.
"Monster". Foto: Newmarket, Media 8 Entertainment, DEJ Productions
También se podría incluir aquí a Jack Torrance, creado por Jack Nicholson en “El resplandor” (1980), que llega al crimen por el influjo del Overlook, el hotel más inquietante de la historia del cine.
"El resplandor". Foto: Warner Bros.
Todo indica que “Longlegs: coleccionista de almas” se sumará a esta tradición cinematográfica, centrada en el análisis de la mente criminal.
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